His. -Capitulo 35

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Capítulo 35- ¿Volvemos a eso, amor?

Falta sólo una semana hasta la graduación. Por fin, me iba de la escuela. Lo esperaba con todas ansias y estoy segura de que Kyle también.

Sólo faltaba un mes para Navidad, y yo estaba muy emocionada por eso también. No podía esperar para darle a mi padre una gran Navidad, y yo estaba más que feliz porque la pasare con Kyle.

Estábamos viendo el partido de fútbol en la tele, mi padre estaba sentado en su sillón con una manta azul envuelta alrededor de su cuerpo y Kyle y yo sentados en el sofá con una manta roja alrededor de nosotros, yo estaba abrazada su cuerpo.

Kyle y mi padre hablaban sobre el fútbol y todo eso que no quería saber.

Mi padre empezó a reírse de un comentario que Kyle hizo, y fue genial verlo feliz. Agarré la pierna de Kyle por debajo de la manta para mostrarle que estaba agradecida.

Yo no podría haber hecho nada sin Kyle, realmente era un ángel, para mí y para mi padre.

-¿Que pasa? -Kyle me susurró al oído mientras mi padre seguía viendo el partido. Le di un beso en la mejilla.

-Gracias. -Fue mi única respuesta.

-¿Por qué?

-Por estar aquí. -Le dije mientras Kyle se acurrucó más cerca de mí.

-Siempre estaré aquí. -Fue su respuesta. Sonreí ante eso.

Nos quedamos en silencio por un rato más, antes de que Kyle se movió incómodo y se levantó del sofá. Me tendió la mano y ladeó la cabeza hacia un lado.

-Solo coge mi mano. -Negó con la cabeza y rodo los ojos. Él aprendió de los mejores.

Obedecí y puse mi mano en la suya. Yo no sabía lo que estaba haciendo, pero me esperaba que fuera algo bueno.

Me levantó del sofá y me llevó a través de la habitación.

-¿Dónde van? -El pálido rostro de mi padre nos miró mientras caminábamos a la puerta. Se veía mal, y eso me duele, pero Kyle estaba aquí y siempre me sentía más fuerte a su lado.

-Voy a llevar a su hija a un lugar, espero que no le importe. No tardaremos demasiado tiempo. -Sin siquiera pensarlo dos veces, mi padre sonrió y asintió con la cabeza con aprobación. Kyle sonrió antes de proceder a tirar de mí a través de la puerta.

-Nos vemos en un minuto, papá. -Pare antes de que Kyle me sacara de la casa. -¿A donde vamos?

-Siempre estás tan llena de preguntas. -Escuché su respuesta. Resoplé.

-Kyle, vamos. -Gemí. -Dime dónde vamos. -Continué a lloriquear.

-No.

-Gilipollas.

-¿Volvemos a eso, amor?

Kyle-

-Por favor, sólo tienes que quedarte con la duda, por mí.

-Bien. -Suspiré con derrota. Ni siquiera me pongo a decir otra palabra.

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