Trouble II

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—No puedes continuar con esto —habló uno de los hermanos, observando aquel cuarto oscuro repleto de fotografías de la rubia— Pareces un p*tu psicópata.
—Cállate Pablo —ordenó el otro chico— Tú siempre has tenido todo lo que querías, ¿que me lo impide a mi?
—Tu locura, Raúl —dejó caer el nombrado Pablo— Se te fue la olla hace años.

Seguido, el mayor de los gemelos salió de aquella habitación furioso, dejando al menor volver a su trabajo con las fotografías, muchas de ellas recientes, pero algunas fueron tomadas hace años.

*Flashback*

—Rooo...
—¡No te canses ahora Raúl!

Los dos amigos corrían por el bosque, olvidándose de todos los problemas y centrándose solo en divertirse.
Cuando pararon, se encontraban descansando en un pequeño claro.

—Estoy muerto.
—Eres un débil, no aguantas nada —una Rocío con el pelo castaño sacaba la lengua a su amigo.
—A ver si aguantas tu esto.

Raúl se abalanzó sobre ella y comenzó a hacerle cosquillas, recibiendo manotazos de la chica, quién no podía parar de reír.
Cuando el chico paró, ambos se miraron a los ojos y sonrieron. Momentos como esos eran los que merecía la pena recordar para siempre.

—Hazme una foto con tu cámara —pidió Ro al chico.
—¿Ahora?
Porfa, paparazzi personal... —suplicó usando el mote que ella le había puesto.
—Me da pereza abrir la mochila, pero vale, porque eres tú.

Raúl sacó una pequeña cámara de su mochila y tomó una foto de su amiga, quien sonreía.

*Fin Flashback*

—¿Quién iba a decir que guardaría tus fotos como si fueran un tesoro? —habló el gemelo— Conseguiré que vuelvas.

Después de eso, retomó su trabajo.

-ElenaPOV-

Me encontraba de camino a casa de las chicas, después de haber acompañado a Sonia a la tienda de música.
La rubia me había ofrecido salir a tomar algo ya que Alba trabajaba también y estaba sola, así que acepté.
Subí las escaleras al piso de Ro y, unos segundos después de llamar a la puerta, esta me abrió sonriendo.

—Hola, Elena —saludó, saliendo y cerrando la puerta de nuevo.
—¿Estás bien?

Y pregunté eso porque la notaba rara, no la veía muy feliz teniendo en cuenta el nivel que puede llegar a alcanzar su felicidad. Estaba más bien decaída y las sonrisas que me dedicaba parecían forzadas.

—Tengo que contarte algo.

Dicho eso, me llevó fuera del bloque de pisos y caminamos por las calles de Madrid hasta... el portal de mi casa.

—¿Para que me haces andar hasta tu casa si vendríamos aquí? —pregunté cruzándome de brazos.
—Subamos, te lo explicaré todo, pero entremos ya, por favor —suplicó.

Saqué mis llaves y abrí, subimos al apartamento y las dos nos sentamos en el sofá.

—¿Me lo vas a contar?
—Verás, te parecerá una locura, pero llevo varios días con la sensación de que me siguen, a todas partes —dijo— El otro día salí a por unos cafés y sentí como si me hicieran fotos, de hecho no lo sentí, fue real —continuó, cada vez se ponía más nerviosa— No he vuelto a salir sola desde entonces, por eso te he hecho venir a por mi.
—No se que decirte Ro...
—Da igual, no digas nada —suspiró, poniendo sus manos en la cara— Nadie lo entiende, y si alguien lo hace no me cree —pasé un brazo por sus hombros.
—Tranquila, yo te creo, pero no se como ayudarte.
—No pasa nada, seguro que me estaré volviendo loca de verdad esta vez.
—No digas eso —besé su mejilla— ¿Te quedas a dormir?
—¿Qué pasa con Alba y Sonia?
—Que vengan también, todas juntas como antes, ¿no?

Asintió y luego llamó a su novia, mientras tanto yo llamé a la mía y ambas nos respondieron con que vendrían tarde ya que hoy a Sonia le tocaba cerrar otra vez y Alba tenía que dejar dormido a un niño de unos 9 años que tenía que cuidar. Sí, Alba encontró trabajo como niñera, si es que se veía venir, sarcasmo.
Entonces Ro y yo pedimos pizza para cuando llegaran las chicas y, esperando al repartidor, hablamos de lo enamoradas que estábamos de las chicas con el pelo de colores.

Still Blue | BHG 2 | Sonia Gómez | Sweet CaliforniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora