Still Blue | BHG 2 | Sonia Gómez | Sweet California

Snap

I really miss you, R.

-AlbaPOV-

Rocío y yo disfrutábamos de las, por ahora, casi vacías calles de Madrid en agosto ya que muchos salían de la capital española para disfrutar de lo poco que queda de vacaciones.
Y, mientras Rocío jugueteaba con su móvil, yo me olvidaba de mis problemas por un momento observando a dos niños jugando con una pelota en la carretera. Cierto era que en mi cabeza no se encontraban los pensamientos más buenos del mundo en ese momento, y, es que, llevaba varios días sintiéndome fatal conmigo misma, pero eran estos momentos de tranquilidad con mi novia, sentadas en un banco cualquiera y haciéndonos compañía, los que me ayudaban a estar bien, aunque fuera solo por un rato.

click

Dejé de observar a los niños en la carretera para dirigir mi atención a la rubia, quien había empezado a hacer fotos.
—¿Ya empiezas, Ro?
—Estabas tan bonita concentrada, mirando a la nada que no pude evitarlo.
—Ah, que además me has hecho una foto a mi.
—Casi nunca quieres hacerte una foto conmigo, es un milagro si alguna vez consigo que aparezcas en mis snapchats, déjame disfrutarte al menos haciéndote fotos a escondidas.
—Esa aplicación me parece muy tonta, y tu te pasas todo el día haciéndote fotos con el filtro ese que te pone morritos de perro —rueda los ojos, veo que abre dicha aplicación en su móvil y luego me mira, como suplicándome por una foto.
—Venga, solo una —dice, con voz de niña pequeña.
—Claro, pero solo porque eres una pesada.
—El fondo te gusta y todo.

Pone su móvil delante de nosotras y veo como selecciona el maldito filtro que te pone morritos de perro, aparecen las orejitas y el morro en nosotras y ambas sonreímos, Rocío hace la foto y la guarda en su galería antes de publicarla en snapchat.

—Es ridículo —digo provocando que mi novia resople.
—Entonces la borro y ya está.
—¡No! —detengo a Ro, esta me mira confundida— Es que sales muy bonita.
—Volvamos a casa —dice, mirando hacia otro lado, aunque estaba segura de que estaba sonriendo.

Nos levantamos y caminamos hasta casa tranquilamente, aunque Rocío seguía haciendo fotos a todo lo que le parecía interesante.

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-RocíoPOV-

Llevaba unos días notando a Alba diferente, estaba como distante y le había dado por fumar, aunque lo hacía poco porque sabía que no me gustaba que lo hiciera, al menos no conmigo delante.
Alba se encontraba en la habitación echando una siesta en ese momento, yo estaba leyendo en el salón, hasta que escuché un pequeño llanto que provenía de nuestro cuarto y fui a ver qué ocurría.
La puerta no estaba completamente cerrada, así que entré y me encontré con la pelirrosa sentada en la cama y apoyada en la pared, con las manos en la cara. Me senté a su lado y pase un brazo por sus hombros, utilizando el brazo libre para acariciar los suyos.

—¿Qué ha pasado? —pregunté, después de unos minutos, cuando Alba ya se había relajado lo suficiente.
—Soy idiota.
—No lo eres, ¿porqué piensas eso?
—Porque sí, lo soy.
—Alba... —limpio sus lagrimas con mi mano y hago que me mire— No entiendo porqué estás así, pero que sepas que me da igual si eres idiota o lo que sea que pienses, a mi me gustas de esta manera y el resto debe no importarte.
—Lo siento —me abraza— Llevo unos días pensando así, tengo miedo de que me cambies por alguien mejor.
—A veces me pasa, pero luego pienso que me quieres mucho como para hacerme daño y se me quita todo de encima, así que piensa que estoy tan enamorada de ti que no podría cambiarte por nada, aunque ya deberías saberlo.
—Te quiero.
—Y yo a ti, mi vida —beso su cabeza mientras ella aún se esconde en mi cuello, luego me tumbo con ella y ambas nos quedamos dormidas.

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Mientras la pelirrosa y la rubia descansaban después de la pequeña charla que habían tenido, el chico que llevaba varios días intentando tener algo que realmente necesitaba, había conseguido su objetivo y, por fin, tenía en su poder el número de teléfono de Rocío, y no dudaría en darle uso muy pronto, de hecho, una vez lo había registrado en su móvil, decidió empezar a mandarle a la chica rubia un par de mensajes, ocultando su propio número para no ser descubierto.

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-RocíoPOV-

El sonido proveniente de mi móvil, indicándome que me habían mandado un mensaje, me despertó de mi momento en paz con Alba y, con cuidado para no despertarla, cogí mi teléfono de la mesita de noche para ver que había recibido dos mensajes de un número privado.
Al leerlos, rápidamente abrí el chat con Elena diciendo lo siguiente:

"Elena, necesito tu ayuda, ven a mi casa en cuanto puedas"

Unos segundos después, recibí su respuesta, un corto mensaje que decía que estaba de camino. Cerré los ojos intentando tranquilizarme un poco, al no conseguirlo, me abracé fuerte a la pelirrosa, esperando a Elena.

Sorry por la mierda que escribo, no se porque sigo aquí :/