Capítulo 26: "Destierro"

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Capítulo 26 | Destierro. |

–Madame Rothschild –llamó una de las empleadas de la casa, dando leves golpecitos en la puerta–. El desayuno está listo, ¿desea acompañar a sus padres en el comedor?

Laura se encontraba recostada sobre la cama, oculta entre las sábanas de seda. Los llamados de la empleada no cesaban. Bufó molesta y finalmente se levantó. Caminó a paso lento hasta las puertas, tropezando un par de veces al pisar su largo camisón blanco.

–No, gracias –Volvió a negarse nuevamente–. Espera, espera, Atilda –Detuvo a la joven empleada antes de que se marchara y asomó su cabeza hacia el pasillo–. ¿No ha llegado carta de... mis amigos?

La joven mujer rubia miró hacia sus lados, moviendo con velocidad sus ojos cafés por todo el pasillo de la planta superior. Metió una mano en su bolsillo, avanzó hacia la puerta de la habitación de Laura y entregó sigilosamente a la chica.

–Ma... Matilde –volvió a llamar Laura tímidamente, cuando se dio la vuelta, la azabache la abrazó–. Muchas gracias por todo.

Matilde, sonrojada, se despidió de Laura y se marchó, pues debía anunciar a los señores que ella no bajaría.

***

Querida Laura:

Espero que esos estirados duques te estén tratando como te mereces.

Aquí está todo bastante bien. Como siempre, continuamos viajando al exterior en varias expediciones. Erwin tiene planeada una para dentro de unos meses. Pero no te preocupes, yo me despediré antes de irme.

En cuanto a los chicos, Sasha te extraña muchísimo. Apenas se enteró de que te habías marchado, fue a la oficina del comandante e hizo la promesa de no volver a comer hasta que tú regresaras. No duró ni una hora. Jean sigue algo deprimido. Pasa las tardes en el patio del cuartel, recostado en el césped o simplemente encerrado en su habitación.

Me gustaría que te dejaran venir al menos un día. Ha pasado casi un mes desde que te fuiste y todos aquí te extrañamos. Puedo asegurarte que hasta el capitán Levi también lo hace.

Bueno, tengo que irme para limpiar mi equipo de maniobras.

Ojalá nos veamos pronto,

Armin Arlert.

Laura no podía haber empezado el día de mejor manera. Se sintió tan feliz de recibir noticias de sus amigos después de tanto tiempo, aunque la nostalgia se hizo presente y se dedicó a llorar durante un largo rato.

Llevaba un mes encerrada en su habitación. Las primeras semanas fue porque sus "padres" (a Laura le daba asco llamarlos así) no le permitieron salir por temor a que escapara. Luego por decisión propia, pues no quería tener relación alguna con los duques u otras personas de la nobleza.

"Escucha, Laura. Sé que quieres regresar a Yarckel con tu familia, pero debes aguantar un poco más." –se decía todo el tiempo.

***

Cuando el cielo se tornó de un color rojizo y el sol comenzaba a ocultarse, Matilde subió hasta su habitación para avisarle que sus padres realizarían una reunión con otra familia perteneciente a la nobleza y deseaban que ella se presentara. Laura se lo pensó dos veces y aceptó. Si quería ganarse la confianza de Rachel y Anthony, debía comenzar a actuar como Liesel, hija del duque y duquesa de Sina.

La noche cayó rápidamente. Laura observaba desde su balcón el extenso cielo nocturno, cubierto por estrellas y donde la Luna brillaba en su punto más alto, completamente llena. Hizo una mueca de molestia al moverse. El vestido que Matilde le había puesto era demasiado ajustado para su gusto. De color azul, con encajes de un tono más claro, y su cabello totalmente recogido; Laura parecía toda una princesa salida de los cuentos de hadas que su madre le leía cuando era pequeña. Ah... su madre, cómo la extrañaba.

–Madame Liesel, ya es hora –anunció Matilde–. Recuerde: ellos son el señor y la señora Bauer. Familia perteneciente a la corte real. Su hijo, Dominic, ha pasado igualmente por el Proceso de Reubicación Temporal, y regresó con su familia biológica hace dos años.

***

La información que Matilde le dio fue suficiente como para hacerse una idea de cómo debía comportarse durante aquella cena. Al ingresar al comedor con el mentón en alto y sus manos delante del cuerpo, dio una reverencia ante el señor y la señora Bauer, los invitados, y tomó asiento junto a un joven de cabello rubio grisáceo y pequeños ojos cafés.

–Buenas noches, Dominic. –saludó Laura, le salió bastante bien imitar la forma de hablar de los duques.

El muchacho se levantó de su asiento. Sonriendo, tomó la mano de Laura y depositó un beso sobre ésta.

–Buenas noches a usted, señorita Liesel.

***

Terminada la cena, Laura logró distraer a Dominic (con quien había estado hablando durante el postre) y corrió velozmente escaleras arriba, al despacho de su padre. Había subido junto al señor Bauer para hablar sobre cómo iba el PRT (Programa de Reubicación Temporal). No podía perder la oportunidad de recopilar información.

La puerta estaba entreabierta. La luz de las velas del candelabro que colgaba en el techo del despacho iluminaba apenas un poco del pasillo. Se puso a hurtadillas y acercó su oído hacia la puerta.

–Entonces... –Dijo el señor Bauer, agitando un poco su copa de vino– ¿Cómo le va a Liesel con el tema de adaptarse a su nueva vida?

–No tiene idea –suspiró Anthony, su padre–. Es una completa rebelde. Creo que cometimos un error al entregarla a esos Baker, no tienen idea de lo que es criar a un niño. ¡Le han permitido unirse a la Legión de Reconocimiento, han convertido a mi hija en una suicida! Lo peor de todo es que ha intentado escapar de vuelta con esos bárbaros de la Legión más de una vez. Exige regresar con su familia. Por ello hemos tenido que tomar medidas extremas.

–¿Medidas extremas? ¿A qué te refieres? –preguntó el señor Bauer.

–Fui yo mismo a hablar con el rey –Anthony soltó una risa ronca–. Laura... digo, Liesel, quería regresar con los Baker. Ellos eran el principal obstáculo... Y su majestad los ha desterrado de la muralla, fueron escoltados por la Policía Militar esta mañana. Ahora mismo deben encontrarse en el territorio de los titanes.

Ambos hombres comenzaron a reír sonoramente e hicieron un brindis con el vino más refinado que Anthony guardaba en su despacho. Laura se quedó estática frente a la puerta, sin saber qué hacer.

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(N/A): Y la historia va llegando a su final. Ya ven que de a poco se van incorporando personajes originales (de mi creación) y, cómo no, se revelan los orígenes de Laura.

Y bueno... voy a dejar un par de preguntas en este capítulo que me gustaría que respondieran aquellas lectoras que quieran:

1) ¿Con quién te hubiera gustado que se quedara Laura? (puede ser cualquier chico que quieras)

2) ¿Qué fue lo que más te sorprendió de la historia? 

3) ¿Hay algo que no te guste de Laura?

4) ¿Qué opinas que hará ella: quedarse en la nobleza con su familia biológica o luchar por volver con sus amigos a la Legión?

Agradeceré mucho a los que comenten, pues me gustaría saber específicamente su opinión de esos aspectos en la historia ^-^ 

Buscando las Alas de la Libertad #1| Shingeki no Kyojin Fanfic ©Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu