Good times

77 13 4
                                    

Mira tío pero que cojones pasa ya eh porque soy tan tonta porque porque porque porque porque porque eh decídmelo porque ni yo lo se porque es qu

-ElenaPOV-

—Obsesión, eso es lo tuyo.
—¿Eh...?
—¿Has levantado la mirada de la pantalla del móvil? —me llevé las manos a la cara imitando a alguien sorprendido— Increíble.
—Exagerada.
—¿Sobre quién va esta vez la historia? —pregunté, la peliazul seguía atenta a su teléfono sin prestarme atención— Ah, de Carmen, ¿no?
—¡CAMREN! —corrigió— He encontrado algo que me gusta, déjame disfrutarlo.
—Oh... —asentí— La última vez que lo comprobé yo te gustaba —me crucé de brazos— Y a mi no me disfrutas tanto como a tu móvil.

Sonia me ignoró por completo, pero mi móvil sonó en la mesita a un lado del sofá, así que lo cogí para ver que se trataba de un mensaje de la peliazul. Rodé los ojos pero decidí leer el mensaje igualmente.

—Eres un poco tonta, ¿no? —dije después de ver la carita triste que me había mandado.
—Me quieres.
—Lo que quiero es hacer algo contigo, pero tú solo tienes ojos para tus fanfics.
—Mañana vamos a ir a trabajar juntas.
—¡Eso no vale!
—Pareces una niña pequeña —dijo, apagando su móvil y dejándolo a su lado para después mirarme a mí, por fin— ¿Qué quieres hacer?
—Pues... —pensé— ¡Quiero ir a Japón!
—¡Por dios! —reí ante la reacción de Sonia— Que tonta eres, de verdad.
—Me quieres —repetí las palabras que la peliazul había utilizado anteriormente.
—Pues sí —se encogió de hombros y sonrió— Mucho.

El timbre sonó haciendo que tanto Sonia como yo miráramos hacia la puerta. Me levanté y fui hasta la entrada abriendo y encontrando a una Rocío con los ojos llorosos qué inmediatamente se acercó a mi para rodearme con sus brazos, esconder su cara en mi cuello y seguir sollozando.

—Ro —comencé a acariciar su pelo— Tranquila...

Sonia ya se encontraba a nuestro lado, ella cerró la puerta que dejé abierta porque no me dio tiempo cerrarla yo misma ya que las acciones de la rubia me lo impedían.
Llevamos a nuestra amiga al sofá donde, después de unos minutos, consiguió tranquilizarse gracias a las pequeñas caricias de Sonia en su espalda y mi mano entrelazada a una de las suyas.

—¿Estás mejor? —preguntó Sonia, la rubia asintió como respuesta— ¿Qué ha pasado?
—No quería estar sola —la peliazul la miró confundida, claro que ella no sabía lo que realmente pasaba con Rocío.
—¿Dónde está Alba? —volvió a preguntar mi novia.
—Salió un rato, yo estaba dormida —suspiró— Solo tenía miedo y necesitaba estar con alguien.
—Rocío —hablé yo esta vez— Nadie te hará nada, estando sola en casa no tienes porqué tener miedo.
—¿Miedo de qué?
—¿Está bien si se lo contamos? —susurré a la rubia, recibiendo una respuesta afirmativa de su parte— Rocío está teniendo problemas en estos momentos y no se siente segura estando sola.
—¿Porqué?
—Bueno...

Conté a la peliazul todo lo que le estaba pasando a nuestra amiga y ella, obviamente, se sorprendió al saberlo todo. Lo que pasaba enfadó a la peliazul, después de abrazar a Ro, le aseguró que, estando cerca de ella, nadie se atrevería a tocarla.
Tras una conversación con mi novia y Rocío, intentando olvidar por unos momentos todo el tema de la rubia, mi teléfono sonó y vi que Alba me estaba llamando, así que me alejé un poco de las chicas y respondí a la llamada, aunque ni si quiera me dio tiempo a saludar.

—¿Está Rocío con vosotras?
—Hola —dije— Sí, está aquí.
—Joder... —se escuchó un suspiro de alivio de parte de la pelirrosa— La llamé, se dejó el teléfono en casa, solo salí a dar un paseo y ella estaba dormida cuando me fui.
—Podrías venir, le alegrará verte —respondí— Estaba asustada.
—Por eso mismo me preocupé cuando no la vi, no debí haberla dejado sola, es que soy tonta.
—No eres tonta —negué con la cabeza, aunque ella no pudiera verme— Ven a verla.
—No tardo nada, nos vemos.
—Adiós.

La llamada se cortó y yo volví con las chicas al sofá, les dije que Alba vendría en un rato y encendimos la televisión para ver cualquier cosa que estuvieran poniendo. Cuando la pelirrosa llegó a mi apartamento, abrazó a su novia y después se sentó a su lado, pasando un brazo por su cintura y atrayéndola a su cuerpo.
Pasamos la tarde hablando de cualquier cosa y de cualquier tontería, riéndonos y disfrutando nuestra compañía.
Cuando la pareja se marchó, ya estaba anocheciendo, así que Sonia y yo cenamos y después nos fuimos a la cama, aunque tardamos un rato en dormir, ya que a la peliazul le dio por contar chistes malos y yo no tuve más remedio que escucharlos todos hasta que se cansó y se quedó dormida.






ah ah ah aha h ah aha ha

Still Blue | BHG 2 | Sonia Gómez | Sweet CaliforniaWhere stories live. Discover now