Capitulo 30:
_______: ¿Qué hace el aquí? –Pregunte a mi padre tras cerrar la puerta de la casa-
Tp: ______... queríamos hablar contigo –dijo seriamente- ven, siéntate –observe que el puesto desocupado era justo al lado de Richard, así que negué rotundamente-
_______: ¿Qué hace aquí? –le pregunte a mi padre ignorando lo anterior-
Tp: ¿Cómo es eso de que ya no bailaran juntos? ¿Qué ha pasado? –respire profundamente y por primera vez en los minutos que lleva en mi casa, le dirigí la mirada mas acecina que podría haber hecho en mi vida-
________: pregúntale a el –me di la media vuelta y camine hacia la cocina buscando algo con lo que pudiera desahogarme-
Tp: ______ ________ vuelve aquí ya mismo –gire mis ojos y volví a la sala para encontrarme a Richard con una sonrisa bastante irónica en su cara- quiero que me expliquen ¿Qué ha pasado entre ustedes?-
Richard: Escuche señor ______, con todo respeto, su hija a estado demasiado extraña, ya no parece ella, se junta con gente que no es y hace cosas que no debería hacer –mis ojos se abrieron bien grandes al oír las barbaridades que estaba diciendo- y yo la verdad decidí no bailar mas con ella porque no iba a mandar mi sueño a la basura por sus malas juntas –apreté los puños haciendo que se cortaran la circulación en mis dedos, negué con la cabeza y sentí mis ojos llenarse de lagrimas, pero no lloraría, ni ahora, ni después, ni nunca. Menos por alguien como el-
________: -reí irónicamente- ¿terminaste con las mentiras? –observe como el se paraba rápidamente del sofá-
Richard: con su permiso, ya yo no tengo más nada que hacer aquí. Solo venia a decirle a ______ que nuestra compañía bailando ha terminado y que reflexione, porque si esto paso ha sido por su culpa –lo vi alejarse hacia la puerta y salir de mi casa dejando un gran vacío en la sala-
Suspire repetidamente y camine hacia mi cuarto oyendo los gritos de mi papá quien aun permanecía en el mismo lugar. Entre en mi habitación, avente la puerta y me tire boca abajo en mi cama. Tome lo mas cercano a mi, en este caso era el cepillo de pelo que descansaba en mi mesita de noche. Sin pensarlo, me senté sobre la cama y avente fuertemente mi cepillo o lo que ahora era mi cepillo contra la pared. Los pedazos de este volaron por todo el cuarto y entonces comencé a sentir como mis manos se relajaban y mis ojos comenzaban a desbordarse. Escuche como la puerta de mi cuarto antes aventada se abría, haciendo que el picaporte rechinara. No hacia falta que levantara la mirada para saber que era mi padre, quien sin pensarlo se sentó a mi lado y me abrazo, sin pronunciar ni un "¿estas bien?". Era increíble como el siempre sabia que era lo que yo necesitaba.
Poco a poco nos recostamos en mi cama y el aun seguía abrazándome, yo golpeaba su pecho de vez en cuando recordando la rabia que viajaba en mi interior, estaba tan molesta con ese imbecil, me sentía tan estupida por haberle dicho a Justin que primero debía hablar con Richard, joder, el no piensa en mi ¿Por qué yo tengo que preocuparme por el? Sentí como la respiración de mi padre se fue haciendo mas tranquila y sus cariños en mi espalda iban bajando de velocidad. Alce la mirada y note que estaba dormido, sonreí para mis adentros al recordar cuando era pequeña y esto siempre pasaba, el siempre se dormía antes que yo. Cerré mis ojos poco a poco y al final también me quede completamente dormida.
El resto de la semana fue así, me despertaba, iba al colegio, veía a Richard burlarse junto a su estupida novia de mi, llegaba a mi casa, almorzaba, aventaba libros y almohadas descargando mi rabia, ignoraba las llamadas de Justin, ignoraba a mi padre, ignoraba a la gente, nunca me había sentido tan sola como me sentía ahora. Era viernes en la tarde, mi celular, literalmente, estaba debajo de la cama, apagado. No tenía como ni quería comunicarme con nadie y logre mi cometido hasta que tocaron el timbre de mi casa. Lo ignore la primera vez, lo ignore la segunda vez, hasta lo ignore la tercera. Pero al oír la cuarta mi autocontrol se fue a la mierda y solo rogué que no fuera un vecino porque por como iba a gritarle nos botarían del edificio.
