PSEUDOCIDIO 🔞 (TERMINADA)

Desprecio

Sakura despertó al cabo de dos horas de haberse dormido con la mano de Sasuke rodeándole la cintura, por lo que enseguida se sobresaltó recordando la vil mentira que le dijo con lo de la gargantilla. Apartó la férrea mano de su esposo con cuidado y se dispuso a levantarse para ir al baño, pero en ese instante, él despertó.

—¿Dónde vas, cariño...? —le preguntó en un tono algo inquisitivo.

—Voy... voy al servicio, enseguida vuelvo, no te preocupes y vuelve a  dormirte —le dijo ella intentando posponer una conversación que era inevitable.

Por suerte, Sasuke no se opuso y Sakura consiguió su objetivo, pero para su sorpresa, al volver a la cama, él había encendido la lamparita y la esperaba sentado con la espalda reposando contra el cabezal.

—¿Te ha gustado el desayuno que te he preparado esta mañana? —mientras le preguntó, acarició sus cabellos con sutileza.

—Aam... sí, ya sabes que me encantan esos pequeños detalles que siempre tienes conmigo —la pelirrosa tragó grueso a la vez que las manos le temblaban ligeramente por debajo de las sábanas.

—¿Viste también lo que dejé al lado de la taza de café? —Sakura sintió que estaba perdida.

—S...sí... lo vi... g... gracias, te prometo que no se me olvidará nunca más —contestó ella con un tremendo nudo en la garganta.

—Te noto nerviosa, querida... ¿hay algo que quieras contarme?  —el tono del azabache era cada vez más cínico.

—N... no. Vamos a dormir, por favor, mañana trabajamos y.... —Sakura se dispuso a darle la espalda y zanjar la incómoda conversación, pero el Uchiha la giró bruscamente hacia él.

—Pues yo sí creo que tienes algo que contarme, mi amor, haz memoria. Si no recuerdo mal, ayer cuando llegaste tarde del trabajo, me dijiste que habías estado con Hotaru y... una de dos, o bien Hotaru tiene una hermana gemela, o me engañaste, porque se presentó aquí para traerme la gargantilla mientras tú estabas vete a saber dónde y con quien —los oscuros ojos de Sasuke la trasparon de un modo como nunca lo habían hecho antes.

—Sasuke... yo... bueno, de acuerdo, te mentí, estuve con un paciente al que estoy tratando desde hace algun tiempo y sufre de una fuerte depresión, necesitaba más tiempo de terapia y la sesión se nos quedó corta, lo siento, pero no te lo dije porque tenía miedo que te enfadaras —la pelirrosa simuló un puchero para sonar más convincente.

Sasuke soltó un sonoro suspiro mientras apretaba ligermente la mandíbula, pero al final le sonrió y besó su frente. A ella le dio la sensación que fue una sonrisa completamente falsa y cargada de ironía, pero no quiso obsesionarse, él apagó la luz y parecía que al fin podría descansar, pero el Uchiha volvió a la carga para desvelarla por completo.

—La próxima vez que ocurra eso con un paciente, me llamas, no quiero mentiras, Sakura, eso ya deberías saberlo, yo siempre he ido con la verdad por delante y te he sido leal, por lo que exijo lo mismo por tu parte. ¿Me entiendes, verdad...? —espetó Sasuke con extrema fríaldad.

—Sí. N... no volverá a repetirse  —el moreno por fin se dio por vencido, pero ella no podía dejar de dar vueltas a lo sucedido, tenía que parar esto antes de que fuera demasiado tarde.

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Al día siguiente

Sakura había estado nerviosa durante todo el día, como un flan, y justamente le tocaba terapia con su amante, pero había llegado el momento de poner fin a su fugaz aventura, pues no podía seguir jugándosela

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—Hola, Sakura. Ayer te mandé algunos mensajes, pero no me contestaste. ¿Ocurre algo...? —le dijo un sonriente Naruto a la vez que le otorgó un pequeño beso en los labios.