Capítulo 41: Y Esto Es Lo Mejor

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Capítulo 41:  Y Esto Es Lo Mejor

 

 

Tábata…

 

Cuando regresamos al hotel nos quedamos a descansar lo que nos quedaba del día para mañana salir temprano  de Nueva York y regresar a Seattle, la verdad es que me encanta Nueva York, cuando terminamos de dormir un poco nos bañamos y después fuimos a recorrer un poco la ciudad. Era súper genialosa, había muchísima gente por todos lados y muchísimos turistas, paseamos por Central Park y todo era simplemente genial, había gente leyendo, paseando a su perro, haciendo un picnic. Lo único malo que encontré es que todo era algo caro, así que tendré que buscar maneras de ahorrar para que me dure el dinero mientras esté estudiando aquí.

 

Luego de recorrer una zona muy poca de lo que es Nueva York, nos regresamos al hotel a empacar.

 

Estuvimos en la terraza del hotel esperando a que pasara el tiempo, yo me pintaba las uñas mientras veía series por Netflix, Talor continuaba leyendo Bajo la Misma Estrella mientras aguantaba las ganas de llorar, no sé por qué, pero bueno.

 

Llegó la noche y nos fuimos a dormir, a la mañana siguiente nos fuimos del hotel y en todo el camino Talor y yo nunca dejamos de charlar, hablábamos de cómo sería nuestra vida en la universidad y le pedía consejos de cómo zafarme de ir al campamento. La verdad es que no quiero ir, me puse a pensar mejor de lo que se hará y no quiero.

 

Hace años, cuando era pequeña, recuerdo que Talor y yo acompañamos a mamá al campamento porque fue a dejarle unas cosas a papá. Todos se veían fastidiados y enojados, supongo que papá debe de ponerse estrictos con ellos.

 

Apenas entramos a Seattle le pedí a Talor ir directo a casa de Jean para ir por Lenny y ya nos quedaríamos en casa esperando a que regresaran mis padres del campamento.

 

Cuando llegamos a casa de Jean vi que la puerta estaba rayada con un insulto y muy maltratada ¿Pero qué rayos pasó?

Toqué el timbre y nadie abrió. Volví a hacerlo y corrí con la misma suerte, no fue hasta la quinta vez que toqué el timbre y al fin la puerta se abrió.

Jean abrió la puerta y yo me giré a darle una mirada a Talor que me esperara. Él puso el auto en parking y yo miré con atención a Jean dedicándole una de las sonrisas que más le encantan.

Pero Jean me miraba enojado, decidí abrazarlo para que no estuviese así, pero apenas puse mis brazos alrededor de su cuello, él se zafó.

 

 

-        Ya vendrá Lenny – me dijo frío.

 

 

Estaba completamente confundida, ¿Por qué me trata así? ¿Acaso no me extrañó?

 

-        ¿Te pasa algo? – le pregunté.

 

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