❝Coffee❞ | En Edición.|

XXXIX

#ÚltimoCapítulo.

Emma esperaba sentada aun lado de Lily los estudios que se había hecho para saber, si estaba embarazada. Emma trataba de controlar sus nervios, una enfermera había a parecido en la sala de esperá.

—Señorita Gallagher puede pasar con el doctor.—anunció la enfermera llamando la atención de los otros pacientes que se encontraban en la sala.

—Gracias.—dijo Emma entrando con Lily hacía la oficina del doctor.

—Buen día, veamos aquí tengo el resultado de la prueba.—él doctor se sentó frente a ambas chicas y vió los papeles que sostenía con ambas manos—Así que señorita Gallagher, felicidades. Lleva cuatro semanas de gestación.

— ¿Qué?—Emma aun no podía creer lo que él doctor le había dicho.

—Usted, esta embarazada, muchas felicidades.—él doctor simplemente sonrió.

—Gracias por todo.—hablo Lily, pues Emma no decía ninguna palabra. Ambas hermanas salieron de aquel lugar— ¿Le dirás a Austin?

—Es más que obvio, no le puedo ocultar algo como ésto.—hablo Emma y siguió caminando hacia el departamento de Austin, que afortunadamente no quedaba lejos del hospital.

Al llegar frente al edificio, subió al elevador y marco el último piso, los nervios consumían a Emma al pensar lo que pasaría con Austin tras aquella noticia. Al llegar al piso dió un suspiró y tocó la puerta.

—Hola linda.—dijo Austin al ver a Emma del otro lado de la puerta.

—Hola Austin.—sonrió forzosamente Emma—Necesito hablar un momento contigo.

—Claro hermosa, adelante.—Austin se hizo aun lado esperando a que Emma pasará y cerrar la puerta.

— ¿Estas solo?—preguntó con un poco de curiosidad Emma para mirara desde la ventana.

—Sí, mi madré y hermano salieron de, compras.

—Austin yo...—antes de que Emma pudiera hablar, Austin la interrumpió.

—Antes de que digas algo más, tienes que ver esto.—fue corriendo hacia su habitación y saco algunos folletos de casas y apartamentos— ¿Qué tal? ¿Te gusta alguno de ellos?

—Todos son hermosos, pero enserio Austin necesitó hablar un segundó contigo.

—Sabes que te daría más que un segundo.—Austin le dedico una sonrisa de aquellas que la hacían sentir tan perdida ante la realidad.

—Yo... Estoy embarazada.—Austin se quedó quieto y con una sonrisa en la cara.

—Esta es la mejor noticia que he tenido.—Austin se acercó a Emma, tomando la entre sus brazos y elevando la en el airé.—Es mejor planear la boda antes de que está criatura nazca.

—Austin, yo no quiero casarme.—la sonrisa de Austin desapareció rápidamente al escuchar ésas palabras.

—Yo creí que te emocionaba la idea de estár juntos.

—Sí me emociona, pero, yo no quiero casarme con alguien por el simple hecho de estar embarazada.—la sonrisa de Emma también desapareció de su rostro, caminó un momento y se sentó en un sofá.

— ¿Entonces?—Austin se sentó aun lado de ella tomando una de sus manos y acariciando la lentamente.

—Quiero esperar hasta que nazca. Y ver si tu aun me sigues amando a pesar de todo.

—Yo siempre te amaré a pesar de todo.—susurró Austin cerca de los labios de su amada y depositando en ellos un pequeño beso.

*

Un año, eso es lo que había pasado, un año donde el amor entre Emma y Austin siguió sin destruir se ante los obstáculos.

(Punto de vista de Emma)

Un pequeño quejido hizo que me despertara, abrí los ojos y lo primero que ví fue a Austin durmiendo tranquilamente, traté de levantarme despacio sin despertarlo. Cuando lo logré, caminé hacía la recamara de mi pequeño Luke. Él hijo que había concebido con Austin, lo cargué entré mis brazos para que dejará de llorar, cuando lo hizo camine de nuevo hacía mi recámara.
Mire el reloj y era algo tarde, así que decidí despertar a Austin.

—Austin, cariño, despierta.—susurre cerca de sus labios, pero no recibí respuesta—Amor ya es tardé.—toque su mejilla y estaba completamente frío, los peores pensamientos pasaron por mi mente— ¡Austin despierta!—tome el teléfono y marqué rápidamente en número de Bryan.

—Hola Emma.—escuché a Bryan al otro lado del teléfono, las lágrimas no me dejaban hablar.

—Austin.—solo pude formular esa palabra.

— ¿Qué pasá con mi hermano?

—Él no se despierta.—las lágrimas no me permitían hablar mucho.

—Llama a una ambulancia y te veo en el hospital.—hice caso a lo que él dijo y llamé.

Al llegar al hospital visualize de lejos a Michael y Bryan juntos. Me acerque a ellos que lucían preocupados.

—Emma.—dijo Michael al verme— ¿Dónde está el pequeño?

—Mi hermana lo cuida ¿Cómo esta Austin? No me dejaron ir con él en la ambulancia.—dije.

—Familiares del joven Mahome.—habló un doctor llamando nuestra atención.

—Soy su madre.

—Lo siento señora, su hijo murió de un paró cardíaco.—al escuchar eso mi mundo calló en pedazos, él amor de mi vida había muerto y no importaba lo que hiciera, eso no cambiaría.

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Aquí concluye esta novela, lo se me odian por el final u.u en fin aún falta el epílogo más una sorpresa, no olviden votar y comentar.