Trouble

338 35 41
                                    

Es mi cumple así que...

Happy birthday to mee~

************

En algún lugar cercano a las chicas, se encuentran los problemas. Problemas que vienen en forma de antiguas amistades y... romances.

Mientras un chico observaba a la pareja, Alba y Rocío eran ajenas a su presencia.
Cuando la pelirrosa se levantó de la mesa en la que las chicas estaban cenando, el chico se acercó a dicha mesa para retirar los vasos ya vacíos.
Aprovechó su cercanía a la rubia para mirarla a los ojos y, tras recoger, se marchó a la cocina del restaurante, donde se lavaría todo.

—Tengo la sensación de que el camarero no para de mirarnos —informó la rubia a su novia, quién acababa de volver del baño.
—Eso es que se ha quedado embobado con tu belleza —bromeó la pelirrosa, haciendo reír a Rocío— Pero eres mía.
—Toda tuya, cariño.

Cuando la pareja salió del restaurante, el camarero siguió observando mientras servía a los demás clientes. A la hora del cierre y mientras se cambiaba el uniforme por su propia ropa, murmuró unas palabras, que pronto se encargaría de que se cumplieran.

"Volverás conmigo, rubia".

***

Mientras tanto, esa misma mañana, una chica de ojos azules se despertaba en el apartamento de Elena, rodeando a la misma con sus brazos.
Intentó no despertarla separándose lentamente y con cuidado de ella, pero no lo consiguió, cuando se movió tan solo unos centímetros, los ojos de la castaña se abrieron y una sonrisa apareció en ambos rostros; tanto en el de Elena como en el de Sonia.

—Echaba de menos esto... —comentó Elena, acariciando el pelo azul de Sonia.
—¿Sabes? —dijo la peliazul, acercándose a la castaña— Volví por ti, princesa.
—¿En serio? —Elena se sentó en la cama, aún mirándola.
—Sí, no podía pasar un minuto más sin ti, y sí, Londres era mi sueño, pero he acabado dándome cuenta de que mi sueño, mi vida, mi todo eres tú.

Después de eso, a ambas se les saltaron las lágrimas. A Elena, tal vez, por que no se esperaba esas palabras de buena mañana y además la emocionaron, y a Sonia, puede que fuera por que la respuesta de su novia fue el silencio.
No fue sino hasta unos segundos más tarde, cuando Sonia recibió su respuesta sintiendo unos brazos rodeando su cuello y unos labios en su mejilla. Inevitable fue la sonrisa que la de ojos azules dedicó a la castaña después de que esta se separara.

Por la tarde, a Elena le llegó un mensaje de Rocío preguntando si a las dos les apetecía cenar con la pareja en el restaurante que acababan de abrir en la capital, recibiendo la rubia una respuesta negativa por parte de la chica, explicándole lo que había pasado con Sonia y justificándose con el querer pasar más tiempo con ella.

Más tarde, Sonia tuvo que ir a trabajar a la tienda de música y, como pasó el día anterior, fue acompañada de su novia, quién la ayudó a colocar los discos y, finalmente, a limpiar el establecimiento. A pesar de que Sonia se había negado a recibir esa ayuda por parte de Elena, esta insistió y acabó compartiendo la tarea con la peliazul.

***

Al día siguiente, Rocío había decidido ir a comprar el desayuno a una cafetería cercana, porque la pereza de cocinar algo en esos momentos era muy alta y a la rubia le apetecía tomar el aire -sí, pereza para hacer el desayuno pero no para dar un paseo-.
Cuando bajó las escaleras del edificio y salió por el portal a la calle, caminó hasta llegar a la cafetería donde pidió dos cafés bien calentitos para llevárselos a casa. Al salir del establecimiento escuchó el sonido que normalmente se oye al tomar una foto, y aunque pensó que podía ser cualquier turista, una sensación de que alguien la observaba e incluso la seguía la invadió y no pudo evitar girarse hacía el ruido.
Al no ver nada fuera de lo normal, continuó su camino hacia casa y cuando entró por el portal del edificio, volvió a escuchar aquel sonido y está vez acompañado de un flash. La rubia aceleró sus pasos, subió asustada las escaleras y entró al piso olvidándose de que llevaba el desayuno en una bolsa, directamente a por la pelirrosa que la esperaba recién levantada en la cama.

—Alba, creo que alguien me acosa —fue lo primero que dijo al entrar en la habitación, haciendo que su novia fuera hacia ella y juntas volvieran al salón.
—Explícame eso —pidió Alba, una vez sentadas en el sofá.
—Es solo una sensación, pero cuando he ido a por el desayuno he notado como que alguien me estaba siguiendo y también me hacía fotos.
—Podría ser un turista, ¿no crees?
—La segunda vez que he notado que me hacía una foto, utilizó el flash y, aunque es de día, pude verlo claramente y se dirigía a mi.
—Bueno, en ese caso procura no volver a salir sola —sugirió la pelirrosa, cogiendo la mano de Ro— Llama a una amiga o sal conmigo.
—Tengo miedo.
—No te va a pasar nada si estas conmigo, no lo voy a permitir.

Después de eso las dos se abrazaron.
Rocío se quedó bastante tranquila después de las palabras de su novia, lo que ella no sabía es que en otro lugar cierto camarero colocaba en la pared de una habitación que usaba exclusivamente para eso, las fotos que había hecho hace poco a la rubia.

Still Blue | BHG 2 | Sonia Gómez | Sweet CaliforniaWhere stories live. Discover now