Capítulo 3: "Decisiones".

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[Editado]

Capítulo 3| Decisiones.|

Año 848, Distrito Karanese.

"Los mataré a todos y cada uno de ellos. No dejaré ni uno con vida. Ayudaré a la humanidad a recuperar lo que le pertenece"

Laura se daba aliento mentalmente, mientras golpeaba un costal de papas que colgaba del techo del granero. Sus nudillos ardían como los mil demonios, pero no le daba importancia. Su única preocupación ahora era entrenarse y volverse fuerte, para poder ingresar a la Legión de Reconocimiento y poder luchar cara a cara con esas horribles bestias que habían causado la muerte de su hermana tres años atrás.

–Si sigues así, te harás daño... y las pobres papas que no tienen la culpa. –dijo Valerie, entrando con un vaso de jugo y tendiéndoselo.

Mientras bebía, Laura fijó su vista en la niña que tenía frente a ella. Valerie.

En su llegada a Karanese, se separó de Armin y con Madeline decidieron buscar a sus padres, quienes seguramente se encontraban vivos. Tardó mucho en encontrar el paradero de sus padres. Ellos se pusieron muy felices, ya que al principio pensaban que las tres estarían vivas.

Laura contó a ellos sin muchos detalles sobre como su hermana mayor murió protegiéndola de un titán. Ahorrándose el tener que mencionar lo dolida que se sentía por haber discutido con ella y no haberse podido disculpar.

Se mudaron a una casa en el distrito Karanese, al este del muro Rose. Adoptaron a Valerie Patterson, una niña cuyos padres murieron aplastados por una roca en la llegada del titán colosal. Apenas tenía seis años cuando todo eso sucedió. Valerie no recordaba nada de lo sucedido, ya que sufrió un golpe en la cabeza al ser arrojada por el viento.

–¿Todavía tienes esa idea de unirte a la Legión de Reconocimiento? –Preguntó obviamente preocupada, sentándose en el suelo–. Sigo pensando que es peligroso...

–No me importa –la interrumpió Laura, dejando sobre un cajón de madera el vaso y continuando con su entrenamiento–. Ellos mataron a mi hermana frente a mis ojos. No voy a permitir que sigan arruinando la vida de la gente sin razón alguna. Valerie, no tienes idea de lo que están sufriendo.

–Solo trato de que recapacites antes de que mueras en una expedición al exterior. Es muy peligroso. Yo jamás saldría de aquí.

–Eres igual a los demás –murmuró Laura, aunque Valerie la oyó y miró confusa–. ¿Crees que viviendo detrás de los muros te mantendrás a salvo? Está de más que te recuerde lo que sucedió hace tres años con los titanes. Gracias a eso perdimos a mucha gente y el territorio del muro María. Por más que seas mi hermana, debo decirte que lo acabas de decir demuestra claramente tu cobardía a pelear con los titanes.

Mientras Laura secaba el sudor de su rostro con un pequeño pañuelo de tela, se marchó a la casa para ayudar a su madre.

Valerie soltó un largo suspiro–: Que testaruda es... Más le vale darlo todo mañana e ingresar a esa maldita tropa.

[...]

–Negativo. –dijo su padre seriamente, apoyando con brusquedad su vaso sobre la mesa.

Laura quedó en silencio. Sabía que si abría la boca, lo único que lograría sería empeorar la situación.

–Ya he tomado mi decisión. –fue lo único que respondió.

Su madre la observaba con cierta tristeza. No deseaba que su hija se uniera al Cuerpo de Exploración. ¿Y se en una de las expediciones no regresaba? Jamás se perdonaría le haberle permitido ir allí. La seguridad de su hija era su responsabilidad.

–Eres menor para elegir que hacer –la cuestionó, para su sorpresa, su madre–. Queremos algo mejor para ti. ¿No te gustaría formar parte de la Policía Militar? Vivirías en el muro interior. ¡Incluso Valerie y Madeline podrían irse contigo, así estarían las tres seguras...

–No quiero eso para mí –la interrumpió Laura, levantándose de su silla y apoyando ambas manos en la mesa, sin despegar su mirada de decisión de sus padres–. Los titanes mataron a mi hermana, ahora yo seré la que los mate. Ustedes considerarán a los soldados de la Policía Militar y las Tropas Estacionarias unos héroes, personas admirables, pero yo no. En realidad, son unos cobardes. Lo único que tienen que hacer es andar detrás del rey y cumpliendo sus órdenes como si fueran sus perros adiestrados. ¡¿Acaso no han visto jamás a los miembros de la Legión?! Muchos de ellos ni siquiera regresan, pero al menos son capaces de dar su vida para el bien de la humanidad.

–¡Laura, no nos alces la voz! –regañó su padre, levantándose bruscamente.

–¡Y ustedes no tomen mis decisiones!

–Somos tus padres, queremos lo mejor para ti. –dijo su madre.

–Pues entonces escúchenme... –Laura carraspeó y bajo el volumen de su voz–. Por favor...

Ann y William, sus padres, se miraron simultáneamente, sorprendidos por la actitud de su hija. En su vida la habían oído hablar de manera tan seria. Se notaba con solo ver su rostro el gran deseo de combatir contra los titanes que tenía.

Su madre asintió tras soltar un suspiro. –Bien, Laura, puedes hablar.

[...]

Laura amaneció junto a los primeros rayos del sol, con una enorme sonrisa. Normalmente despertaba antes de comer y su rostro no demostraba mucha felicidad que digamos, pero ese día era diferente. Ese era el gran día que había esperado durante toda su vida: finalmente ingresaría a la tropa de reclutas.

–¡Quiero ir contigo! –Chilló Madeline, estirando sus brazos hacia Laura–. Lau, llévame contigo.

La niña continuó saltando alrededor de sus piernas, mientras lloraba.

–Eh, eh. Calmada, enana –la detuvo, antes de que continuara con sus berrinches–. Aun eres muy pequeña para combatir titanes. Será mejor que esperes un poco más –luego se irguió y miró hacia Valerie–. Más les vale a ambas entrenar durante mi ausencia o cuando regrese les moleré los huesos.

Asintieron de inmediato ante la escalofriante amenaza de su hermana mayor, sobre todo porque sabían que cumpliría lo que había dicho. Laura era una chica de palabra.

–Ve allá y enorgullécenos, hija. –su padre palmeó su espalda.

–Sí, ya verás papá –apretó sus puños con euforia–. Cuando regresé seré muy fuerte, nada me detendrá.

"¡Por supuesto! Después de todo, nada puede ser peor que los titanes...", pensó sonriendo.

Buscando las Alas de la Libertad #1| Shingeki no Kyojin Fanfic ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora