Nadie Dijo Que Fuera Fácil

Introducción.

¡Tercera y última parte de la saga!
Primer libro: La Apuesta.
Segundo: Nadie dijo que fuera fácil.

Nadie dijo que fuera fácil, nadie dijo que las personas no cambiasen, nadie dijo que los problemas acabarían al terminar el dilema sobre el futuro de una empresa, nadie me dijo lo mucho que una persona puede sufrir por algo tan banal como lo es la fama.

NADIE DIJO QUE FUERA FÁCIL,
PERO SÍ, QUE VALDRÍA LA PENA.

*****

Leslie's POV (hasta que se indique lo contrario)

Dereck y Elizabeth ya se han ido, seguramente ni imaginen lo duro que ha sido para mí relatarles el como conocí a su padre, se han quedado con ganas de saber más, a mi también me hubiese pasado. Pero, si ya es duro relatarles la parte buena de la historia no podría imaginar como sería la mala.

Me levanto del sillón con pesadez y deambulo por el pasillo hasta llegar a las escaleras, las subo con cuidado, ya que un escalón está algo suelto a causa del desgaste, había vivido aquí casi doce años, cuando la vi por primera vez, no me podía creer que esa casa tan maravillosa fuese para nosotros solos, al terminar de subir la tanda de escalones, miro con seriedad la puerta del fondo, ¿será hora de enfrentarme al pasado? Me sigo acercando, ignorando por completo el resto de habitaciones que se extendían a lo largo del pasillo, una vez frente a ella, cerré los ojos, y dejé por unos segundos que los recuerdos golpeacen mi mente.

Decidida, después de la pausa, puse mi mano en el manillar, dispuesta a dejar salir los recuerdos que había dejado encerrados allí tras la marcha de Liam, los recuerdos, actuaban como fantasmas, atormentandome hasta la saciedad. Pero yo, realmente ya estoy cansada de eso y dudo firmemente poder seguir viviendo así, sobre todo, porque mis hijos no parecían estar dispuestos a aceptar un no como respuesta a la petición de terminar la historia, que, en un principio, se negaban a escuchar.

Ya estaba tomando el impulso que se requería para girar el pomo cuando el timbre suena.

-¡Por dios!.-Exclamo a modo de queja, mientras bajo los escalones tratando de evitar el escalón suelto.

Mientras bajo, me da tiempo de ver a través de la cristalera.

-¡Wow! Parece que por una vez en el canal 7 aciertan con el pronóstico del tiempo.- murmuro. Tengo que llamar a Brandon, no se lo va a creer.

El timbre vuelve a sonar avisandome de la impaciencia de la persona que se encontraba al otro lado de la puerta.

Termino de bajar las escaleras, ya con un ritmo mayor, al haber superado el obstáculo que suponía el maldito escalón.

Al abrir la puerta, nada me pudo cambiar la expresión, Liam, Dereck y Elizabeth se encontraban tras ella.

-Verás Leslie... hay tormenta y se nos hace imposible coger el coche, ¿podemos quedarnos aquí?.- Preguntó Liam con algo de nerviosismo, el siempre había intentado ser perfecto con respecto al horario que habíamos establecido con los niños.

-¡Claro que sí! Además no cabe lugar a duda de que empeorará a lo largo de la noche.- puede que Liam y yo no es tuviésemos juntos pero me negaba a que corriese peligro bajo la tormenta.

Me retiré de la entrada para dejarlos pasar.

Dereck y Elizabeth, se lanzaban una mirada complice mientras entraban, acababa de anunciarles indirectamente que al día siguiente no acudirían a clase.

A Liam se le notaba el nerviosismo a leguas de distancia, lo comprendía perfectamente, yo me sentía igual, puesto que desde aquel día el no había vuelto a entrar en la que un día fue la casa familiar, y hoy, lo había echo para además quedarse a pasar la noche.