I Knew You Were Trouble. [Terminada]

Te amo.

–Estuvo delicioso. Gracias Zayn… –digo apretujando su mano en la mía, sonriéndole como una loca enamorada.

La cena fue realmente buena, todo estaba delicioso y el vino combinaba perfecto con los sabores. Las velas se fueron desgastando, llenando el ambiente de un rico olor a vainilla, y un calor relajante.

–Quería hacer algo especial esta noche.

–Todo está hermoso, está… perfecto.

–Gracias, sé que lo soy –se ríe sensualmente.

–Eres un tonto –también sonrío.

–Me adoras, admítelo –siempre tan arrogante.

Me levanto de mi lugar, rodeo la pequeña mesa, se acomoda hacía atrás en su silla y me siento en sus piernas.

–En serio gracias, por traerme, por la cena –acaricio su cabello–, por ser tan dulce, tan engreído –bajo por su mejilla–, tan sexy, tan… Malik –lo beso despacio, sin prisas.

Rodea mi cintura con sus –ahora más fuertes– brazos. Enredo mis dedos en su cabello, tratando de mantener sus labios cerca de los míos.

–¿Sabes por qué no preparé postre? –hasta ahora caigo en cuenta de que  realmente no comimos pastel, nada dulce, nada.

–¿Por qué? –tiento mi suerte.

Susurra sobre mis labios: –Hoy soy el postre…

Todo mi cuerpo reacciona a sus palabras, enviando escalofríos a todas partes, calentando mis músculos, dejando en libertad dragones en mi estómago y quitándome la respiración.

Me regala una sonrisa ladeada con intenciones muy placenteras ocultas. Nos levanta, llevándome como un bebé. Subimos por las escaleras, mientras sonrío y dejo besos cortos en su cuello y sus labios.

La enorme habitación nos recibe, me deja sobre mis pies y una idea algo pícara llega a mi mente. Antes de besarnos, lo detengo, tomo mi maleta y la llevo conmigo al baño.

–¡Ponte cómodo!

Uso mi uniforme de porrista, que había planeado usaren este fin de semana. Sé que le encantará mi sorpresa, y es porque le traerá muchos recuerdos, y la verdad es que a mí también.

Me dejo el cabello suelto, acomodo la minifalda y el top del uniforme. Sonrío como tonta al espejo enmarcado en madera oscura tallada.

Salgo a la habitación, está de espaldas, viendo por el ventanal que da al balcón. Lo abrazo desde atrás por la cintura, se gira y sus ojos me examinan primero con sorpresa y luego con muy malas intenciones. Todas mis terminaciones nerviosas despiertan al ser escrutadas por esos ojos de fuego que ya hace mucho me han quemado.

–Pero que novia más linda la que tengo –susurro sobre mis labios, me atrapa en sus brazos pegando nuestros cuerpos.

Me sonrojo ante sus palabras, sólo él puede hacerme sentir de esta manera, tan especial, tan linda y salvaje al mismo tiempo. Me pongo de puntitas y lo beso despacio.

Sus manos cubren la forma de mis caderas y muslos, mientras me hace retroceder hacía la cama. Es muy diferente esta situación a la primera vez, mi primera vez. Me siento querida y sé que no preferiría estar en otro lugar. Aquí con él es donde pertenezco, él es mi hogar.

Nos tumba sobre la enorme cama, me deshago de su camisa y sus pantalones con la increíble habilidad que he adquirido. Zayn sonríe de lado matando varias células de mi cuerpo por exceso de calor. Pieza por pieza nuestra ropa cae en el suelo alfombrado, y nos reciben las cobijas.