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La noche anterior Emma no había podido dormir, pensando en aquella discusión que había tenido con Austin. Al momento de llegar al café coloco su bolso en el casillero que le pertenecía para salir al mostrador.

—Emma, te estuve llamando toda la noche ¿Por qué no contestaste?—pregunto Alex acercándose hasta ella junto al mostrador.

—Fue una tarde difícil.—añadió Emma restándole importancia.

—¿Qué paso?—siguió insistiendo su amigo.

—Termine en una delegación.—susurro Emma, mientras acomodaba las cartas del menú.

— ¿En una delegación?—pregunto sorprendido Alex, la volteo hacia el para mirarla hacia los ojos—¿Por qué?

—Estuve con Austin y tuvimos un problema con un oficial.

— ¿Austin? ¿Quién es Austin?

—Es el chico misterioso.—el reloj marco las nueve y cambiaron el letrero de "Cerrado" a "Abierto". Emma esperaba a que el apareciera atravesando la puerta de la cafetería.

—Lo que uno se pierde en un día.—Emma miro hacia la puerta rogando a que Austin ya no seguirá molesta con ella, pero en cambio solo apareció Sabrina por la puerta—Llegas tarde.

—Al menos llegue.—contesto Sabrina de aquella manera frívola que solo ella podía lograr.

—Solo trabajemos.—los pedidos comenzaban a llegar hacia el mostrador, los minutos pasaban y Emma aun anhelaba que Austin atravesara aquella puerta de cristal.

Pero en cambio solo apareció un señor totalmente desconocido para los trabajadores de la cafetería y en sus manos tenía un gran arreglo de rosas de diferentes colores.

— ¿La señorita Emma?—pregunto aquel sujeto dirigiéndose hacia Alex que atendía el mostrador.

—Un momento.—dijo Alex—Emma, te hablan.

— ¿Quién me habla?—pregunto Emma mientras se acercaba a Alex al mostrador.

—Ese señor.—señalo Alex y fue hacia la registradora para cobrar algunos pedidos de los clientes.

—Hola soy Emma ¿En qué puedo ayudarle?—pregunto Emma mostrando amabilidad a aquel sujeto.

—Le mandan este arreglo de flores.—le entrego el gran arreglo de rosas de colores a Emma, ella se quedó sorprendida, jamás alguien le había regalado un arreglo de flores en su vida, al menos de que sea por su cumpleaños—Solo firme de recibido.

—Claro y muchas gracias.—al momento de que el sujeto se fue Emma corrió con el arreglo de flores hasta la sala de descanso de los empleados, se aseguró de estar sola para poder gritar de emoción. Emma noto un pequeño sobre blanco entre las rosas y lo tomo con sus manos.
Emma quería compartir aquella sorpresa con Alex, así que antes de abrir el sobre salió corriendo hacia la cafetería, vio a su amigo sirviendo algunas de las bebidas.

— ¿Y quién te a traído ese arreglo?—pregunto Alex al notar la sonrisa que aparecía en el rostro de su amiga.

—Aún no sé quién es, pero quiero que vengas conmigo.—Emma traro de sujetar el brazo de Alex pero este negó.

—Primero atiende a estos clientes y luego iremos.—al terminar de servir los pedidos, Alex dejo a cargo a otro de los camareros del lugar Zach, un chico nuevo en aquella cafetería. Ambos caminaron hacia la sala de descanso y ya no estaba aquel arreglo de flores sobre la mesa. Emma presintió un olor a quemado justo en el cesto de basura y ahí estaba el arreglo.
Sus lágrimas no tardaron en salir, aquel regalo había sido maravilloso, pero alguien había hecho una gran maldad a Emma, lo único que le quedaba era la pequeña nota, Emma abrió el sobre y saco el papel que contenía solo decía "Un pequeño detalle de disculpa por lo sucedido".-Austin.

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Perdón por no haber seguido tuve algunas cosas que hacer, en fin voten y comenten. Bueno ya vieron que cambie el nombre de rayis. Así que empezare a editar la nove desde principio.

❝Coffee❞ | En Edición.|Where stories live. Discover now