Carta de John a Sarah

60.5K 7K 518
                                    

Esta es la carta que John le escribe a Sarah antes de fallecer.

La he escrito en un mar de lágrimas... Estoy especialmente sensible.

Espero que la disfrutéis mucho.

-----------------------------------------------------

Querida Sarah;

Las palabras son sólo palabras. Los te quieros no sirven si no se acompañan de algo más.

Yo estaba muerto en vida. Convertido en piedra. Tenía los sentimientos congelados y día tras día me levantaba de la cama, me duchaba y me iba a trabajar, pensando que la vida no podía ofrecerme nada más. Tenía una hija que no sabía apreciar porque culpaba al resto del mundo por haberme arrebatado a mi esposa. Estaba tan enfadado con absolutamente todas las personas que no podía ni mirarme al espejo. Porque también me odiaba a mí mismo.

Ni la película más triste del mundo podría haberme hecho llorar. Es lo malo de estar congelado por dentro.

Pero entonces me gritaste. Te enfadaste conmigo. Te opusiste a lo que yo te pedía. Me hiciste reaccionar. Me retaste. Y yo acepté el desafío casi sin darme cuenta.

No me creerías si te dijera que me sentí terriblemente egoísta al descubrir que tenías a Rachel.

Me sentí mezquino y negligente. Creí que tenía los problemas más graves que se pueden tener. Me había sentido el centro de todas las desgracias hasta que gracias a ti, descubrí que se puede salir adelante habiendo vivido malos tragos.

Tú, que perdiste a tus padres, que cuidaste a tu hermana como a una madre, que peleaste cada minuto para estar a su lado.

Me diste una gran lección.

Me descongelaste.

Y por eso, por eso, Sarah... Me enamoré de ti.

Porque me devolviste lo más preciado que tiene todo ser humano: su sensibilidad.

Tú fuiste mi ejemplo. Cuando yo pensaba que nada merecía la pena... Qué digo, ni siquiera lo pensaba. Estaba tan absorto en mi existencia petrificada que ni por asomo fui capaz de darme cuenta de que estaba anestesiado frente a la vida.

Estos últimos años contigo hacen que ahora, pueda morirme tranquilo. Me has enseñado por qué estamos vivos, y espero, que tú seas capaz de recordarlo cuando me vaya.

Estoy seguro de que con tu fuerte carácter, no te dejarás hundir como lo hice yo.

Cuida de todos. Cuida de Carla, de Mary, de Rachel, de Molly... Y cuida de ti.

Te quiero, Sarah.

Rozando el cielo © Cristina González 2014 //También disponible en Amazon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora