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Nos asignaron una habitación del tamaño de lo que solía ser mi casa o más grande, exagerando un poco. De color Vinotinto estaban las paredes lo que hacía que todo se viera más oscuro a estas horas de la noche, casi hora de la cena. Conseguimos nuevas ropas, Brigitte, como se llamaba una de las criadas, irrumpió con muchos vestidos y demás, pero como para la vida que llevo los vestidos no son la mejor opción le pedí que me consiguiera pantalones y camisas de mi talla, y también para Rebecca aparte de unas botas para ella también, algunos calzoncillos y un par de cinturones. No parecía nada contenta con mi decisión y al salir escuche que salió de su boca "marimacho", la verdad es que no me importó, es mi comodidad y ella no es quien para juzgarme de esa manera. Al final terminó trayéndome la ropa sin ningún comentario y su comportamiento me da igual.

—Rebecca- le llame desde afuera de la puerta del baño- ¿Estás lista?

—Ya salgo, dame un minuto- hablo alto y claro ella desde adentro.

El baño era algo impresionante, contaba con una bañera gigante que más bien era como para 4 personas, y hasta shampoo con olor a menta, toda una delicia. A ambas nos prepararon un baño tibio y estuve casi todo el día bañandome, me sentía en el paraíso. Era hora dejar de pensar en todo eso y bajar al infierno, ya era tiempo de poner en marcha todos nuestros planes para nuestra mejora.

Rebecca salió del baño ya vestida y con sus botas puestas, su camisa era beige de un tono oscuro, pantalones negros al igual que las botas, yo iba vestida de la misma manera sólo que traía una camisa vinotinta. Ella sonreía y lucia radiante, llevaba su cabello suelto aún húmedo, desde que la conocí no la había visto tan feliz y relajada.

—¡Oh por Dios! Freen eso es el paraíso, ¿Puedo quedarme ahí todo el día, por favor? sonreía más grande que antes.

—Hasta puedes dormir en ella si quieres, más espacio para mi en la cama- bromee un poco, a ella no pareció hacerle gracia.

—Entonces te vienes a dormir a la bañera conmigo.

—La bañera es muy incómodo para dormir, es toda dura, imagínate el dolor de espalda que eso va a provocarnos, además de que siempre estas aplastandome voy a amanecer muerta uno de estos días- continúe con mi broma.

—No seas exagerada, si nunca te has quejado - se cruza de brazos.

—Si me la paso quejándome todas las mañanas, eres una mentirosa.

—Tú eres la mentirosa.

—No, tú eres la mentirosa.

—No voy a discutir esto contigo- hizo una pausa-. Pero tú eres la mentirosa.

—Está bien, yo soy una mentirosa- acabé rindiéndome, porque no puedo hacer que Rebecca ceda a nada-. Ahora hablemos de la cena. - Mis facciones pasaron a ser serias, ella me imitandome al instante-, vas a estar esta noche en el comedor con todos, hoy no actúes como mi "Sirviente", aunque mantendrás el Señorita que tanto nos hace gracia. Serás cortes y educada, piénsalo dos veces antes de responder cualquier cosa, ese Nop está interesado en ti y no me gusta para nada.

—Si lo noté en cuanto nos presentamos, tampoco es que a mí me encante- como dije, ella es lista - ¿Este hombre es tan importante?

—Muy importante para los planes de conquista del Capitán, y eso me beneficia lo que quiere decir que a ti igual.

—Haré lo mejor que pueda, ya he lidiado con muchas situaciones donde decir lo que la otra persona quiere oír y no lo que piensas es mucho mejor.

—Sabía que podía contar contigo-le dedique una sonrisa-. Aún con las botas puestas sigues siendo una enana- cambié de tema para que se relajara un poco, incluso yo necesito relajarme antes de enfrentar estas situaciones.

Mar Dorado - FreenbeckyWhere stories live. Discover now