Miedo

39 12 4
                                    

Al día siguiente

Sakura se levantó sobresaltada en la cama de Itachi, lo hizo con una sensación agridulce, recordaba perfectamente las sensaciones que experimentó la noche anterior. Primero como si alguien la besara, y posteriormente, como si alguien rozara su pierna, así que un poco confusa y algo mosqueada, le pediría explicaciones a Itachi.

**

Al llegar a la cocina, se lo encontró desayunando tranquilamente mientras ojeaba el periódico, pero éste, enseguida levantó la vista al percatarse de la presencia de Sakura.

—Buenos días, Saku. ¿Qué tal has dormido?  —preguntó totalmente ajeno a lo ocurrido.

—Pues... no muy bien, la verdad. Aam... —vaciló—.¿Puedo preguntarte algo sin que te ofendas? —Itachi la miró un poco preocupado a la vez que confuso.

—Dime, ¿qué ocurre? —en el fondo el azabache no deseaba saber la respuesta.

—¿Subiste a tu habitación anoche?, quiero decir, ¿Me tocaste mientras dormía...?  —Itachi escupió el café de golpe, excusándose al momento por ello.

—¡Sakura, por favor! ¿Por quién me tomas? ¿Cuánto hace que nos conocemos tú y yo?, además, eres mi cuñada y estoy loco por Izumi  —Itachi contestó mientras pensó que mataría a Sasuke por hacerle pasar ese mal trago.

—P... perdona, Itachi, yo no quería... —el azabache se levantó y rápidamente la acunó entre sus brazos.

—No pasa nada, tal vez tuviste una pesadilla o te dio la sensación que alguien estaba allí contigo, pero has de pensar que todo es muy reciente, es normal que te sientas así —Sakura lo miró con los ojos cristalizados.

Itachi estaba haciendo muy bien su papel, pero no podía evitar sentir lástima por ella, pues sabía como era Sasuke y que no pararía hasta volverla completamente loca.

—Te juro que no fueron imaginaciones mías, alguien estaba allí, incluso escuché una voz que me dio las buenas noches, tienes que creerme, por favor... —Itachi no sabía que hacer para consolarla.

—Vamos a hacer una cosa, dúchate y vamos a dar una vuelta para que te despejes, luego te llevaré a tu casa, ¿de acuerdo? —Itachi no podía soportar verla sufrir de este modo.

—¿A mi casa...?, n... no quiero ir, tengo miedo, Itachi —una respuesta que el azabache no esperaba.

—Sakura, sabes que por mí podrías quedarte unos días, pero no puede ser, de todas formas el trabajo me ocupa mucho tiempo y estarías sola muchas horas, además que Izumi viene tres veces por semana y... bueno, ya me entiendes... —Sakura hizo un puchero mientras se enjuagaba las lágrimas.

—Es verdad, soy una egoísta, tú tienes tu vida e irremediablemente yo debo seguir con la mía —contestó cabizbaja.

—Lo siento, Saku, ya sabes que me tienes para lo que necesites —Itachi intentó suavizar la situación.

°•○●°•○●°•○●

Enseguida se arreglaron y fueron andando hasta un parque muy cercano al domicilio, allí se sentaron en un banco y tomaron un poco el aire hasta que Sakura estuvo más tranquila, luego fueron hasta el coche del azabache y pusieron rumbo al apartamento de la pelirrosa. La despedida supuso un suplicio para Itachi porque Sakura se aferraba a él como una niña a un oso de peluche, pero era lo mejor, pues contra más tiempo estuviera en casa de su cuñado, más posibilidades habrían de que se descubriera todo el pastel.

*

Una vez Itachi regresó a su casa, encontró a Sasuke desayunando en la cocina con una sonrisa burlona adornando su rostro.

PSEUDOCIDIO 🔞 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora