•His- Capitulo 6

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Capitulo 6 - Sonríe por mi.

-¡Cali! -Mamá grito. -¡Cali!

-¿Que? -Respondí­  tirándome sobre mi cama. -¿Que quieres? -Pregunto enojada. Yo estaba pensando en Kyle y sus palabras, no sabía porque.

Sus manos estaban puestas sobre sus labios fruncidos.

-Eres muy grosera, Cali ¿Puedes ser más como tu hermana?

-¿Una puta? -Me burlé. Sus ojos arden con furia, yo sabía el mal vocabulario que usaba mi hermana con mi mama, pero después de todo ella era la niña chiquita diferente a mi.

-¡Ya basta! -Ella gritó, yo me reí­ en su cara. -¿Que hay dentro de ti?

-No una polla, pero Tammy te puede responder diferente.- Yo respondí­, mi mama sacudía su cabeza antes de entrar a la cocina, yo la seguí­.

Ella se gira rápidamente hacía mi, Tammy entro a la cocina y se sentó en la silla.

-¡Eres muy grosera con tu hermana, Cali! -Ella grita en mi cara, sus ojos se volvieron a tornar en furia. Tammy me miro acusadoramente.

-¿Que te dijo Cali sobre mi?

-Esta siendo muy repugnante contigo, muy. -Ella se puso triste de mentiras. Yo tosí­.

-Dios mío.- Murmuró en voz baja.

-Eres una perra.-Tammy grita mientras mi mamá asiente.

-Tu no deberías estar en esta familia, eres una desgraciada, una vergüenza.

-¿Yo una vergüenza? -Me apunte a mi misma. - ¿Sabes lo que ha echo tu preciosa hija? ¿Sabes que tu preciosa hija es la mayor puta que ha tenido este pueblo? ¿Al menos sabes que se follo al mejor amigo de tu marido? -Grite con furia.

No debí­a de haber dicho eso, era un de los secretos de Tammy, ella no sabía que yo sabía su secreto.

De repente una mano golpeo mi mejilla, no era Tammy. Era mi mamá, mi cara gira rápidamente, haciéndole daño a mi cuello en el proceso. Lagrimas salieron de mis ojos.

-Te lo tienes merecido, pequeña perra. -Ella dijo mientras curaba su mano. Tammy tenía su cabeza en la mesa mientras sollozaba de mentiras.

-Que te den, eres la mayor perra que he conocido en el mundo. Tu no eres mi madre, estas muerta para mi. -Dije con mucha furia y odio saliendo de mi boca. -Y Tammy, siempre estuviste muerta para mi, no tienes idea de quien es ella ¿Y te haces llamar madre? -Me burlé.

Me di la vuelta. Las lágrimas salían de mis ojos. Tengo que irme, no me puedo quedar mas. Salgo corriendo de mi casa hacía la casa de Kyle.

Necesitaba a alguien en este momento y a la única persona que puedo acurrir es Kyle ¿Por que? No lo sabía.

Tan pronto como él abrió la puerta corrí hacia sus brazos.

Odiaba mostrarme hacía las personas débil, pero ahora estaba muy mal para que eso me importara.

-¿Que pasa? -El preguntó acariciando mi cabello, yo sollozaba en su camiseta negra, lloré hasta quedarme sin lágrimas.

Él me alejo un poco para ver mi cara y mi cuerpo, para ver si estaba herida. Sus ojos se tornaron con rabia, de seguro vio la marca en mi mejilla.

-¿Que te hizo ese bastardo? -Yo negué con la cabeza. Él me limpio las lágrimas.

-Fue mi madre. -Empecé a llorar otra vez. Le conté a él todo, cada pequeño detalle.

-Y ella me dio una cachetada, me llamo perra. Le dije que ella estaba muerta para mi. -Sollocé. -¡La odio! -grite mientras lo abrazaba.

El me arrulló, me sacudía de atrás hacía adelante mientras yo lloraba. Tenía que parar de llorar, no quería esto.

-Lo siento mucho. No debería de molestarte con mis problemas.

-No seas tonta. -El enrollo sus brazos alrededor de mi cuello.-Estoy aquí­ para ti. -Me calmo, yo sacudí­ mi cabeza.

-No sé que hacer.

-Estoy muy enojado, debería de ir a tu casa y decir lo que pienso. -Su cuerpo estaba estremecido, lo trate de calmar.

-No hagas nada. -Susurré, él suspiró.

-Bien.

-Gracias. -Me aleje un poco para poder ver sus ojos, los más lindos del planeta.

-Por favor, sonrí­e por mi, no te quiero ver triste, estas rompiendo mi corazón. -Él frunció el ceño y le di una pequeña sonrisa para tranquilizarlo.

Su declaración me sorprendió. Sabí­a que solo trataba de ponerme feliz.

-Estoy bien, lo prometo. -No sabí­a si estaba siendo sincera.

Se suponí­a que ella era mi madre, ella me dio a luz. Soy su hija y ahora ella me trata como un pedazo de mierda en el piso. Era una mala, manipuladora mujer. La odiaba. No debería y tampoco tener que decir esto, sin embargo lo hago.

-¿Que me dices sobre chocolate caliente? -El pregunta dulcemente. -Hago el mejor chocolate caliente que existe, si eso te hace sentir mejor. -El sonríe a lo que yo sonrío también y asiento con la cabeza.

Él me recogió dentro de sus brazos, y esta vez no hice nada para retenerlo. Estaba muy agotada y disfrutaba mucho de la compañía de Kyle.

De hecho estaba siendo muy dulce conmigo. Estaba siendo una caballero en este instante. Tal vez debería entenderme con Kyle.

Me sentó en la isla de la cocina, mis piernas quedaron colgando y yo las balanceaba de un lado a otro. Lo vi moverse, sus biceps se abultaban cada vez que se movía.

-Aquí tienes. -Situó el plato al lado mío, al probar el chocolate mis labios entraron en satisfacción.

-Esta delicioso. -Él rió.

-Lo sé. -Gemí a la misma vez que volví­ a tomar el líquido caliente.

-Desearía que no hubieras gemido, mujer. -Me dijo.

-Lo siento. -Reí.

Cuando termine de tomar de mi copa, él me volvió a cargar.

-¿A donde vamos? -Preguntó.

-Mi habitación, ahí te quedarás.

-Pero..

-No tomaré un no como respuesta, deberías quedarte. No te permitiría que te vayas a tu casa con tu mama.

-Bien.

-Bueno. -Él dijo, me tiro a su cama y yo reí. Él suspiro y después me tiro una camisa y unos boxers.

-Gracias. -Sonreí­.

-Date una ducha.

-Siempre mandando. -Respondí juguetonamente.

-Siempre.

His (Español) Where stories live. Discover now