Capítulo 30

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Jacob Breidan

Sin duda han pasado muchas cosas estas semanas, Fueron unas pocas semanas que he vivido.

Mason volvió de él ejército, se re encontró con su familia y su novia.

Al fin pude conocer la hija de Mason. Esta hermosa, es una bella bebe de ya el año y meses.

En unas semanas cumpliría los meses y le querrían hacer una mini fiesta por el tiempo perdido en el que no estuvo su papa Mason.

Estuvo en contacto con su pareja y su hija vía Skype todos los días, por cartas y mensajes.

Me llegue a enterar por los padres de mason que había venido varias veces que pudo escaparse con permiso para ver a su pareja e hija.

Siento feo que no pudiera tener tiempo para verme, pero realmente nunca estuve aquí, ni tiempo tenia para esos péquelos detalles. Si me busco y no me encontró tal vez fue esa la razón por la que nunca me di cuenta.

Constantemente estaba de viaje, con Marcus. Que fuimos a la playa, a disneyland.

Sobre todo, que pasé mucho tiempo viviendo con él en su departamento, por alguna razón nunca pude ponerme en contacto con mason si él estuvo aquí.

Que lastima, pero igual él está aquí y re harán una fiesta a su bella hija llamada "Rachel Isabela".

Es bueno de pasar tiempo con mi mejor amigo, sus padres y su nueva familia.

Me alegro mucho por él, que haya conseguido esa felicidad que siempre quiso.

Aunque era una fiesta infantil para una bella niña de 1 año y meses.

La fiesta creo que no me hacía sentir bien.

Ver todo perfecto, me hacía sentir que mi vida carecía de amor y era patética.

Me senté en una silla de plástico y puse el vaso rojo de plástico con soda sobre la mesa.

Estábamos en el patio de la casa de los padres de Mason, toda su familia estaba aquí. Los padres de Madison, Mason, su hija. Todo esto me afectaba. Por alguna razón no podía tener mi versión feliz, mi pedacito de felicidad por alguna razón.

Puse las manos en mi cara, para poder secar el sudor, creo que necesitaba refrescarme.

Me levante para entrar de nuevo a la casa ya que en el patio hacía calor.

Subí las escaleras, fui directo al baño. Ya sabía dónde estaba, pues muchas veces había visitado a mason y tenía la confianza de poder ir solo sin pedir permiso.

La madre de Mason me quería como otro hijo más y a el papa de Masé, lo quería bastante era como el papa que nunca pude tener.

Éramos como hermanos.

Entre al baño y le puse seguro detrás de mí al entrar me recargué en la puerta dejándome caer lentamente hasta llegar al suelo.

Levante una pierna y me recargue sobre ella para levantarme y abrir las llaves de agua fría, para inclinarme y mojar mi rostro totalmente y poder sentir algo que me volviera a la vida.

De repente alguien llamo a la puerta.

―Voy, no tardo.

Alguien volvió a tocar la puerta, un poco más persistente.

―Jakey, estas bien.

Era la dulce voz de Mase, Mason así le decía yo.

―Sí, todo bien. ¿Porqué?

«Me enamore de un prostituto 3»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora