Capítulo 32.

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Le pedí a Bastian, que me dejará en el hospital. Estuve alrededor de tres horas con mi mamá, cada vez la observó un poco más enferma, y no me quedará otra opción más que pedirle dinero a Aaron, y sí se rehúsa en prestarme, estaré realmente jodida.

Masajeo mi frente, cuándo una enfermera se acerca a mí ---Disculpe, señorita, el Doctor Gonzalez, quiere hablar con usted.

Me dan ganas de soltarme a llorar en esté mismo instante, comenzará a presionarme para que de él anticipo de la operación, y no se qué demonios le diré.

Le agradezco a la enfemera, y con miedo empiezo a caminar hacía su consultorio.

Prepárate para lo peor, porqué ese hombre está dispuesto a joderte.

Tocó varías veces antes de que el doctor me autorice pasar ---Tome asiento, Ariana ---Me dice, lo hago, pero antes cierro la puerta. Carraspea ---Acerca de la operación de tu madre...

---Por favor, no la cancele, no he conseguido tanto dinero, si me da algunos días más... ---Comienzo alterarme, con lágrimas en los ojos. Últimamente mi vida se basa en llorar.

---Basta ---Se afloja el nudo de su corbata ---Te ayudaré ---Abro los ojos a causa de la sorpresa ---La operare mañana mismo, por supuesto la cuenta seguirá pendiente.

---¿De ve-verdad? ¿Puede hacer eso? ---Le pregunto emocionada.

Bufa ---Claro que puedo, soy el director.

Trato de tragar el nudo que se ha instalado en mi garganta ---¡Gracias, Dios, muchas gracias! ---Me levanto y con lo estúpida que soy, mi primer impulso es darle un abrazo al amargado doctor, pero puedo controlarme ---Iré avisarle a mi mamá ---Asiente y hace una mueca que estoy segura pretendía ser una sonrisa.

***

Le llegue contando efusiva, pero enseguida me desánime al ver su estado. Mientras yo le decía mil palabras, ella sólo movía la cabeza.

---¿Quieres que te deje sola? ---Le pregunto cabizbaja.

---Sí ---Contesta simplemente. Me pongo de pie y empiezo a caminar hacia la salida ---Hija ---Me llama y me giro ---No olvides que te amo.

***

He pasado todo el día sentada en estás incómodas sillas, las enfermeras prohibieron ya que entre de nuevo a ver a mi mamá.

Estoy observando cómo las manecillas del reloj circular se mueven lentamente por la toda circunferencia, pasan exactamente siete minutos y trece segundos -- Lo sé, por que lo conté -- y mi celular empieza a sonar, mostrando el número de Aaron en la pantalla.

Pensé que ya no me llamaría.

Contestó después de unos segundos ---Necesito que vengas a mi departamento ---Dice firme ---Es referente al trabajo.

Y cuelga.

No me dio oportunidad de decir ninguna sola palabra, simplemente término la llamada.

Me despido de las enfermeras y nuevamente les digo que cualquier cosa me llamen, yo llegaré enseguida.

Tomó un taxi, quién minutos después me deja frente al edificio de mi jefe.

En la recepción esta el viejo Cristobal, cómo lo llamo la hermana de Aaron aquella vez.

---Buenas tardes ---Saludo educadamente --- ¿Puedo subir a ver al señor Gamez?

---Vaya señorita, no necesita autorización. Ya me dijo Aaron que a todas horas recibirá a su novia, y disculpeme por cómo me porte la primera vez, yo la confundí con otra persona, no sabía qué era la novia de mi muchacho... Y sí no es mucho atrevimiento, no lo deje nunca, aunque él no se ha dado cuenta, ni quiera aceptarlo, él es más feliz desde que está con usted.

Te odio, mi amor.Where stories live. Discover now