Los Cambios y La Fiesta

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Tras salvar al mundo de Ultron, los héroes más poderosos de la Tierra se separaron, pero ahora... ¡han vuelto!

En un solo año habían pasado muchas cosas, varias de ellas para mejor: Tony había regresado a los Vengadores con su novia Pepper y juntos restauraron la Torre Vengadores; Clint, su mujer Laura y sus hijos se mudaron a unos pocos quilómetros de la Torre para estar cerca de sus amigos.

Thor volvió a la Tierra junto a su nueva pareja, Lady Sif, y les explicó a sus compañeros midgardianos que Jane y él habían decidido quedarse en ser sólo amigos, pues con el tiempo, se habían distanciado.

Bruce también regresó, acompañado del amor de su vida, al que creyó perder después del accidente de los rayos gamma: Betty Ross.

Nick Fury, María Hill y el Dr. Selvig consiguieron reconstruir S.H.I.E.L.D y trabajaron en la búsqueda de soldados de HYDRA supervivientes y la reconstrucción de la ciudad de Sokovia.

Y por último, Steve y Natasha habían terminado el entrenamiento de Sam, Visión, Rhodey y Wanda. Cada uno de ellos había mejorado enormemente, sobretodo Wanda, que había conseguido superar la muerte de su hermano Pietro, aunque todavía lo echaba de menos.

Todos estaban felices de volver a estar juntos y el multimillonario planeó montar una fiesta en honor a su reencuentro. Todo parecía ir perfecto, excepto por una cosa...

Durante varios meses, Nat se había mantenido distante durante una temporada y apenas salía de su habitación. Sólo salía cuando había una misión o quería entrenar, pero eso era todo.

Y cada vez que lo hacía, siempre trataba de esconder su estado sonriendo y diciendo que estaba perfectamente bien, pero era más que evidente en qué estado se encontraba en realidad: triste, cansada, malnutrida y destrozada tanto física como mentalmente...

De verdad, daba muchísima lástima verla así.

Sus amigos estaban muy preocupados, especialmente Steve, quien había visto en primera persona cómo su compañera y mejor amiga se desmoronaba día tras día. Trató de hablar con ella varias veces, hasta le pidió ayuda a Clint, pero ella siempre huía cada vez que estaban a solas.

El soldado sospechaba de dos razones que explicarían el comportamiento y el cambio de humor de Nat: el ver a Bruce con otra mujer o el tener pesadillas de lo que Wanda le mostró durante la batalla contra Ultron. ¿O tal vez era por otra razón?

No lo sabía. Sólo sabía que odiaba verla así y estaba dispuesto a ayudarla a cualquier precio.

...

Por fin llegó el día de la fiesta. Tony y Pepper convencieron a Bruce y Betty de quedarse a vivir en la Torre y los ayudaron a preparar la bienvenida para el resto. Se habían puesto sus trajes más elegantes y veían cómo poco a poco su casa se llenaba.

Los primeros en venir fueron Clint y su familia; luego vinieron Steve, Natasha, los nuevos Vengadores y el otro amigo de Tony, Happy.

A continuación llegaron Fury, María y la agente Sharon Carter, quien hacía poco se había hecho amiga de los Vengadores. Más tarde llegaron Selvig, Jane y Darcy.

Y finalmente vinieron Thor, Sif y los Tres Guerreros: Fandral, Volstagg y Hogun, quienes ansiaban conocer a los nuevos amigos del Dios del Trueno y aprender las "costumbres" midgardianas en una fiesta.

Después de presentarse unos a otros y charlar durante horas, llegó el momento de la "cena familiar", como le gustaba llamarla Tony.

Más tarde, Clint y Laura se marcharon a casa con los niños durmiendo tras tanto jugar. Mejor así, ya que evidentemente Thor no pudo resistir traer hidromiel para compartirlo con su familia.

Como todos lo pasaban bien, riendo felices y hablando sin parar, nadie se fijó en que Tasha se había ido. Bueno, nadie... salvo Steve.

La buscó por toda la sala, hasta que vió una melena roja apoyada en la barandilla del balcón. Parecía perdida en sus pensamientos, o eso es lo que pensaba el soldado.

-¿Por qué no estás dentro? -le preguntó ella sin girarse.

Steve sonrió ante la habilidad de su amiga de escuchar atentamente cuándo alguien se le acercaba por detrás. Se puso a su lado, observando la ciudad.

-Te estaba buscando.

-Pues ya me has encontrado, ¿qué quieres? -su voz sonaba diferente a las otras veces que habló con ella. Esta vez parecía aburrida y apagada.

-Sólo quería saber cómo estabas.

-Ya te lo he dicho cientos de veces, Rogers. Estoy...

-¿De verdad crees que me voy a tragar lo de "estoy perfectamente bien"? -le interrumpió serio- Será mejor que te inventes otra excusa, porque esa ya no funciona conmigo.

La Viuda Negra le miró y suspiró rindiéndose. Tenía que darle la razón a su compañero. Llevaba demasiado tiempo así y ya no había forma de ocultar su depresión.

-Escucha, si es por Bruce o por lo que sea que te mostrara Wanda, debes recordar que no eres la única que se siente igual. Recuerda que yo también pasé por lo mismo.

Natasha sabía a qué se refería: Peggy Carter.

Había sido el primer amor del supersoldado, pero el estar congelado durante 70 años, le hizo perder su oportunidad de cumplir su sueño de ser feliz y formar una familia. Ella también había abandonado ese sueño después de lo que le hicieron en la Sala Roja.

-No es por él, ni por lo que me mostró Wanda -le dijo tratando de apartar la mirada de esos ojos azules hipnotizantes- Me alegra que Banner haya logrado encontrar el amor, y ya he perdonado a Wanda por lo que hizo. Así que no digas que sabes cómo me siento, por no tienes ni idea.

Steve se quedó pensativo unos segundos.

-Tienes razón. No sé lo que te pasó, y no me importa- esto sorprendió a la pelirroja y volvió a mirarle- Lo único que sé, es que todos tenemos un pasado del que a veces no estamos orgullosos y nos cuesta superarlo, pero hay una manera de superarlo.

Señaló volteando a la sala, donde todos continuaban hablando.

-Ellos han cambiado mi vida y, a pesar de nuestras diferencias, soy feliz de tener a esta loca pero maravillosa familia -esto último lo dijo con una pequeña risa y Natasha le imitó.

De repente, sintió que las cálidas manos de Steve tocaban las suyas y se alarmó. Observó fijamente los orbes azules que tanto adoraba ver y se quedó paralizada.

¡En serio, ese soldado estaba destruyendo cada uno de los fríos muros que protegían su frágil corazón, y ella no podía hacer nada para impedirlo!

-Tú formas parte de esta familia, Nat. Mi familia. Y odio verte así. Todos están preocupados por ti y quieren ayudarte porque te aman. Yo también lo estoy y sólo quiero que vuelva la Natasha Romanoff a la que tanto admiro.

La espía estaba teniendo una batalla en su interior. Por un lado quería huir y alejarse lo más lejos posible de él, pero por otro quería quedarse en esa misma postura, a pocos centímetros de su hermoso rostro.

Por desgracia, regresaron eses malditos pensamientos.

"El amor es para niños" "Él se merece a alguien mejor que yo" "Soy un monstruo y una asesina; en cambio, él es la viva reencarnación del bien y un signo de paz".

Al instante, se separó de él de un empujón y salió corriendo, dejando al rubio confuso y triste.









Los Mellizos Rogers (INACABADA)Where stories live. Discover now