Mi dueño.

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Saludo con un hilo de voz al hombre alto y castaño que está frente a mi sosteniendo una maleta de ruedas. Es otro invitado. ¿Por qué no le pude atención a Luisa cuando estaba mencionando que mis dos ex novio, el que odio y el que no, iban a estar presentes en su boda? Ah sí, no lo hice por estar distraída viendo a mi sensual novio haciendo abdominales. El mismo novio que ahora es mi prometido y que en un rato en cuanto vea a Liam va a estallar en una explosión de celos.

Me hago a un lado y lo dejo pasar sin saber si debo saludarlo normalmente o pegarle por lo que nos hizo a Zayn y a mí delatándonos en la academia. Pasa a la sala, deja su maleta a un lado y se acerca con toda la intención de abrazarme. Lo dejo hacerlo sólo por decencia.

Susurra en mi oído algo que no pensé que escucharía: –No sabes cómo te he extrañado. De verdad lamento lo que pasó en la academia, pero lo hacía por tu bien. Ahora que no estás con él deberíamos darnos una oportunidad.

Estoy en shock, me muevo en sus brazos hasta zafarme. Al parecer cree que he terminado con Zayn. Lo miro directo a los ojos y peino mi cabello con mi mano derecha, la misma mano en donde tengo mi anillo de compromiso. –No voy a volver contigo. No va a pasar, yo estoy con…

–Conmigo –dice Zayn entrando a la sala. Alguien está muy molesto. Creo que entre Liam y Ed, prefiere mil veces a Ed. (Más ahora que sabe que tiene novia).

–Zayn –la voz de Liam suena seca y frustrada. Ahora sabe cómo me sentí en cuanto me dejó.

Hago sonar mi garganta y me acerco a mi prometido. Me sujeta con fuerza de la cadera y mira en son de desafío al castaño. Es muy probable que pueda medir la cantidad de energía –no muy positiva– que está surgiendo de estos dos hombres. Quisiera decir que es gracioso y hasta divertido que dos hombres peleen por ti, pero conociendo a Zayn como lo conozco sé que esto no llevará a nada bueno. Respiro con pesadez y me llevo a mi novio de la mano antes de que arruinen la boda de mi amiga y las fotos en donde espero la cara de todos los invitados salgan de portada de revista.

Oigo a Liam subir por las escaleras con su maleta e intento calmar a Zayn llevándolo hasta nuestra habitación.

–¿Esto es alguna clase de juego macabro que planeaste con Luisa? –pregunta con ese tono amargo que no me gusta oír.

–¡Claro que no! No tenía idea de esto. ¿Tú crees que quiero ver a Liam después de lo que pasó en NYC?

No sabe que responder, porque lo que digo es la verdad. No tolero a Liam cerca. No lo quiero cerca y Zayn debe entender que estamos comprometidos y que no voy a dejarlo por nadie.

–Zayn… –susurro–, yo te pertenezco a ti. Este anillo de aquí es la prueba para el mundo, y lo que siento aquí –tomo su mano y la llevo a mi corazón– es la prueba para ti. Ni Liam, ni Ed, ni nadie va a alejarme de ti. ¿Está bien?

Asiente, tira de mi mano y me besa. Hasta que lo entendió. Zayn listo, aún debo hablar con Liam; hay algunas cosas que quiero dejar claras con él. No sé si notó el anillo, pero me encargaré de que le quede claro que tengo dueño y que entre nosotros nada va a pasar.

Dan las siete y salgo a la sala de estar. Solamente Ara está lista. Chicas…

–Te ves muy linda, Marie –dice con una sonrisa.

–Gracias, también tú –lleva un vestido agua marina con accesorios y tacones dorados que combinan con su cabello. Es una chica esbelta y hermosa, ya veo porqué Ed la escogió.

–¿Puedo preguntarte algo? –me siento en el sofá junto a ella y asiento. –¿Qué se siente?

–¿Qué cosa? –me responde con un suspiro que quiere sabes qué se siente ser amada y que un hombre te mire como me mira Zayn. Con tanto amor, tanta necesidad y al mismo tiempo deseo. Qué se siente estar realmente enamorada y saber que has encontrado a la persona adecuada, con la que quieres pasar el resto de tu vida.

