Capítulo 1.

15.8K 572 35
                                    

Diez minutos, mas. Tan solo diez minutos, y mi turno acabara. Veo ansiosa la puerta de la entrada rogándole ha cualquier ser divino, que no entre ni un cliente mas.
Mis piernas ya me exigen un merecido descanso, entre tanto cliente déspota que llega ha esta restaurant, se me ha sido imposible tomarlo.

—Ariana ¿Puedes venir? —Me pide el gerente, quien esta fuera de su oficina. Maldigo para mis adentros, y me acerco. No hay necesidad de preguntarle nada, pues él comienza hablar —El señor Gámez, necesita que alguien le vaya ha limpiar su departamento —Simplemente asiento, sin saber porque me lo esta diciendo —Y tú iras... —Continua quedamente atento ha mi reacción.

—¿Que? Señor, son casi las diez de la noche, mi turno esta apunto de terminar y sinceramente ese no es mi trabajo —.

El niega con la cabeza, como si mi respuesta no le hubiera agradado en lo absoluto —Creo que no has entendido como se maneja esto, nuestro jefe es Aarón Gámez, el prácticamente te da de comer, no importa la hora, el lugar, tu simplemente acatas sus ordenes ¿Esta claro? —Estoy apunto de replicar sus tontas palabras, pero él, se me adelanta —Pero no te puedo obligar ha ir —Sonrío con satisfacción—, Puedes irte ya, pero antes asegúrate de poner un cartel, donde se solicite nueva empleada —Y con eso, mi sonrisa desaparece.

—¿Ha donde tengo que ir? -Él sabe perfectamente cuanto necesito este trabajo y aveces eso le resulta muy conveniente.

Sonríe triunfal, mete la mano ha uno de sus bolsillos del pantalón y saca una hoja doblada —Esta es la dirección —Me indica. Entra y cierra con un portazo su puerta. No entiendo que es lo que hace ahí, todo el tiempo. Porque dudo que realmente trabaje.

Veo como se abre la puerta de la entrada, avisándonos que ya llegaron nuestros suplentes. Por la noche este restaurante se convierte en un bar y debo decir que en uno de lo mas concurridos de la ciudad.

Me dirijo hacia al cuarto de servicio, una vez adentro me encuentro con mi mejor amigo y compañero de trabajo.

—¡Por fin termino nuestro día! —Exclama feliz.

—Creo que no para mí —Digo con tono despectivo.

—¿Que quieres decir?

—Tengo que ir al departamento del famosísimo Aarón Gámez —Ironizó—, ha limpiar su maldito departamento, como si fuera su maldita sirvienta —Escupo molesta.

—¡Ni de broma te permitiré ir al departamento, de ese maldito rabo verde!

—Genaro, no me ha dejado opción, era eso, oh perder mi trabajo —Explico.

-Genaro ¡Es un maldito cabrón! ¿Porque no va el? ¡Ese hombre trae la flojera encima! ¿Que no sabe que corres peligro estando sola, con ese tipo? ¡Es un enfermo! —Explota.

Lo ultimo capta mi atención —¿Conoces ha Aarón? —El tiempo que tengo trabajando aquí, nunca se ha aparecido por el restaurante, ¡Y eso que es el dueño!

Niega con la cabeza —No, pero dudo que tenga 20 años —Tiene razón, yo tampoco lo creo —Y ese maldito viejo, esta forrado en dinero —Dice con añoranza —Viajan rumores de que para sus fiestas nocturnas, contrata prostitutas para hacer una gran orgía ¿Y sabes? Es lógico, yo creo que son las únicas mujeres con las que se puede revolcar —Finaliza, con tono burlón.

—Si, bueno, me diste muchos detalles que enserio no necesitaba saber —Hago un mohín con la nariz.

El sonríe ampliamente —¡Oh, mi pequeña niña ingenua! 

—Si, mira ¿Que te parece si después te burlas de mi nula experiencia? Ahorita, tengo un departamento que asear —Bufo.

Resopla —Juro, que me dan unas ganas tremendas, de irle a partir la cara de cerdo que tiene ese infeliz, pero los dos necesitamos el trabajo, así que lo haré para otra ocasión. Mientras tanto, vayámonos antes de que me arrepienta de ser tan buena persona.

Te odio, mi amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora