Drama Queen

Capítulo 5: Taylor Creció, Mas No Maduró

Capítulo 5: Taylor Creció, Mas No Maduró

 

 

Taylor entró a su casa emocionada, esperaba encontrarse con su familia, pero no fue así, solo estaba Lenny acostado en el suelo de la sala de estar  mientras miraba el techo.

-        ¡Lenny! – dijo su madre emocionada y se acercó a él.

Lo tomó del brazo y lo obligó a ponerse de pie, sin embargo Lenny se reusaba a salir de su estado de flojera, pues se comportó como un muñeco de trapo y se dejó caer al suelo.

-        Lenny… ¡Rápido! Vamos al patio – dijo Taylor emocionada.

-        ¿Para qué? Puedo morir en cualquier momento y me gustaría más morir en la sala que en el patio.

-        ¡Deja de leer estupideces en internet! – le reclamó su madre y lo volvió a tomar del brazo para ponerlo de pie – tenemos que ir afuera, mira lo que le robé a mi compañero de la disquera – dijo con una sonrisa diabólica mientras mostraba una bolsa llena de fuegos artificiales – el muy pendejo me robó un muy buen cliente, así que yo le robé estos fuegos artificiales que puso sobre su escritorio.

-        ¡Genial! – dijo Lenny emocionado y corrió a la cocina por un encendedor mientras hacia una mirada traviesa, la misma que había heredado de su madre.

Eso sí, Taylor y Lenny compartían muchas cosas en común, aunque la verdad era que Lenny detestaba no estar cerca de Tábata, para él ella era su ídolo, pero como ella estaba en la escuela su madre era lo más cercano que tenía.

Fueron al patio, acomodaron los fuegos artificiales y los encendieron. Ellos veían de manera maravillada como las luces de véngala brillaban en el cielo.

-        Por cierto, mamá… ¿Cuál de todos tus compañeros de trabajo era el dueño de estas cosas? – preguntó Lenny.

-        De Andrew – dijo ella sonriendo con malicia.

-        Mamá… él es el vecino – dijo Lenny recordando ese dato.

-        ¡¿QUÉ?! ¡CARAJO! ¡Tienes razón! – exclamó Taylor asustada.

Ella giró con lentitud su cabeza a la barda del patio que daba con la del vecino, su vecino Andrew. Para su desgracia él estaba recargado viendo toda la diversión que madre e hijo compartían.