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| Anakin |

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| Anakin |

Aún no supero la forma en que reaccionó cuando se encendió la televisión; fue tierno ver lo asustada que estaba, pero eso ya no volverá a suceder. Antosha le explicó que solo es tecnología y ella rápidamente lo comprendió e incluso parece haber encontrado un nuevo pasatiempo. Sin embargo, hay que ponerle un límite.

— Osita, ya debemos comer — le aviso.

Me tenso cuando sus labios forman un puchero. Mira el televisor y después a mí. Por suerte, se levanta del mueble y Antosha aprovecha para apagarlo. Sé que es adictivo, pero no debemos dejar que se vuelva un vicio para ella. Es un alivio que no se opusiera. Sería difícil negarle algo.

Con cuidado, tomo su mano poniendo atención en su reacción. Ella mira nuestras manos unidas. Es tan agradable la calma que siento al poder tocarla. Mi lobo se tranquiliza un poco. Ha estado muy inquieto pidiendo contacto físico. Por ahora, se conforma con un simple roce o esto.

La guío hasta el comedor. Tengo que admitir que nuestra madre hizo magia. No solo resaltó la belleza de nuestra mate, también, de alguna forma, nos suavizó el camino e hizo que confiara más en nosotros al punto de dejarse tocar. A pesar de estar muy recelosa y atenta a su alrededor, no demuestra miedo y tampoco intenta huir.

Suelto su mano cuando ella imita la forma en que Antosha se sienta en el comedor. Es gracioso como imita posar su codo sobre la mesa para así poder sostener su cabeza con sus manos, con las palmas y dedos cubriendo su mandíbula. Todo lo que ella hace me parece tierno y encantador, sobre todo por esa aura de inocencia y calma que emana.

Me siento a su lado para mostrarle que puede sentarse como desea. Ella rápidamente lo capta y deja de imitar a Antosha, él cual estaba tratando de no reírse en su cara. Admito que me fastidia esa actitud en mi hermano. Son pocas las cosas que se toma en serio. No ve que puede herir los sentimientos de nuestra mate.

— Esto se llama macarrones con queso — dice Arman colocando el plato frente a ella —. Este corte de carne se llama filete. Si te desagrada algo, no debes comerlo. Puedo prepararte otra cosa — ella estaba a punto de comer, pero Arman la detiene —. Para comer, utilizamos ciertas herramientas para no ensuciarnos las manos. Sé que puede parecer innecesario, pero inténtalo — él agarra la cuchara, la hunde en la pasta y come una pequeña porción. Después le entrega una cuchara limpia y ella con facilidad repite lo que él hizo —. El filete por hoy puedes comerlo con las manos. Te enseñaré la forma correcta mañana.

Se aleja y ella empieza a comer. Al principio se le caen varios macarrones, pero lo logra. Parece una pequeña cría dando sus primeros bocados por sí sola. Deja la carne para el final. Antosha come frente a ella para que aprenda previamente cómo cortar pequeños pedazos del filete. Ella de forma disimulada lo observa, después me mira a mí.

— ¿No tienes comida? — sonrío por su asentimiento.

— No tengo hambre — respondo sin apartar mis ojos de ella.

Zinerva: Legado de AmorWhere stories live. Discover now