Mis dos chicos.

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Dormí unas escasas tres horas. Me levanté y me duché para ir a la escuela. Ese día era el anuncio, sabría si había pasado. Esperaba que así fuera.

Usé unos pantalones negros ajustados, una camiseta sin mangas algo transparente de color gris, converse y un gabán negro. Un poco de rímel y brillo labial. Me dejé el cabello suelto y algo despeinado. Tomé mi mochila y bajé a la cocina. Tomé un poco de leche directo de la caja y una tostada. Lavé mis dientes y me encaminé a la escuela.

Mi mente estaba despejada, estaba relajada efectos de Malik. Entré a la escuela y fui directo a la cartelera, varios de mis compañeros de danzas estaban allí. Me abrí paso entre ellos y busqué mi nombre…

¡PASÉ, PASÉ! Me ahorré un ataque al corazón y salí de entre los cuerpos. Corrí hasta mi clase. Aún tenía algo de tiempo, así que le mandé un texto a Ed:

–Pasé amor! ¡Pasé a la próxima ronda!

–Lo sabía, te lo dije preciosa. Eres muy talentosa :) Felicitaciones! Esta noche celebraremos ¿?

–Por supuesto, soy toda tuya.

–Paso por ti a la escuela.

El maestro entró e inició la clase. Zayn no se sentó en la silla atrás de mí, pero no me saludó ni me molestó. Estaba terriblemente calmado. Después de la calma llega la tormenta. No me preocupé, sería mejor para ambos mantenernos alejados, bueno, por lo menos para mí.

Cuando terminó la clase caminé hasta mi casillero. En el camino me encontré a mi maestra de danzas, me felicitó y me dijo que para el miércoles debía tener una coreografía para presentar en la ronda final. Eso me preocupó un poco, pero ya tenía la canción –la que Ed había escrito–, sólo tenía que crear pasos para la hermosa canción, y conseguir el vestuario adecuado.

Dejé algunos libros en mi taquilla y fui hacía la cafetería para un desayuno más decente, tenía el tiempo suficiente para un sándwich y una bebida. En el camino alguien me haló del brazo y me escondió en el salón de artes. Ese alguien era Zayn.

–Hola –sonreía maliciosamente. Sabía que algo tramaba.

–Hola –dije con mi tono de que–carajos–estas–haciendo.

–Felicitaciones.

–Oh! Gracias –sonreí–. ¿Cómo supiste?

–Está en la cartelera, y sabía que pasarías.

–Gracias –me sonrojé.

–Te tengo un regalo por pasar.

–¿Un regalo? –pregunté confundida, él nunca me había dado nada.

–Sí. Cierra los ojos.

–¡No!

–Vamos, ¿desde cuándo me temes? –desde que actúo irracionalmente cuando te me acercas.

No te temo –cerré mis ojos.

Sus manos me tomaron de las caderas y fueron bajando hasta mis piernas; su simple toque enloquecía mi sistema nervioso. Paró en mi tobillo, sentí algo frío.

–¡Listo!

Abrí los ojos, levanté mi pie en el aire y noté una hermosa pulsera delgada de plata. Tenía un dije, la silueta de una bailarina y un pequeño cascabel. Al mover mi pie sonaba un pequeño tintineo. Era hermosa.

–¡Zayn, es hermosa! ¡Me encanta! –Me lancé a sus brazos –Gracias.

–De nada –me separó despacio.

–Creo que es hora de que vaya a clases…

–Eso creo –me miró fijamente, y me hechizó. Me acerqué y le doy un beso en la mejilla.

–Te…veo luego –salí lo más rápido que pude.

El día se pasó más rápido de lo que esperaba. Pronto estaba en los brazos de Ed en la puerta de la escuela. Me alzó, me daba vueltas y yo reía.

–Sabía que lo lograrías. Felicitaciones –sonreía, se acercó y me besó. Sus besos no son los mismos que los de Malik.

Cuando nos separamos me di cuenta que Zayn estaba a unos pocos metros viéndome fijamente. Estaba muy avergonzada con él, pero no entendía por qué. Después de todo él no quería nada conmigo, y yo no podía obtener de él nada más que sexo.

Caminé con Ed hasta su auto. No sabía a dónde íbamos, pero estar con él me mantenía calmada.

Ed cubrió mis ojos con una pañoleta, hasta que llegamos a algún lugar. Subimos por un ascensor y luego salimos por una puerta. Cuando me quitó la venda me di cuenta que estábamos en un mirador, había una mesa con velas, rosas rojas y un par de platillos cubiertos.

–Ed…

–¿Te gusta?

–¡Me encanta! No debiste…–le sonreí.

–Claro que debía, eres mi novia y mereces lo mejor.

Creo que fue la velada más hermosa del mundo entero. Primero comimos un poco mientras charlábamos. Después Ed cantó para mí “Give me love” de nuevo –fue tan hermoso como la primera vez–, y finalmente después del postre bailamos un poco. Fue romántico, dulce, amoroso… perfecto.

Para finalizar con broche de oro me dejó en casa temprano para que pudiera preparar mi nueva coreografía. No le puedes pedir un mejor novio a la vida Marie.

Después de cambiarme a ropa más cómoda, busqué mi iPod, donde Ed me había guardado su canción, y empecé a crear… Lo que no esperaba era que ninguno de los pasos me saliera bien. Estaba bailando torpemente, como nunca antes. Pronto ya estaba con los nervios de punta y a punto de suicidarme por no estar lista.

Necesitas a Malik me soltó mi mente, y a pesar de que quería negarlo no pude. –Él no te quiere Marie –me repetía, pero yo parecía no entender.

Subí el volumen de la música, miré a mis pies y vi su regalo. Sonreí como una tonta y de la nada los pasos empezaron a fluir, a ser coherentes y lucir hermosos. Ya no lo necesito –le escupí a mi mente burlándome.

Pero lo que yo no sabía era que olvidarse de él no sería tan fácil…

I Knew You Were Trouble. [Terminada]Where stories live. Discover now