Cap. 11

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Me desperté por los rayos del sol colándose por la cortina, abrí mis ojos perezosamente y mire a mis lados. ¿Dónde estoy, que hago aquí?

Miré debajo de la cobija y estaba sólo en boxers, suspiré nervioso y volví a mirar la habitación, que estúpido soy es la de Sunghoon...¿Pero qué hago aquí? Cerré mis ojos y recordé pequeños fragmentos de anoche, llevé mis manos a mi sien ya que tenía un fuerte dolor de cabeza y en eso Sunghoon entra a la habitación con una bandeja de caldo en las manos.

—Veo que por fin despertaste.—dijo mientras dejaba la bandeja en mis piernas, me senté bien y lo miré fijamente.

—¿Qué hago aquí?.— pregunté recordando cómo el ayer me había negado.

—Te fui a recoger del bar.—respondió mientras se pasaba las manos por su cabello rojizo.

—¿Porque? Si hasta dónde recuerdo la estaba pasando bien.—respondí algo cortante mientras empezaba a comer.

—Vi unos vídeos de los estados de Jungwon y me dio tanta irá, así que fui a recogerte.—respondió mientras soltaba un bufido.

—¿Qué videos?. —pregunté y Sunghoon sacó su celular, seguí comiendo hasta que me extendió el celular justo en los estados de Jungwon. Yo tomando, haciendo mala cara, cuándo Nicholas me invitó a bailar y cuando estábamos bailando de esa manera.

Me sonroje y le entregué su celular, cerré mis ojos por unos momentos y mordí mi labio inferior.

—Y también vi tus estados de instagram bailando en el auto mientras te gritaban o pitaban.— dijo mientras estrellaba su lengua contra su mejilla.

—¿Y?.—pregunté mirándole con recelo recordando sus palabras nuevamente.—Soy libre de hacer lo que quiera, después de todo sólo soy el mejor amigo de tu hermano ¿No?

Sunghoon pasó sus manos por su cabello algo frustrado. —¿Vas a sacarme eso en cara, Sunoo?

—No te lo hecho en cara, sólo te recuerdo lo que dijiste.—respondí mientras comía ignorando el nudo en mi garganta.

—Sólo lo dije para que no hiciera preguntas.—respondió suspirando con molestia.—No me gusta que hagan preguntas ni que se metan en mi vida.

—Te veías muy cómodo con esa rubia, a lo mejor por eso me negaste.—respondí.— Ella te gusta, ¿No? Cuando estás con ella sonríes.

—No saques conclusiones por tu cuenta, es sólo una amiga.—bufe.—y después de que te fuiste te llamé pero tu celular estaba apagado.

Me quedé en silenció mientras terminaba de desayunar.

—¿Quién era el tipo con el que bailaste anoche?.—preguntó y sonreí internamente.

—Un amigo.—respondí como si nada.

—¿Un amigo? Pues eso no es lo que parecía, estaban a punto de arrancarse la ropa en pleno lugar—-dijo con clara molestia.

—Igual es un amigo.—respondí recordando en donde casi nos besamos.—sólo bailabamos.

—¿Cómo se llama?.—preguntó.

—Eso no te interesa, ¿Dónde están mis cosas?. —pregunté mientras me levantaba de la cama mirando alrededor.

Sunghoon me agarró de la muñeca con fuerza y me tiró nuevamente a la cama, bajo la bandeja y se subió encima mío, sentí mi pulso acelerarse ante su fria mirada.

—¿Cómo se llama?. —preguntó nuevamente mientras colocaba sus manos a ambos lados de mi cabeza.

Coloqué mis manos en su pecho intentado apartarlo y me removi inquietó, tomó mis muñecas con fuerza y acercó peligrosamente su rostro al mío.

—Te hice una maldita pregunta.—dijo con la voz ronca y empecé a respirar entre cortado.

—Nicholas...Wang.—respondí y Sunghoon sonrió mientras me soltaba del agarré en mis muñecas, descendió sus manos por mis boxers y los jaló hacia abajo dejándome completamente desnudo.

—Eres tan hermoso.—dijo mientras se posicionaba entré mis piernas, empezó por mi cadera y beso de un lado al otro.—Y solamente mío.— Mi respiración se aceleró, abrió su boca y sentí su cálido aliento chocar contra mi piel, hundió sus dientes en la piel de mi cadera sacando un jadeo de mi parte, empezando a hacer círculos con la lengua sobré esa zona, llevé mis manos a su cabellera y enrede mis dedos en las hebras de su cabello.

Beso la parte posterior de mi muslo, pasando su lengua por aquel lugar, su boca llego al interior de mi muslo y dejó escapar un gemido.

Se apoyó en mi, lo suficiente para alinear nuestras caderas y conducirlas juntas, eché mi cabeza hacía atrás mientras lo siento contra mi, sus manos cubrieron mi estomago y nos miramos fijamente a los ojos mientras molia su erección contra la mía.

Unió sus labios con los míos mientras seguía moliendo su erección contra la mía, pasé mis manos por su espalda ancha mientras acallaba mis jadeos con su boca. El me consume por completo, me hace perder de mi mismo y me enloquece en la manera que su lengua acaricia la mía, lame, juega y me invitanda más adentró, su boca se desvía de mis labios bajando hasta mi cuello, y dejó escapar un gemido.

Desciendo mis manos hasta el borde de su camisa la cual quitó con prisa desesperado por ver y sentir, suelto un gemido cuándo siento su pecho y estómago caliente rozando con mi piel y nuestras bocas se encuentran una vez más.

Su boca desciende nuevamente está vez pasando su lengua por mis hombros, besando mi piel, dejando marcas a medida que baja, No lo soporto más y giro mis caderas contra la suyas, una mano va a mi espalda y levanta sus caderas girando de nuevo, volviendo a quedar debajo de el nuevamente.

Su boca desciende por mi estómago hasta llegar a mi ombligo, besando y probando cada centímetro de esté, cierro mis ojos con fuerza. Su ropa desaparece por completo, nuestras pieles se están rozando y siento cómo me brinda calor.

Ataca mi boca nuevamente está vez de una manera descontrolada y salvaje, chupando, lamiendo y succionando mis labios y siento una intromisión en mi interior, muerdo su labio inferior con fuerza y unas lágrimas traicioneras se escapan, Sunghoon no esperó a que me acostumbrara a su tamaño sí no que de una vez empezó a moverse de manera brusca y rápida.

—Mgh...S-Sunghoon...p-para.—dije contra sus labios mientras colocaba mis manos en su pecho.

Siento cómo el dolor se extiende hasta mi espalda, cierro mis ojos con fuerza y muerdo mis labios para no dejar escapar gemidos de dolor. Su rostro expresa lo enojado que estaba y a su vez como disfrutaba del tenerme, mi entrada dolía y sentí cómo su cuerpo se tensó, cerró sus ojos por un momento y detuvo sus movimientos.

—Lo siento, perdón —dijo levantándose rápidamente de la cama, pasando las manos por su cabello desesperadamente y soltó jadeos de frustración.

Cerré mis ojos y lo último que escuché fue cómo salía de su habitación, dejándome sólo y compleamente desnudo con el corazón en las manos, con un dolor en mi entrada y las lágrimas descendiendo por mi rostro.

Eres malo y despiadado.

Tomorrow || SungsunWhere stories live. Discover now