Capítulo veintidós

3.3K 179 9
                                    

Me siento en una silla apartada de todo el barullo de gente, el cual se ha formado por que los gemelos van a cantarle a la cumpleañera. Quien no se ha despegado de Dani en todo el día. Tengo que proteger el territorio de Mireya. Bebo un trago de fanta y veo que Jesús no aparta su vista de mi, aun no han empezado a cantar por que están poniendo la música. Me guiña un ojo mientras se sienta en la silla y coloca el micrófono.

Empiezan a cantar Nessuna come te y su mirada que no se separa de la mía en todo momento. La canción termina, dan las gracias y felicitan a la sobrina de Luna. Se quedan hablando un rato y me levanto para ir con Eva, pero noto como me cogen del brazo. Al darme la vuelta visualizo a un chico alto, rubio y con ojos verdes. Oh, tengo a un dios griego tocándome el brazo.

Ainhoa, hace nada que Jesús se te ha declarado y ya estás pensando en cosas para mayores de 18 con ese chico.

Callate joder.

-Sapere dove è Carolina?- Sonríe y frunzo el ceño, ¿Quién es Carolina y que mierdas me está preguntando?.

-Per- perdón, yo no...- intento decir pero los nervios de lo que pueda pensar de mi me afectan.

Una silueta se coloca a mi lado, la cual es la de Jesús. Le extiende la mano y se sonríen entre ellos.

-Carolina è lì- dice Jesús señalando a no se donde.

El chico asiente y se va por donde ha indicado el gemelo mayor.

-¿Desde cuando sabes Italiano? ¿Y quién es Carolina?- pregunto seguido sin dejar que responda ni a la primera.

-Ya es la cuarta vez que vengo aquí- sonríe y me coge de la mano- Carolina es la sobrina de Luna.

Asiento dudosa y miro nuestras manos, se ven tan bien juntas. 

-Voy a presentártela - sonríe emocionado y me lleva hacía donde está Luna hablando con su sobrina, Carolina.- Hey Carol- ¿Qué son esas confianzas?- esta es Ainhoa, mi...- se queda un segundo pensando y me mira - mi amiga- lo veo tragar saliva y me vuelve a mirar- Ainhoa, esta es Carolina, como sabrás la sobrina de Luna y la que hoy cumple años- se aparta un poco y se va con dani a hablar con el chico que antes me habia preguntado después de compartir miradas entre los tres.

-Encantada- me acerco a darle dos besos y le sonrío amable- y felicidades- la chica asiente y juega con sus manos incómoda. Se da la vuelta y sigue hablando con otras chicas. Observo a todos los de la fiesta, beber, cantar, bailar, besarse y algunos mas que otros irse fuera para echar supongo la bebida. Como veo que aquí no pinto una mierda, doy media vuelta y me dispongo a salir. Jesús está hablando muy contento y no lo quiero interrumpir así qué.

Me siento en un banco que hay apartado y saco el móvil.

-¿354 mensajes de cuatro conversaciones?- susurro y abro Whatsapp para ver de quienes son. Hay cuatro de Mireya, dos de mi madre, y unos pocos más de un grupo Gemelier que tengo, me he ido de todos menos de ese, es muy especial para mi. Ni loca me saldría de el. Ya los leeré.

Bloqueo el móvil y me coloco el vestido. Ahora que lo llego a pensar, a lo mejor Jesús lo que tiene es un capricho conmigo. Pero no, por que si me lo ha dejado muy claro. Dios mio que bien besa, le comería toda la boca. Es que sus labios son tan suaves, gorditos y tan...Bonitos, como él.

-¿En qué piensas?- Me sobresalto en el sitio al escuchar su voz. Se sienta a mi lado y apoya su cabeza en mi hombro- estoy muy cansado.

-¿Y por que no te vas al hotel?- pregunto sonriendo.

- Pues por que dani hoy tiene ganas de marcha- se ríe y deja de hacerlo para bostezar.- Me ha dicho que dejarlo con Mireya- dice esta vez serio, quita su cabeza y me mira triste. Lo miro confundida- Según el, le duele verla sufrir por horribles comentarios que le dicen y por que no le merece.

-¿Eso es lo que ha dicho Dani?- digo asombrada.

Asiente y suspira.

-Mi hermano quiere que Mireya sea feliz, que no tenga que ponerse triste cada vez que se va de conciertos, firma o a otro país a promocionar el disco. Como por ejemplo Italia- humedece sus labios y coge nuestras manos.- la pobre tiene que vivir con el sufrimiento de pensar en que dani se va a liar con la primera de cambio.

-Mireya confía en dani.- la defiendo. Alza una ceja y sonríe- bueno vale, en estos casos puede que no.

Ríe y os juro, que es lo más bonito verlo con los ojos achinados y con su preciosa sonrisa.

-Espero que no nos pase eso a nosotros- me mira y sonríe, lo miro confundida.

-¿Es qué, acaso hay un nosotros?

Se encoge de hombros sonriendo, me da un beso en la frente y se levanta. Me extiende la mano y se la cojo algo nerviosa. Me acaba de decir de que puede haber un nosotros. Vale, muero.

-¿Damos un paseo por las preciosas calles de Milán?- pregunta cual caballero salido de un cuento.

Asiento sonriente y empezamos a caminar. Nunca había pensado, ni siquiera se me había pasado por la cabeza en poder tener algo con mi ídolo, ni que fuera real. Esto es increíble de verdad.

-¿Puedo preguntarte una cosa?

-Ya lo has hecho- sonríe y sigue caminando

-¿Por qué te fijaste en mi?- humedezco mis labios- es decir, hay chicas mucho más guapas que yo y...- me interrumpe.

-No sigas por ahí- hace una mueca y se para- me fijé en ti por tu forma de ser conmigo, eres diferente Ainhoa, no sé como explicarlo- se peina nervioso- Además, tampoco te creas que eres un orco. - Me vuelve a dar la mano, y sin venir a cuento hace que gire sobre mi misma, apoya su brazo sobre mis hombros y se acerca para dejar un pequeño beso en mi sien.- Te quiero- susurra cerca de mi oído.

Te Necesito [Jesús Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora