Capítulo 13.

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SKYLER'S POV.

—Claro, debería haber pensado en que ella no es como yo. —dije mientras le daba una taza de chocolate caliente recién hecho.

—No te culpes, sólo querías ayudar. Eres muy linda. —me sonrió.

—Es cierto... la culpa no es de nadie. Ni siquiera de Leslie. Algo raro le pasa.

—Así es, pero bueno, ya mañana cuando se haya calmado volveré e intentaré arreglarlo. —dijo ya más calmado que cuando llegó.

—Me parece lo más sensato —le sonreí yo— Bueno voy a prepararte la cama. Espera aquí.

Caminé hasta mi cuarto y quité las sábanas, saqué unas nuevas del cajón y las coloqué. No estaba muy segura de lo que querría para taparse, así que le llamé.

—Ya voy, ¿Dónde estás?

—El cuarto del fondo.

—¿Este es tu cuarto? —asentí sonriente, me había quedado muy bien decorado.— No puedo dormir aquí y que tú en tu propia casa duermas en el sillón.

—Si que puedes. —le sonreí mientras le mostraba dos mantas de diferentes grosores— ¿Qué prefieres?

—A tí.

—Ehh...

—Era una broma, la de la derecha si puede ser —rió divertido ante mi cara de confusión. No pude evitar reír también.

—Bueno mientras podemos sentarnos a hablar, ¿No crees? Aún es muy temprano para dormir. —Dije mirando el reloj.

—¡Claro! —dijo tirándose en la cama recién hecha— ¿De que quieres hablar?

—De tu pasado, ¿Quién era Liam Harries antes de YouTube y Leslie?

—Wow de eso hace como dentro de nada dos años. Pero siéntate. —Lo hice— Yo solía ser el más popular ¿Sabes? Y no porque lo diga yo, porque lo decían los demás. Yo sólo me centraba en el deporte y los estudios. Soñaba en ser algo importante. Al menos más de lo que ahora lo soy, importante en plan hacer cosas que mejoren la vida de los demás. Debido a la extrema concentración en los estudios y el deporte no era como los típicos chicos populares, yo no había tenido ninguna novia aunque se rumoreaba que mi lista recorría el mundo entero con su longitud, es curioso. Creo que por eso fui tan rápido con Leslie, que para ese entonces sería Elizabeth, una historia muy larga, la vi y traté de hacerme el duro, pero no pude contenerme más y al final de la clase me vi obligado a presentarme. Nunca hasta hoy había visto a una chica que, sin necesidad de maquillaje, fuese tan guapa. No me gusta demasiado el maquillaje —rió— pero... me gustaría hacerte una pregunta. ¿Crees que el primer amor debería ser el último? Llevo pensándolo un tiempo y... aunque quiero demasiado a Leslie a veces pienso que me he precipitado.

—Bueno Liam... eso depende fundamentalmente de la persona, pero si por mi opinión preguntas... en lo personal creo que no, yo he tenido varios novios, tres para ser exactos. El primero de todos tuve la suerte de que fuera mi primer amor, y digo suerte porque no a todo el mundo le corresponde, pero el caso es que aún no sabía verdaderamente lo que implicaba y ambos cometíamos fallos que muchas veces nos dolían. Al estar con el segundo, dios este era increíble, pero entre él y el primero me hicieron darme cuenta de cuál era el amor de mi vida. Los tres eran distintos y entre más pruebes más seguro creo que estarás de tu decisión. Incluso puede que reafirmes que lo primero era lo mejor pero de esta forma quizás nunca estarás seguro de que no hay alguien mejor para ti... esta es mi opinión.

—Espera... ¿Me estás diciendo que tienes novio? —frunció el ceño— dime que no es Juanpa.

—Nada de eso —reí ante su reacción.

—¿Entonces? No entiendo, ¿No decías que habías encontrado al amor de tu vida?

—Y así fue. A veces las mejores parejas no están hechas para acabar juntas... creo —me encogí de hombros.

—¿Por qué?

—Porque el es jugador de fútbol y yo quiero ser actriz. Nuestros caminos se separaron pero... ¿Quién sabe? Quizás algún día nos encontremos de nuevo.

—Pero... ¿Y si ya no es lo mismo?

—Vivo pensando ello. Pero bueno, cambiemos de tema.

—Si... ahora quiero saber sobre tu...—seguimos hablando al rededor de una hora.

—Bueno es hora de dormir. —le dije al tiempo que me levantaba. Él rodeó mi cintura con sus piernas.

—Quédate.

—No creo que sea lo mejor. —dije tirando para sacarme de su agarre. Era un juego divertido.

—No es como si fuera a violarte ¿Sabes? —reímos— Yo soy consiente de que tengo novia. Sólo que no quiero dormir solo.

—Ibas a dormir solo en tu coche —reí.

—Iba, porque estaba solo, ya no estoy solo ni en mi coche. Además esta cama es muy grande ni vas a notar que estás con alguien más. —dijo a la par que hacía un puchero.

—Está bien. —tiró fuerte del agarre y caí de espaldas sobre él que está sentado.

—Eres la mejor. —besó mi frente.

—Bueno ya, ¿No que no lo iba a notar? —reí.

—Lo siento. —me soltó y me arrastré hasta el lado derecho de la cama.

Él se acostó en el izquierdo mirando hacia el lado contrario.

—Oye, ¿Puedo quitarme la camiseta? Es que al dormir me molesta.

—Claro. —Dije mientras mis mejillas ardían. ¿Qué me pasa?

—¿Y los pantalones?

—No. —sentencié sin tan siquiera pensarlo.

—Vale, pero son vaqueros, quedarás con esto en tu conciencia.

—Ag está bien, pero por favor, no me pidas permiso para quitarte algo más. —él rió y se quitó la ropa, no pude evitar mirar de reojo, vaya cuerpo tenía.

No sé si a causa del ardor no podía dormir, Liam lo había conseguido hacía mucho.

De pronto su cuerpo giró y me abrazó acurrucándose en mi cuello. Él estaba dormido. Sin saber qué hacer al final sólo me dejé dormir.

Nadie Dijo Que Fuera FácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora