Capítulo 19: Push up

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-Vale, te veo pero no te oigo.

Vi como Raúl movía las manos, moviendo el ratón y entonces lo escuché diciéndome que tenía desconectado el micrófono.

-¡Hola! -me saludó con una sonrisa.

-¡Hola! -le devolví el saludo.

-Que morena estás, te sienta bien tomar el sol.

-No tengo muchas oportunidades de hacerlo en Londres. ¿Qué tal estás?

-¡Genial! -exclamó-. Oye, ¿dónde estás? Esa no es la habitación de tu padre.

-No, estoy en casa de mi prima. Mañana es el cumple de Dani y Lucy ha insistido en dejarme un vestido para la ocasión.

-Oh, ¿le vais a montar una fiesta?

-Bueno, hemos organizado una comida familiar, pero luego me llevaré a Daniel al centro para cenar solos -vi como mi mejor amigo sonreía ampliamente y tuve la impresión de que no tenía nada que ver con mis planes respecto a Daniel-. ¿Qué pasa, Raúl?

-Vale, no puedo guardármelo por más tiempo. Te voy a mandar una foto por facebook -dijo antes de empezar a mover el ratón y teclear en el teclado.

Sonó el pitido avisándome de que tenía un nuevo mensaje de facebook. Cliqué sobre la pestaña que tenía abierta y vi la foto que mi amigo me acababa de mandar. En ella salía una chica muy guapa, de nuestra edad seguramente. Estaba sentada en alguna cafetería con un refresco entre las manos. Era muy guapa, tenía el cabello castaño-rojizo y unos preciosos ojos grises que brillaban tanto como su amplia sonrisa.

-Es muy guapa. ¿Quién es? -pregunté volviendo a clicar sobre la ventana de Skype.

-Se llama Rose. Es mi novia.

-¿Tu qué? -pregunté sorprendida-. ¡No me habías dicho nada de ninguna novia! ¿Cuándo ha pasado esto?

-Hace unas dos semanas.

-¿Y en dos semanas no has tenido ocasión para decirme que tenías novia? -preguntó cruzándome de brazos.

-Lo siento pero quería darte una sorpresa. Resulta que estudia en nuestro mismo colegio. ¿Te puedes creer que jamás la había visto?

-Pues sí, porque yo tampoco la había visto nunca. ¿Cómo os conocisteis?

-Casi la atropellé con la moto.

Me quedé mirándolo por unos instantes, boquiabierta y sin saber qué decir. Raúl era el único que era capaz de casi atropellar a una chica y conseguir que aceptase salir con él.

-Eres mi ídolo -lo aplaudí-. Deberías darme lecciones de ligar.

-Tranquila, cuando rompas con Daniel volveré a conquistarte y no necesitarás ninguna clase -me guiñó un ojo.

-Raúl, no te pases que ahora tienes novia -reí.

-Hola, siento mucho interrumpiros pero he quedado con Lucas para ir al cine y a este paso no vamos a tener tiempo para probarte los vestidos -nos interrumpió mi prima entrando en su habitación.

-Lo siento Raúl, la plasta de mi prima no quiere que socialice -me giré y le guiñé un ojo a la castaña-. ¿Hablamos más tarde por whatsApp, ¿vale?

-Claro, tranquila. Luego hablamos. Me voy a la piscina con mi hermana. Te mandaré un mensaje cuando volvamos.

-Vale, ¡hasta luego! -dije y finalicé la videollamada.

Cerré la sesión de skype y de facebook y cerré la tapa del portátil. Me giré en la silla rotatoria y vi como Lucy había comenzado a dejar vestidos, blusas sin tirantes y minifaldas.

-¿Preparada? -preguntó emocionada.

-Supongo que sí -me levanté de la silla y miré toda la ropa que había dejado sobre la cama-. ¿Por dónde empiezo?

-Por esto -cogió una blusita blanca con una cremallera en la espalda y una falda de tubo negra con rombos blancos.

-No suelo ponerme faldas de tubo.

-Seguro que te queda genial, ah, y ponte estos -cogió unas sandalias con unos tacones de vértigo.

-Acepto ponerme la falda de tubo, pero alucinas si crees que me voy a poner esos tacones -dije mientras comenzaba a desnudarme.

Seguí poniéndome todos los conjuntos que me daba mi prima mientras ella me miraba desde su cama y me daba su más sincera opinión, y que conste, que mi prima no es de las que se corta un pelo cuando ve que algo te sienta mal.

Mi prima se levantó con una enorme sonrisa. Me había puesto un vestido gris, cortito, que quedaba por encima de la rodilla, y que tenía un buen escote. Me miré en el espejo de cuerpo entero que había al lado del armario. Tenía que admitir que me gustaba el vestido y que me quedaba bastante bien, exceptuando una zona.

-Me encanta como te queda -dijo Lucy situándose a mi lado.

-Ya, ¿pero qué hago con esto? -preguntó señalando mis pechos. Mi prima tenía un cuerpo envidiable, era delgada pero tenía buenas curvas, mientras que yo... bueno, digamos que mi torso superior se negó a desarrollarse a partir de los trece años.

-Ya... -se mordió el labio inferior-. Habrá que hacer algo. ¿Tienes algún sujetador con push up?

-Sí.

-¿Y te los has traído?

-Me he traído uno, pero no me lo pondré.

-¿Por qué? -frunció el ceño.

-Porque es amarillo fosforito -mi prima comenzó a reír como loca.

-¿Por qué demonios te compras un sujetador amarillo fosforito?

-Estaba muy rebajado -me encogí de hombros.

-Bueno, si te colocas bien los tirantes no se notará el color -dijo reprimiendo la risa-. Y seguro que a Daniel no le importará el color cuando te lo esté quitando.

-Serás... -cogí un vestido azul del suelo y se lo lancé a la cara.

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Capítulo super cortito, sí, pero no doy a más jajaja ¿Qué tal habéis empezado la noche? ¿Qué tal la celebración? Yo me siento un poco muerta jajaja

Recordad que a partir de la semana que viene subiré los martes y los jueves. Un pequeño adelanto: el martes volveremos a dar un salto al pasado...

Un beso enorme a todos. ¡Feliz año nuevo!

El amor conlleva sacrificioWhere stories live. Discover now