Text; Alba.

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Volviendo del trabajo un sábado al mediodía, mis ojos pararon en el buzón en la entrada del edificio en el cual se econtraba nuestro piso, rebosante de publicidad y con una etiqueta en la que estaban escritos nuestros nombres

Esta vez había algo diferente: un sobre blanco que llegaba ni más ni menos que de parte de la policía local.

Mis manos empezaron a temblar y se me paró un segundo el corazón, antes de subir corriendo a mi casa para darle la carga a Rocío.

Al abrir la puerta, escuché el sonido de un grifo abierto y platos chocar contra otros.

Fui a la cocina y le di a mi novia un beso a mi novia en la mejilla, sin que esta se diera cuenta de que había llegado, lo que hizo que pegara un pequeño brinco del susto.

-Alba, amor, que casi se me cae el plato.

Sin responder a su comentario, extendí mis brazos y le enseñé el sobre que había llegado a parar a nuestro buzón.

En menos de diez segundos ya había dejado el plato, se había secado las manos y había abierto el sobre.

-¿Y bien? -intenté ver el contenido de la carta dando pequeños saltos detrás de Rocío, quién no paraba de dar vueltas leyendo- ¿Qué pone?

Paró en seco, haciendo que me estrellara contra ella y perdiera el equilibrio, reencontrándome enseguida y esperando a que hablara.

-No dice nada malo, Alba.

-Y eso significa... -haciendo gestos con las manos, indiqué que continuara.

-Significa que saben quién puede ser el acosador y que lo más probable es que le atrapen pronto y no vuelva a verle.

Felicidad y más felicidad cuando dijo eso y corrió a abrazarme. Noté sus lágrimas bajar por mi cuello y no pude evitar apretarla más contra mi, para que supiese que estaba con ella en eso y en todo lo que pasase a partir de ese momento.

Ese día la llevé a comer, fuimos a ver a Elena y Sonia, quién estaba casi recuperada, y fuimos a cumplir un pequeño sueño que teníamos pendiente desde que nos fuimos a vivir juntas.

.........

-Si pasáis por aquí, os enseño a los niños.

Nunca habíamos estado en un centro de acogida, y nos soprendimos al verlo, pero en este en concreto tenían a los bebés en perfectas condiciones, y nosotras, aunque querríamos llevarnos a todos, solo podíamos adoptar un animal.

Un perro de tamaño pequeño, del cuál no teníamos ni idea de la raza, pero que nos enamoró cuando lo vimos, fue el que se vino con nosotras esa tarde. La encargada del sitio nos contó su historia: hace dos años lo encontraron abandonado, caminando a un lado de la carretera que pasa justamente por el centro, lo recogieron y lo cuidaron desde entonces, dándole todo el cariño que le habían quitado cuando lo dejaron tirado.

Ya tenía nombre cuando lo adoptamos, así que decidimos dejárselo, porque ya estaría acostumbrado a que le llamaran asi: Tae, nombre que le había puesto una de las chicas que lo cuidó cuando llegó, según la encargada, a la que le gustaba un grupo de k-pop del cual sacó el mote.

Nos gustó y nos lo quedamos, no pudiendo acabar este día de mejor manera.

........

Para acabar, salimos a cenar y a caminar por las calles de Madrid, manos entrelazadas, y el sentimiento de la felicidad acompañándonos a cada paso.

.........

Al día siguiente, todas nos encontramos en el Retiro, ese parque tan conocido de Madrid, incluida Sonia con tapones en los oídos y una máscara, como si se tratara esto de China o Japón y su gran contaminación.

Las chicas conocieron a Tae y también se enamoraron de él a primera vista.

Mientras mi novia y Sonia jugueteaban con el perro, yo y Elena las mirábamos sonrientes.

-¿Os han dicho algo más del tema del tío ese?

-A parte de la carta, no, pero estamos bastante tranquilas.

-Sí, ya verás como al final todo acaba bien como so merecéis.

Después de algunos minutos de silencio, volví a hablar.

-¿Tienes ya preparado todo eso?

-Estoy en ello -la miré y torcí un poco mi cabeza, confundida- El caso es que lo tengo todo, pero si Sonia sigue así, regular como está, no va a querer ir.

-Créeme que aunque empeore querrá ir, tú por eso no te preocupes.

-¿Estás segura?

-Más que cuando le pedí a Rocío ser su novia.

Still Blue | BHG 2 | Sonia Gómez | Sweet CaliforniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora