Capítulo 13.

8K 530 49
                                    

Observo extrañada la reacción de Aaron. Arruino un beso que quizá haya estado esperando por mucho, mucho tiempo.

—¡Ey, manzanita! —Me llama, Bastian, situándose al lado mío —¿Quién era ese? —Me pregunta de mal modo.

—Es mi jefe —Evitó su mirada al responderle, hace unos minutos estábamos apuntó de besarnos.

Pensándolo bien, ¿También evitare la mirada de Aaron?

Diablos, Ariana, ¿Qué pasa contigo?

¿Estuviste apuntó de besar a otro hombre, en menos de 12 horas, sin mencionar que los dos son terriblemente calientes?

Demonios, ¡Qué orgullosa estoy de mi!

Nah, mentira, la culpa me consume... Pero muy, muuuuy en el fondo.

—Bueno... Tengo que cumplir con mi deber —Añado cansada. Se qué mi comportamiento, puede ser un poco grosero, pero ni siquiera volteo para despedirme de él.

En un segundo estoy caminando hacia la puerta de la entrada, y al otro estoy entre los brazos de mi vecino, gracias al pequeño estirón que mi antebrazo sufre.

Pongo mis brazos en su pecho, mientras que los suyos están rodeando mi cintura.

—Creo qué me debes algo, manzanita —Dice, picaro. Mientras que yo solo cumplo con hacerle honor al sobrenombre que mi vecino me ha puesto.

—¿Yo? ¿Que? —Le preguntó ingenuamente, mientras qué pienso en una manera de deshacerme de su agarre.

Mi sonrojó aumenta, cuándo siento su dedo pulgar, rozar mi labio inferior.

—Esto... —Dice y yo lo observo confundida.

Siento sus labios unirse a los míos.

Me quedó estática, nerviosa.

Después de un momento, decido sacrificarme y corresponderle el beso.

Esta a punto de introducir su lengua en mi boca, cuándo me separó de él y en su descuido, me logro zafar de sus brazos.

—Me tengo que ir —Le digo, un poco incomoda.

—¿Quieres que venga por ti? —Se ofrece.

Niego con la cabeza —No es necesario...

Sonríe —Okey, en unas horas vengo a recogerte —Dice, se sube a su auto y se marcha.

Veo su auto dar la vuelta y no hago más que observarlo con la boca abierta.

Entro al bar y antes de qué llegue él primer cliente, veo que Aaron, esta regañando a todos los empleados, rápidamente me acerco.

—Carlo, cuándo doy una maldita orden, es para que se cumpla al pie de la letra. ¿Oh es qué no soy lo suficientemente claro? —Dice, Aaron, con voz dura.

Carló posa su mirada en mi, acusadoramente —Ella dijo que podía controlarlo... —Se excusa.

—No importa, lo que ella haya dicho, carajo, no estamos en la jodida primaria, para que culpes a los demás de tus errores...

Celina e Isaac, ven la escena con ganas de desaparecer.

Y yo, me siento jodidamente culpable, por él regaño qué esta recibiendo por mi culpa.

—Yo fui la que le insiste —Intervengo, ganando una mirada de sorpresa por parte de todos los presentes.

—No arruines más esto —Me dice Celina, entre dientes.

Te odio, mi amor.Where stories live. Discover now