Sus palabras mueven algunas fibras sensibles en mí y me hacen sentir como la hermana mayor aconsejando amorosamente a su hermanita. –Se siente… natural, como si todo fuera más sencillo al estar con él. Cuando te ve puedes ver tu reflejo y una parte de ti en él. Cada vez que lo besas sientes que tu cuerpo reacciona a él, que dependes de tenerlo para ser feliz –digo con aires de poeta, pero más con toda la sinceridad que mi corazón tiene por Zayn.

No entiendo el por qué me pregunta eso, acaso no está enamorada de Ed, Ella debería saber lo que se siente tanto como yo. Ed es una de esas personas que no necesita esforzarse para que lo amen ni para amar.

Le traslado la pregunta a la chica de linda sonrisa. –Yo sé que Ed está enamorado de mí, pero es mi primera pareja y quiero estar segura de que estoy haciendo lo correcto. Ya sabes él es una estrella en ascenso y no quiero arrepentirme de algo que hice o dejé de hacer. Quiero hacerlo feliz sobre todas las cosas…

–Él lo merece –concluimos ambas al mismo tiempo. Nos reímos y asiento. Yo también quiero que Ed  sea feliz, y algo me dice que con Ara será más que dichoso. Mi pelirrojo ha encontrado el amor. Lo perdono por no habérmelo contado sólo porque su novia es una excelente persona y hasta mi amiga.

Charlo con Ara por media hora antes de que todas las chicas estén listas. En la limosina vamos a ir Luisa, Ara, Jo y yo, ya que las demás invitadas llegarán directamente al lugar. Los chicos irán en la camioneta de Harry pues la limosina les pareció exagerada. Es exagerado. Al parecer Zayn, el padrino y encargado no va a tomar nada de licor para poder traerlos de regreso sanos y salvos.

Envío a las chicas a ala limosina. Mi novio está de pie en la puerta observándonos, corro hasta él con mis tacones –mala idea–, y llego hasta él. LO abrazo, beso sus labios y susurro de manera seductora: –Más te vale llegar a las dos… –sonríe y me deja ir guiñándome un ojo.

Subo a la limosina y la fiesta oficialmente inicia…

La fiesta de solteras es lo más loco que puedo presenciar. El hecho de que seamos aún muy jóvenes lo hace más divertido. Gracias al cielo ninguno de los chicos que hacen striptease apara Luisa es de mi agrado y sólo me dedico a observar y reírme como oca de las caras que hace mi amiga.

Apenas me tomo un margarita, ya que soy responsable de un grupo de chicas locas, jóvenes y ebrias. Las horas se pasan rápido tal cual me apetece. A la una treinta saco a mis amigas del lugar, agradezco al vigilante por ayudarme a meterlas a la limosina.

Llegamos a casa mientras me rio de las ebrias de mis amigas que catan a coro cualquier canción que se les pasa por la cabeza. Beben champan y salen por la claraboya gritándole al mundo que son las chicas súper poderosas. Por Dios, como las amo.

Bajamos del auto. Agradezco al conductor y veo a mis amigas ir arruinando el césped con sus tacones hasta llegar a la puerta de casa. La camioneta de Harry no está en el garaje. Empiezo a molestarme con el paso de diez largos minutos hasta que veo las luces acercándose. Sonrío y espero hasta que la camioneta se estacione. Se abren las puertas y bajan tres chicos ebrios y mi perfecto novio. Corro hasta su lado y salto para aferrarme a su cuerpo con mis piernas.

Sus brazos me reciben, me besa con una sonrisa en el rostro y empieza a caminar hacía la casa. –Esta noche eres mía –dice entre besos.

–Ésta y todas las noches que quieras –le respondo con la respiración agitada.

Antes de entrar en casa veo la mala cara que tiene Liam. No quiero decir que me alegro pero lo hago. Ahora está claro quién es mi dueño. Olvido todo lo que me rodea y me dejo llevar por mi prometido a la próxima galaxia una y otra vez.

I Knew You Were Trouble. [Terminada]Where stories live. Discover now