Última noche.

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–Eso espero. Gracias por venir Zayn.

–¡Marie! ¡Marie! –mis amigos y Ed se acercaron rápidamente a mí y e envolvieron en abrazos alejándome de Zayn.

–Estuviste fabulosa mi amor –Ed me cogió en brazos y me besó frente a todos.

–Amiga, fue lo más hermoso que he visto –dijo Luisa alejándome de mi novio y envolviéndome hasta casi dejarme sin aire.

–Gracias, gracias de verdad.

–Jo casi llora –dijo Niall. Jo golpeó su costado sonriendo.

–Me ha encantado, es solo eso –soltó la mano de Niall y me abrazó–. Seguramente pasarás.

–Esperemos que sí.

En ese momento Zayn se acercó a mi oído: –Nos vemos esta noche en tu habitación –me dio un beso en al cuello y se fue.

–¿Vamos a celebrar? –Preguntó Ed–. Yo invito.

–Amor, estoy muerta… ¿podríamos dejarlo para el fin de semana? Mis padres no están y quiero estar en casa.

–Oh! Claro amor, perdóname. Olvidé lo de tu abuela por un momento.

–No hay problema. ¿Me llevas a casa? –pedí mientras tomaba mis cosas y mi mochila.

–Por supuesto. Vamos –agarró mi mochila y tomó mi mano.

–¿Cuándo dan los resultado Marie? –preguntó Niall a mis espaldas.

–El lunes. Ojalá pase…

–¡Lo harás! –gritaron todos al unísono. Eso me animó bastante y sonreí.

Cuando estuve en mi habitación de nuevo, puse la tina a llenarse y me lancé a mi cama. En mi celular tenía un mensaje de mis padres deseándome lo mejor y esperando volver a casa en una semana y media.

Estábamos a mitad de semestre. Las semanas se irían volando, y si pasaba para la beca pronto estaría en Nueva York con Ed lejos de todo y de todos. Voy a extrañar a mis amigos.

Entré al baño, me deshice de toda mi ropa y me sumergí en el agua esperando que me relajara y borrara todo lo que me agobiaba en ese momento. Beca. Padres. Ed. Zayn. Nueva York. Amigos.

El olor a rosas que desprendía el agua de burbujas me hizo caer en un leve estado subconsciente muy agradable. Cuando menos lo esperé escuché un sonido en la habitación. Primero pensé que podría ser un ladrón, pero luego recordé que Zayn había quedado de pasar por mi casa. ¿Tenía mi respuesta para Zayn? Sí. Era tan sencilla como un: Basta, apenas me gradúa aquí no quedará nada. Final de todo.

Pasó por la puerta del baño, supongo que siguiendo la música clásica que liberaba mi celular. Llevaba una camiseta negra, una chaqueta de jean, pantalones negros ajustados y zapatillas negras. Estaba tan despeinado como me gustaba y dibujó una pequeña sonrisa pícara cuando me vio en la tina.

Se acercó y se sentó en el borde con cuidado. –Hola.

–Hola –le sonreí, por qué, no lo sé.

–Se nota que estas agotada…

–Sí, fue un día largo –afirmo casi en un suspiro.

–¿Algo que pueda hacer respecto a eso? –levantó una ceja tratando de esconder las intenciones que tenía con la pregunta.

Me lo pensé un momento y llegué a la conclusión de que una buena manera de decirle adiós a todo ese embrollo, era estar con  Zayn por última vez, y luego soltarle la noticia.

–¿Me sacas de este lugar? –si estoy fuera de casa será más fácil. Podré concentrarme, decirle mi decisión y después escapar a mi hogar.

–Andando preciosa.

Apenas concluí mi baño, me puse un vestido corto primaveral de color azul pastel; baletas blancas y un abrigo. Dejé mi cabello suelto y no me maquillé demasiado, algo muy natural en realidad.

Zayn observó todo el proceso desde mi cama, donde parecía estar bastante cómodo. Al estar lista lo arrastré de la mano hasta la puerta. Recuerda pedirle la llave de repuesto.

En la acera de enfrente estaba una moto, la misma que creí atropellar una vez…. Debía haberlo supuesto. Me asustó un poco subirme, pero apenas estuve arriba y me sujeté fuerte del torso de Zayn, todo pareció mejorar.

–¿A dónde vamos? –logré preguntar justo antes de que el rugido de la moto llegando a la vida me silenciara. Zayn no me respondió y no me quedó más remedio que aguardar.

Nos detuvimos en las colinas de la ciudad. Se podía ver toda el valle en millones de luces. Para ser sincera fue un estilo muy de película lo que escogió Zayn, pero me pareció adecuado. ¿Adecuado para una despedida Marie? –me soltó mi subconsciente. ¡Sí, es una despedida!

–Vamos… –me ofreció su mano. La tomé y empezamos a subir por un camino de piedra. No sabía a dónde íbamos hasta que llegamos a la base de un árbol. –Mira arriba –me dijo cuando vio que no entendía nada. Sobre nosotros estaba una casita del árbol.

I Knew You Were Trouble. [Terminada]Where stories live. Discover now