Capítulo 20: "El aroma de la libertad."

856 69 8
                                    

Capítulo 20| El aroma de la Libertad.|

Era mediodía, cuando el sol estaba en su punto más alto y radiaba sol a todo aquello dentro y fuera de las murallas. Afuera, los pájaros alzaban vuelo hasta el cielo y luego caían picada sobre las ramas de los árboles, donde muchos de sus polluelos aguardaban impacientes a la llegada de sus padres. Se podía oír el maullar de algunos gatos callejeros que se acercaban curiosamente hacia el cuartel, para observar la razón por la cual los soldados de la Legión de Reconocimiento estaban tan inquietos.

–¡Laura! –Gritó Jean, al encontrar a su distraída amiga en los establos cepillando a Zafiro–. ¡Laura, te busqué por todas partes! Ya casi es hora –Jean pasó saliva, recordar que faltaba poco para que salieran al territorio de los titanes hacía que sus piernas temblara como gelatina. Su caballo, West, le dio un golpe en el hombro con su hocico–. ¿Tienes todo listo?

Laura, quien había ignorado todas y cada una de las palabras que su amigo acababa de decir, se dio la vuelta y puso cara de sorpresa. Dejó caer al suelo los cepillos y detergentes. Estiró su mano hacia West y acarició su cabeza.

–¡Hola, Jean, tiempo sin verte! –Saludó al animal, pero luego miró a la persona que se encontraba a su lado, cruzada de brazos y con el entrecejo fruncido–. Oh, lo siento, Jean. Es difícil reconocerlos. Es que... son tan parecidos. ¿Oye, estás seguro de que no son hermanos?

Jean alzó su mano. Laura, creyendo que iba a golpearla, se cubrió la cabeza. Lo único que el muchacho hiso fue revolverle su cabello.

–Da las gracias de que no estamos cerca del río, porque si no te arrojaría inmediatamente. –dijo entre dientes.

Cuando completó su frase, Laura tomó su muñeca y la giró, dejando el brazo de Jean pegado a su espalda. Una patada en su pierna izquierda lo hiso caer al suelo. Laura tomó asiento en su espalda, sin dejar de doblar su brazo, y comenzó a jalarle el cabello.

–¡¿Qué diablos hacen, mocosos?! –Interrumpió un muy enfadado capitán Levi, sacado sus espadas y apuntándoles–. Antes de montar a tu caballo, sácalo fuera de su establo. –Jean pudo sentir un tono burlesco en la voz de su capitán y se enfadó aún más.

–Capitán, soy yo, Jean Kirschtein. –Corrigió, esperanzado de que Levi regañara a Laura, pero éste simplemente le dio la espalda.

Laura lo soltó.

–Mi padre tiene un amigo que es doctor. –comentó ella.

–¿Y?

–Quizás pueda hacerte un trasplante de cara. –se burló y luego salió corriendo hacia las escaleras de mármol.

Y como era muy común de ellos cuando se molestaban entre sí, Jean le gritó que regresara y comenzó a corretearla por todo el cuartel.

[...]

–¡Oye, tú me pareces familiar! –Laura señaló acusatoriamente al hombre en frente de ella, pero luego apartó su mano avergonzada–. Disculpa. Quiero decir, usted me parece familiar.

Su capitán de escuadrón para la expedición era un tipo alto (más o menos 1.74), de piel bronceada, cara larga, nariz pequeña y achinados ojos color verde esmeralda. Su voz era potente e intimidante, pero trataba muy cordialmente a sus soldados.

–¿Ah, sí? –dijo pensativo–. ¿Cuál es su nombre, soldado?

–Baker. Laura Baker. –se presentó haciendo el saludo que aprendió durante su ingreso a las milicias, años atrás.

–Baker... Baker... –el hombre colocó una mano en su barbilla y dirigió sus verdosos ojos hacia el cielo. Unos segundos más tarde, regresó su vista a Laura–. Es un gusto conocerte, mi nombre es Adam Collins.

Buscando las Alas de la Libertad #1| Shingeki no Kyojin Fanfic ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora