Capítulo 19.

2.5K 192 47
                                    

LIAM'S POV

Colgué a Dylan. Me negaba a seguir escuchándole, o tal vez me negaba a seguir escuchando la verdad.

—Liam reacciona. —me dije a mi mismo.

¿Cómo era posible que fuera tan estúpido? Paré el coche y miré al cielo. Estaba a unos nueve meses de tener un hijo con la chica de mis sueños... siempre había imaginado este momento con Leslie y ahora el nombre de Skyler no dejaba de rondar por mi cabeza. Eso se había acabado, ¿Qué más me hacía falta para entender que esa chica, por muy guapa que fuera, no era para mí? Nada, la vida me había dado señales por activa y por pasiva, el resto me tocaba a mí.

Bajé y caminé hasta la tienda que tenía enfrente. Mientras lo hacía una adolescente de no más de dieciséis años se abalanzó sobre mí jurándome que me amaba. Me sentí afortunado. La chica se llamaba Valentina y recientemente se acababa de mudar aquí, a penas tenía amigos y en parte era marginada por su procedencia o por una supuesta rareza que, según yo, la hacía verse muy especial. Me contó que, lo único que la hacía reír en esos momentos éramos yo y mis vídeos. Una vez más me sentí afortunado y después de unos selfies y abrazos entré con paso firme a la tienda.

Era una tienda de bebés. Quería llevarle algo a Leslie para asegurarle que, a partir de ese momento, estaría por y para ella. Que me dejaría de estupideces y de tentar al futuro con amoríos innecesarios más propios de un adolescente que de un joven. Quizás era eso, que yo aún no había tenido tiempo para ser un adolescente sin más preocupaciones que yo mismo, puesto que mi madre desde que tengo uso de razón ha estado sola con Ian y conmigo porque mi padre siempre había estado trabajando. Por eso me esforcé tanto en los estudios y el deporte. Quería quitarle un peso de encima a mi madre. Sacudí mi cabeza intentando dejar atrás esos sentimientos y recuerdos traicioneros que se apoderaban de mi en cuanto me quedaba solo conmigo mismo. Nunca nadie se para a ver qué me pasa a mí, sólo me juzgan.

—Buenos días joven, ¿Qué necesita? —preguntó una señora que respondía al nombre de Samantha, claro que yo podía llamarla Sam si quería.

—Quiero un regalo para mi novia —dije nervioso— ella está embarazada. —concreté ante su cara de desconcierto.

—Muy atento —sonrió— ¿De cuánto está?

Miré al techo dudativo, eso no se lo había preguntado. Maldecí a Skyler por ser la culpable de mi anterior falta de interés. Después de echar un calculo concluí.

—Un mes. —sonreí con satisfacción.

—Ya... —llevó su mano izquierda al mentón y comenzó a andar. La seguí— ¡Si! Esto es perfecto. Puedes comprar un oso enorme como este —señaló y lo cogí— y tengo unas chupas para la mejor mamá del mundo... claro que eso no nos combine ahora mismo... bueno haré una excepción y imprimiré un mensaje personalizado sobre la marcha...  —se paró en una estantería y seleccionó dos chupetes. Uno rosa palo y uno azul cielo según ella porque el marino y el turquesa no no me iban nada.— ahora tienes que ir a la floristería de la esquina y decir que vas de mi parte. Te darán unos bombones llamados ChocoBaby y unas rosas, si unas rosas, no me mires con cara de que están pasadas de moda. Cuando vuelvas esto estará listo. Corre chico, corre.

Entre asustado y decidido hice lo que me pidió.

—Vaya si que le has caído bien —dijo el florista entregándome el casi inexistente cambio.

Al llegar Sam me esperaba impaciente con dos chupas que ponían "tendré la mejor mamá" esta señora se tomaba muy en serio su profesión, pero más la factura que ascendía a números de tres cifras a la izquierda de la coma. Yo aún no sabía que estaba en la mejor del país. Mi cartera se quejó pero yo estaba satisfecho. Tocaba empezar con buen pié.

Metí todo en el coche como pude, el oso literalmente era más grande y gordo que yo. Me metí en el coche y caí en que todavía no le había mencionado nada a mi familia, podría darle una fiesta sorpresa, quiero hacerla sentir una princesa, será mi princesa barriguda.

De camino a casa hice tantas llamadas como pude, algunos sentían lástima debido a nuestra corta edad, otros, alegría y el resto ni siquiera podían llegar a creérselo. La fiesta sería en unos días en un hotel precioso por la mañana, tendríamos acceso a la piscina y a el parque para los niños. Será genial. Claro que tendría que subir más videos para que me alcanzase, eso suponía el doble de trabajo, y el doble de trabajo pasar menos tiempo con Les, me daba igual, si hacía falta me dividiría en dos...

Llegué a casa con una gran sonrisa oculta tras un peludo oso de peluche.

—¿¡LIAM!? —preguntó Leslie emocionada.

LESLIE'S POV

Vi a Liam aparecer con tremendo oso de peluche en brazos.

—¿¡LIAM!? —pregunté sorprendida y triste.

Él sólo sonrió entró, me besó y llevo todo al sillón, incluso a mí. Recibí los regalos con lágrimas en los ojos. ¿En serio le estaba haciendo esto de nuevo a un chico tan lindo? Suplanté una identidad y ahora un embarazo... no pude evitar llorar.

—Cariño, tranquila, no llores, sé que no he estado muy centrado últimamente pero te prometo que eso va a cambiar. Eres lo que más quiero en el mundo. En serio Leslie te quiero. Y echo de menos nuestra maravillosa relación. No lo volveré a estropear de nuevo.

Nadie Dijo Que Fuera FácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora