Capítulo 4.

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Capítulo 4.

Caminé hacia una heladería cercana, tenía que enfriarme de algún modo y... ¿Qué mejor que azúcar?

Llegué algo cansada pero dispuesta a incarle el diente a ese helado.

Al llegar al mostrador un chico me atendió.

Dios mío. El era muy atractivo, bastante moreno aunque no llegaba a mulato, ojos verdes y alto.

-¿Qué desea tomar la princesa? -bromeó y reí- estás muy elegante y muy guapa.

-Vaya gracias -más bien eso me hubiera gustado que dijera Liam.- Pues bien, apuesto caballero, tomaré un helado de Pistacho y nutella. -reí.

-Buena combinación, Así pues, con su permiso prepararé tu helado.

-Eres muy simpático, ¿puedo saber tu nombre?

-Pablo ¿El tuyo?

-Leslie, pero puedes llamarme Les.

-Sigo prefiriendo princesa -sonrió y me dio la cuenta y el helado- y si tienes algún problema con el helado puedes llamarme.

Miré el papel y vi los nueve dígitos de su número.

El corazón se me aceleró involuntariamente y sonreí, y vi su sonrisa, era hermosa.

Me fui pensando en él.

Llego a la hora acordada a nuestro punto de encuentro pero ni rastro de Liam.

Pasan quince minutos hasta que decido llamarle. Después de varios tonos al fin contesta.

-¿Si?

-¿Cómo que "¿Si?"? Ven ya o no llegaremos a la cita con la chica de la inmobiliaria.

-Verás...

-Liam por favor -le supliqué.

-Bueno... en cinco minutos estoy ahí Les, te quiero. -dijo y se cortó la llamada.

Hasta ahí todo hubiera estado bien. Si hubiese aparecido. Quince minutos después aún seguía en el banco esperando a nadie. Porque creo que todos sabiamos que no iba a aparecer.

Saqué del bolso el ticket del helado y agregué a Pablo a mi lista de contactos.

Leslie: Hola Pablo, soy Les, la de la heladería ¿recuerdas? Espero que no recibas mi mensaje cuando estes trabajando... :P

Pablo: No problema, en algo así como media hora acaba mi turno, si quieres podemos ir por ahí...

Leslie: Claro, avisame.

Mi cara enrrojeció, una sonrisa tonta apareció y el corazón me iba a mil.

Me lo merecía. Me merecía que alguien, ya que mi novio está "muy ocupado", me pusiera el corazón a mil.

Mientras, di un paseo al rededor de la casa pero no me atreví a entrar, no con este retraso y sin Liam.

-Vaya... es preciosa. Más que en las fotos.

Cerca había una gran plaza con una fuente enorme y un Poseidón altísimo. Me acerqué a leer la información de la fuente, al fin de cuentas tenía tiempo.

"Esta fuente fue una obra perteneciente al artista Reinhold Begas, mismo que diseñó y construyó de manera efectiva para mostrar al dios del mar plasmado en la fuente. Neptuno está acompañado por cuatro ninfas representantes de los ríos: Elba, Oder, Rin y Vistula."

Mientras leía mi teléfono silbó avisandome de que pablo ya había terminado su turno.

Leslie: ¿Nos vemos en la fuente de Neptuno?.

Pablo: Claro, hasta ahora.

No tuve a penas que esperarle. Llegó curiosamente rápido, eso sí, tenía la respiración agitada.

Liam's POV

Llegué a donde Leslie me citó bastante más tarde. Mucho más tarde. Así que no me resultó extraño que ya no estuviera.

-Muy lejos no habrá podido ir, no tiene coche. -dije para mí y decidí ir a buscarla, si no la encontraba muy tarde podíamos y a las siguientes casas.

¡Claro la casa! Debe de estar por ahí.

De camino a la casa encontré un puesto de flores y decidí comprarle algunas para, de una forma u otra poder pedirle perdón.

En unos diez o quince minutos llegué a la fuente Neptuno, quizás me entretuve un poco más mirando mi canal crecer y leyendo algún que otro comentario divertido o de mal gusto que me tienta contestar.

De paso una vez en la fuente reviso Twitter, es increíble ver la cantidad de gente que apoya lo que hago... por una vez en mi vida siento que estoy haciendo lo correcto, lo que de verdad me gusta.

Levanto la vista del móvil unos segundos para ver una pareja bastante feliz como leslie y yo en unos minut...

Espera. ¿Pero qué..?

No puede ser, sacudo mi cabeza pero la imagen no desaparece.

-Serán amigos -trato de convencerme y comienzo a andar hacia el lugar.

De pronto el se acerca a ella y me paro en seco en un gesto involuntario.

Deberá de tener algo en la boca, una mancha del helado o algo.

Se besan.

¿Le está limpiando la mancha con la boca? Ni de coña eso ya no me lo creo ni yo...

Las flores se desprenden de mis manos.

-¡No joder! -grito y corro hacia la parada de taxis desprediendome de las llaves de su coche para obstaculizarle el camino.

No quiero creermelo.

Yo la amo.

O amaba.

Todo es tan confuso.

-Arranque rápido por favor, yo le indico por donde ir.

-Bien chico. -dijo y arrancó dejando atrás a la sin aliento Leslie.

Quisiera poder borrar esas imágenes de mi cabeza.

Pero no puedo.

Joder, yo la quiero. Pero ella... no ¿no?

Igual ese capullo se abalanzó sobre ella sin su consentimiento... no joder, tengo que dejar de engañarme.

-Aquí es.

-15 dollares.

-¿Qué?

-Tarifa nocturna chico.

-Pero si son las 6 y media de la tarde.

-Y yo no soy taxista, deberías de fijarte en que coche te metes chaval.

-¿en serio?

-No -rió- deberías de haber visto tu cara -Lo miro serio- no sufras por amor chico, no vale la pena... mira ¿sabes lo que te dijo? Avisa a tu amigo y en un rato os llevo a la mejor discoteca de la ciudad. A las 8 aquí.

-¿Gra... gracias?

Nadie Dijo Que Fuera FácilWhere stories live. Discover now