Capítulo 9.

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Una foto con Shawn.

Aparecíamos sonriendo mientras éramos coronados rey y reina del baile de fin de curso.  Pero realmente no era eso lo que la hacía especial.

Flashback

―Y el rey y la reina del el baile son... ―se escuchó un redoble de tambores mientras yo apretaba lo más fuerte que podía la mano de Shawn, el cual se aferraba a mi trasero provocando una sensación extraña en mí, no estaba cómoda― ¡Shawn Mendes y Skyler Williams!

Entre aplausos y piropos ambos subimos al escenario donde posteriormente fuimos coronados e invitados a bailar en medio de la pista.

Se encendieron dos focos que iluminaban nuestro recorrido. Era como estar en un sueño. Lástima que no lo disfrutase.

Por alguna razón no podía sentirme a gusto y eso me molestaba. ¿Sería por Dylan? No, él me había asegurado que no le importaba que eligiera el baile, es más, dijo que teníamos un trato y me ayudó a hacer que Shawn me invitara al baile... lo que él no sabía era que ya ni siquiera me interesaba tanto ir al baile con Shawn, si no con él.

Sacudí mi cabeza.

No podía estar pensando en algo así. Al menos no ahora.

De repente la música se paró. El foco que iluminaba intensamente a Shawn se apagó, para encenderse en otra dirección. En dirección a la puerta.

Me fijé extrañada en el DJ, era Zac, el mejor amigo de Dylan.

Volví a fijarme en la puerta y de ella salió él. Vestido con un radiante esmoquin que haría parecer de la realeza a un mendigo, ángel a un demonio pero que en él no resaltaba tanto debido a su inalcanzable sonrisa.

Entró con una sonrisa de satisfacción al ver la cara que se le había quedado a Shawn.

Llegó frente a mí y se paró.

―Creo que me equivoqué de príncipe.

―Para mi fue imposible no verte como mi princesa.

Camille llegó corriendo de repente y, pese a la enemistad que tenía con Dylan, quitó la corona de la cabeza de Shawn para coronarle.

―Hoy sois reyes. ―dijo y la música volvió a sonar.

FIN DEL FLASHBACK.

Bloqueé el móvil de nuevo y maldije mi mala suerte.

Ya casi habíamos llegado, o eso me pareció oír decir a Mason hace a penas unos segundos.

―¿Tu no estás muy callada de repente? ―preguntó Hunter frunciendo el ceño y mirándome unos segundos antes de devolver la vista a la carrera.

―Vino a hablar. El año pasado te lo pasaste así el sesenta por ciento del tiempo.―apuntó Mason.

―Cállate idiota, creo que le pasa algo.

―No, no me pasa nada. ―dije volviendo a prestar atención.

Hunter aparcó el coche y se detuvo a pensar antes de responder.

Se giró y pasó su pulgar por la zona de mis ojeras.

―¿En serio? ―dijo mirando la lágrima en su dedo― Si no nos quieres decir nada no lo hagas. Solo que mentir está muy feo. ―dijo y sonrió.

Bajamos del coche y caminamos hasta ese lugar de los anuncios de comida rápida. No frecuento esos lugares, la última vez que lo hice creo que aún era una niña.

Nadie Dijo Que Fuera FácilWhere stories live. Discover now