Capítulo 34.

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La llamada de Alex me deja completamente presa del pánico, empiezo a temblar, presintiendo lo peor.

Aarón lo nota y me sostiene antes de que se me ocurra desplomarme —Tranquila, todo estará bien, vamos para allá —Me dice.

Caminamos hasta su carro y rápidamente cierra la puerta del restaurante, sin soltarme aún. Me abre la puerta de su coche y me ayuda a subir.

Enciende el motor y con nada metro recorrido, yo siento más miedo de llegar y encontrarme con lo peor.

Mis manos sudan de una manera incontrolable, trató de limpiarlas con el dobladillo de mi vestido pero gracias al estúpido temblor que me recorre, se convierte en una tarea imposible.

Aarón con su mano libre, sujeta mi húmeda mano —Tranquila, pequeña —Sencillamente no reaccionó a su lindo detalle, mi mente está completamente centrada a lo que le puede pasar a mi mamá.

Por Dios, no, qué esté bien, por favor.

Aarón se estaciona rápidamente en cuánto llegamos, sale corriendo del carro para ayudarme a bajar, cosa que agradezco. Caminamos de prisa los dos, hasta el ascensor, subimos hasta el piso donde se encuentra mi mamá, y de inmediato observó a mi mejor amigo, alterado.

Corro hacia a él, cuándo es consiente de mi presencia me sorprende con un abrazo y sus incontrolables sollozos —Ale-ex... ¿Qué le pasa a mi mamá? —Le preguntó entre lágrimas.

Se separa de mí —Yo estaba con ella, de repente dejo de hablar, su piel se puso más pálida... Pare-cía muerta.

Narra Aarón.

Un grito desgarrador se escapa de la garganta de Ariana, se tambalea a punto de desplomarse, mis sentidos se activan y logró sujetarla antes de que eso pase. Ella apoya todo su peso en mí, y esconde su cabeza en mi pecho, mientras siento mover su nuca en negación. Acarició su cabello con mi mano libre, tratando de reconfortarla pero es inútil, su llanto cada vez es peor.

Alzo la mirada, para aminorar un poco el dolor que Ariana me está contagiando.

Mi vista rápidamente se posa en Alejo, a quién hasta este momento soy consiente de su presencia aquí. Están exactamente en la misma posición que nosotros, Alexander tiene su cabeza escondida en el regazo de mi mejor amigo.

Mierda.

Esto no es exactamente una relación de amistad. Pero me niego a creer que ellos son... novios. No podría ser, he visto pasar mujeres por su cama cómo si fuera una pasarela. Su actitud es demasiado confusa y comprometedora.

Alejo siempre se ha referido mal sobre los homosexuales, yo prefiero pasar del tema, ni los repelo ni los apoyo, sencillamente no son un tema en el cual tenga interés de hablar.

Me deshago de mis pensamientos y me concentro nuevamente en el cuerpo de la chica que en este preciso momento necesita de mi apoyo —Ven, vamos a sentarnos —Le digo suavemente y con pasos pequeños la muevo hacia las bancas. Se sienta sin despegar su cabeza de mi. Sin dejar de llorar, sus sollozos son fuertes y dolorosos.

Sujeta con sus pequeñas manos, mi camisa —Por favor, Aarón... por favor, que no se muera —Logró escuchar qué dice.

Siento un vuelco en mi corazón, recordando que hace años estuve en la misma situación que ella —Shh, tranquila, cariño —Aprieto más mis brazos a su alrededor.

Los minutos pasan con una desesperante lentitud, Ariana cada ves está peor, nuestros mejores amigos se encuentran igual.

Un doctor por fin aparece, se lo digo a Ariana y ella en seguida levanta la cabeza, separándose de mi cuerpo y poniéndose de pie —Doctor, ¿Cómo está mi mamá? ¿Está bien?

Él le sonríe tristemente —Hace un momento tu madre perdió sus signos vitales, logramos restablecerla, pero... no durará mucho así. Su corazón ya está muy débil, es mejor qué se vayan a despedir de ella.

La rodeo rápidamente con mis brazos, y empezamos a caminar a su habitación. La primera en entrar es ella, conmigo a su lado.

Paloma tiene una sonrisa en su rostro —Qué bueno que llegaste hija —Le dice con voz calmada —Sólo faltabas tú.

Se aleja de mí y empieza a caminar hacia la camilla —¿De qué hablas mami? —Le pregunta con voz ahogada una vez que está a su lado.

—¿Qué no ves a tus abuelos? Dicen qué me tengo qué ir con ellos...

Ariana cierra los ojos un momento, dejando que miles de lágrimas más se desplacen por sus mejillas. Sujeta la mano de su mamá y se la pone en su barbilla —La abuela Elena y mi abuelo José, están en el cielo mamá.

Su mamá niega con la cabeza —Claro qué no, están aquí a mi lado... dicen qué hice un buen trabajo contigo, qué eres hermosa...

Suelta un sollozo —No digas eso, mamita, ellos no están aquí.

Su mamá le sonríe —Que si, mi amor, vinieron por mí.

Ariana, niega con la cabeza repetidamente —Diles qué no, mamá, qué yo te necesito aquí.

He derramado varías lágrimas, estoy seguro que Alejo está igual de afectado, y ni hablar de Alexander.

—No puedo hacer eso, mi niña, ya es hora.

Llora con más intensidad —Mamita, ¡No! Yo te necesito, soy una cobarde, no puedo quedarme sola, tú-tú me lo prometiste, ¿No te acuerdas? Tú me dijiste qué no me ibas a dejar nunca... tenemos muchas cosas por cumplir juntas, mami, por favor —Se lamenta.

—Alex, mi amor, acércate —Lo llama, Paloma.

Hace lo que le piden y se inclina al lado contrario de dónde se encuentra Ariana y sujeta su mano libre —Mi niño, tú vas a cuidar a mi hija, y apóyala siempre, qué haya hará lo mismo por ti, gracias por convivir conmigo, niño revoltoso —Lo llama y todos soltamos una risa llena de melancolía —Y si tus padres no te lo dijeron, te lo diré yo... nunca dudes de la belleza de tu alma, cariño, de la buena vibra que transmites siempre, estoy orgullosa de ti, hijo —Se gira hacia Ariana nuevamente —Y tú, mi vida, pase lo que pase, encontrarás la fuerza para salir adelante, no sufras por mi, mi amor, piensa qué ya estoy mejor, lamentó dejarte, mi niña, pero me di por vencida. Estoy orgullosa de la gran mujer en la que te convertiste, me voy feliz, sabiendo que te dejo en manos de hombres que te quieren —Me dirige una rápida mirada —Te amo.

De un segundo a otro la habitación queda en silencio. La voz de Paloma se detuvo. Los sollozos se quedaron atorados en nuestra garganta.

Y entonces lo sabemos.

Paloma Villegas ha fallecido.

***

He actualizado muy rápido últimamente, no ha pasado ni una semana desde la última vez que lo hice.

Y eso es porque tengo un especial esmero en terminar pronto la novela, aún no se con exactitud cuántas capítulos subiré más, pero no serán muchos.

Tengo en mente un nuevo proyecto, que me entusiasma mucho, pronto les diré de qué trata, espero contar nuevamente con su apoyo, son l@s mejores.

No olviden decirme qué les pareció el capítulo, recuerden que sus opiniones son muy importantes.❤️

Nos leemos pronto, mis bebés.

Te odio, mi amor.Where stories live. Discover now