Capítulo 25: "Viaje Mitras. Parte 2"

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Capítulo 25 | Viaje a Mitras. Parte 2 |

Laura observó con tristeza el paisaje del cuartel y sus amigos despidiéndose de ella, a medida que el carruaje se perdía en el espeso bosque.

"Espero que sea algo importante, porque no he abandonado a mis amigos por nada..."

Miró con mala cara a los tres hombres de gala que iban sentados frente a ella. Uno de ellos le sonrió.

"La gente rica es extraña."

***

Dio un salto y abrió sus ojos de repente. Un hombre anciano, de traje y corbata, le estaba zarandeando el hombro de un lado otro. ¿Hace cuánto que intentaban despertarla?

–Disculpe. –Dijo Laura, apenada.

El anciano le tendió la mano para ayudarla a bajar del carruaje. Ella la aceptó gustosa. Era la primera vez en su vida que la trataba como si fuera una reina. Y hablando de reinas... Los ojos de Laura se abrieron de par en par, casi saliendo de sus órbitas.

–¿Qué hacemos aquí... en el palacio? –Preguntó mirando al anciano.

Aquel sujeto de cabello canoso se encontraba observándola con nostalgia, como cuando sus padres la vieron al regresar de su entrenamiento. Hablando de sus padres... ¿Ellos sabrían que estaba allí?

–Por favor, permítame acompañarla –El hombre secó un par de lágrimas que se asomaban por sus ojos–. No sabe que feliz estamos de tenerla de vuelta, señorita.

Laura enarcó una ceja. No comprendía, nada encajaba. Simplemente asintió y siguió al anciano, quien la guió hasta el interior del enorme palacio.

Observó todo con sus ojos marrones brillantes. Todo allí dentro era tan lujoso, tan caro, tan hermoso. Por el firmamento de relucientes lozas se extendía una alfombra de color carmesí. Las paredes de piedra eran decoradas por cuadros de ángeles y hermosos paisajes desconocidos por cualquiera que viviese dentro de las murallas. Del techo colgaban cientos de candelabros de cristal, que iluminaban el interior del palacio, mientras que el cálido sol ingresaba por los ventanales que ocupaban casi toda la pared. Algunos de ellos estaban decorados por mosaicos de aves, como ella recordaba de la iglesia local.

–Esto es... hermoso. –Soltó Laura, maravillada con todo lo que sus ojos veían.

El anciano rió.

–La están esperando en el comedor principal. –Indicó el hombre.

–¿Huh? –Laura cada vez se sentía más confusa.

***

Las empleadas, vestidas con su uniforme característico, corrieron por todo el comedor en busca de una silla para la joven que estaba a punto de desmayarse. Uno de los mayordomos le tendió un vaso de agua.

–¡Oh, Liesel, hija mía! –Chilló una mujer de pálida piel, ojos verdes achinados y cabello marrón oscuro. Estaba vestida con prendas sumamente finas y en su cintura llevaba un cinturón con el escudo de la Muralla Sina.

Cuando intentó acercarse, la azabache le dio un empujón y obligó a alejarse.

–¡No te me acerques, no eres mi madre! –Gritó colérica la chica–. Además me llamo Laura, no Liesel.

El hombre azabache y de obscuros ojos, se acercó a su esposa. Logró sostenerla antes de que callera al suelo de rodillas. La miró con preocupación.

–Permítenos explicarte –Dijo la mujer entre llantos–. Liesel, debes conocer tu historia. Es hora de que sepas todo lo que tu familia te ha ocultado por estos años.

Laura la observó con desconfianza.

–Adelante, dilo. –Cedió finalmente.

–Mi nombre es Rachel Rothschild y él es Anthony Rothschild... Somos duque y duquesa de Sina... Y tus padres –La azabache se contuvo de negarlo y permaneció en silencio, mientras la mujer continuaba explicando–. Durante el año ochocientos treinta y tres, año en el que naciste, nuestra familia se encontraba bajo amenaza de un peligroso grupo de bandidos. Pare ese entonces, faltaba poco para tu nacimiento. Ese mismo año se fundó el Programa de Reubicación Temporal, únicamente para familias pertenecientes la nobleza, el cual constaba en enviar a los hijos de las seis familias más importantes de la Muralla Sina (Rothschild, Bauer, Hudson, Reiss, Tomkinson y Hardwick) a vivir con familias adoptivas que se ofrecieran o fueran seleccionadas. El principal objetivo era protegerlos hasta que cumplieran edad suficiente para regresar con sus familias biológicas y cumplir con sus obligaciones en la nobleza. Temiendo que fuéramos a morir, decidimos inscribirte.

–¡Deténganse! –Interrumpió Laura–. Eso es imposible, mis padres son Ann y William Baker.

Las carcajadas de sus padres y los empleados a su alrededor no tardaron en oírse por todo el lugar.

–¿Ann y William, la lavandera y el jardinero? –Dijo con sorna Rachel, ignorando el notable enojo que comenzaba a manifestarse en el rostro de la joven–. Ya los recuerdos. Ambos pueblerinos enamorados... ¿quién diría que nosotros, unos notables miembros de la nobleza, serían capaces de entregar a su hija para ser criada por la gentuza del pueblo? En realidad lo lamentamos, Liesel. De seguro te han dado una vida pésima, privada de los lujos y riquezas que nosotros pudimos haberte dado. Espero entiendas que fue por tu bien que lo hicimos...

El sonido de los vidrios quebrándose evitó que Rachel continuara. Laura se encontraba furiosa, tenía ganas de golpear y eliminar a cada una de las personas que se encontraban en esos momentos en el comedor.

–¡Deja de llamarme con ese nombre estúpido! –espetó echa una furia–. ¡Mi nombre es Laura, Laura Baker! ¡Nací en Shiganshina y mis padres son Ann y William Baker! ¡Tengo tres hermanas, una de ellas ha muerto por protegerme! Sé quién soy, sé cuál es mi deber en este miserable mundo y.... ¡SÉ QUE NO SON MIS PADRES!

***

Queridos Armin y Jean:

He recibido su carta, además de que las empleadas aquí ya comenzaron a cuchichear sobre el ataque en Stohess. Con que Annie resultó ser la Titán Hembra, eh... Sé que sonará extraño, pero creo que tengo una hipótesis sobre un par de compañeros de la 104. Me temo que sería algo peligroso explicarlo por aquí.

En cuanto a mí, estoy encerrada hace una semana en el palacio. Deben venir por mí pronto. En cinco días me iré con el duque y la duquesa (siguen insistiendo con llamarlos mamá y papá) al distrito Orvud. 

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(N/a): ¡Hola a todos! Espero que el capítulo les haya gustado y disculpen si hay demasiada explicación, pero digamos que es el capítulo clave de todo el primer libro xD

Posdata: Para aquellas lectoras que les haya gustado mucho el libro, les recomiendo pasarse dentro de unos minutos por mi perfil, ya que dentro de nada publicaré el primer databook sobre Laura y el libro :D

Buscando las Alas de la Libertad #1| Shingeki no Kyojin Fanfic ©Where stories live. Discover now