Buscando las Alas de la Libertad #1| Shingeki no Kyojin Fanfic ©

Capítulo 21: "El bosque."

Capítulo 21 | El bosque. |

La titán hembra solo fue una simple distracción para que no se dieron cuenta de lo que venía. No dos ni tres. Solo un titán que corría detrás de ella. Debía medir siete metros. Era peligroso. Corría como alma que lleva el diablo. Sus ojos fijos en su escuadrón. Algo dentro de ella la hacía creer que no saldrían vivos de esa.

–¡Laura, Frederick! –Les llamó su capitán, sin apartar sus ojos del titán que se iba a acercando–. Tomen sus caballos y den la señal al comandante Erwin, nosotros lucharemos con él.

–Sí, señor. –dijeron ambos al unísono.

Pero antes de que sus caballos pudieran comenzar con la carrera de vida o muerte, el titán se arrojó y cayó en frente de ellos, obstruyendo su paso y asustando a los caballos. Ambos jóvenes cayeron al suelo. Laura se había dado un fuerte golpe en la cabeza que la dejó aturdida por unos minutos. Hubiera deseado quedarse allí inconsciente antes de encontrarse con el enorme titán frente a ella. Cara a cara con uno de sus mayores enemigos.

–Laura...

Sus ojos marrones se abrieron y casi salen de sus órbitas.

"E-ese titán... ¿Acaba de llamarme por mi nombre?"

Quedó congelada. Miraba fijamente a los ojos verdosos del titán mientras su cerebro trataba de analizar el por qué su voz le parecía tan familiar. La manera tan fraternal en que lo dijo... la alegría reflejada en sus ojos...

–¿Albert? –murmuró con voz débil.

–Resiste, Laura. Voy a por él. –le gritó Adam, arrojándose hacia el titán con su equipo de maniobras.

Cuando se encontraba en el aire, sobre la cabeza del titán, éste alzó la cabeza y saltó. De un mordisco arrancó al capitán la mitad de su cuerpo. El torso muerto de Adam cayó al suelo dando un golpe seco.

Zafiro llegó relinchando. Le dio un par de toques a Laura con su hocico para hacerla regresar en sí. Ella vio el cuerpo sin vida de Adam que yacía junto al titán. El aire se escapó de sus pulmones y cayó al suelo. Se había desmayado...

[...]

–¿Eh? –abrió sus ojos lentamente–. ¿Dónde estoy?

–¡Laura! –exclamaron dos voces al unísono.

Ella se incorporó, pero casi cae, de no ser porque los fuertes brazos de su compañero la sostuvieron. Estaba sobre un árbol. Un árbol enorme. Se agarró con fuerza del brazo del chico. En el árbol de junto estaban Armin y Jean. El rubio tenía una venda rodear su cabeza.

–Gracias, Bertholdt... pero... ¿Cómo me encontraste?

–Fue de pura casualidad –respondió tímidamente el chico–. De no ser porque mi escuadrón vio las bengalas de Frederick...

Laura asintió. Ahora todo tenía sentido.

Pero habían un par de cosas que la inquietaban: la titán hembra... y aquel titán que parecía ser Albert.