Capítulo Veinticuatro

3.3K 160 4
                                    

Me muevo histérica por la habitación del hotel apunto de tirarme de los pelos, me paro frente a Jesús con ganas de matarlo. Me acerco y le señalo. Él aprieta los ojos y frunce los labios sabiendo la que le va a caer.

-¡Primero le dices al de la radio que tenemos algo y luego me tiras el móvil por la ventana!- grito desesperada- ¿¡Pero tú de que vas!?.

Se arrasca la nuca nervioso.

-Te puedo comprar un móvil hey- se encoge de hombros como si tuviera solución.

-Eso está claro, pero lo de que tenemos algo, ya lo puedes estar arreglandolo.

Me doy la vuelta pero me coge del brazo dando una vuelta muy brusca, mirándome serio.

-¿Acaso es mentira?- dice dolido.

-Jesús tu y yo no somos nada- le dejo claro.

-Pero si que tenemos algo- asiento insegura- Entonces no tengo por que arreglar nada.

Me sale una mueca.

-Per...- me corta haciendo el típico ruido de silenciar.

-Ni peros ni nada- dice molesto- joder Ainhoa - suspira indignado- te digo lo que siento por ti, bueno, que estoy pillado por ti y que a lo mejor puede que haya algo más y me vienes con estas- dice subiendo el volumen. Y encima nos besamos- continua - ¡Dos veces!.

Trago saliva, es verdad, lo ha hecho. Dispuesta a contestarle la puerta nos interrumpe abriéndose. Juan Carlos espera en esta.

-Jesús tenemos que hablar

Este asiente y antes de salir me mira triste. Frustrada me paso las manos por la cabeza pensando que voy a hacer ahora. Cojo la chaqueta y aunque sean las seis de la tarde salgo de la habitación.

-Perdona, si un tal Jesús Oviedo o Daniel preguntan por mi, digale que he ido a dar una vuelta- le aclaro a la recepcionista, quien no se ha enterado de nada pero bueno, da igual.

Salgo y me pongo la chaqueta. No es que no esté enamorada de Jesús, que lo estoy. Pero cuando llegue a España todo será un caos, insultos por aquí, insultos por allá, ¿Y la privacidad? ¿Donde quedará?. No quiero que me pase como a otras chicas que tuvieron algo con Jesús, pero oye, a lo mejor lo de Jesús es un capricho y soló se irá cuando se le halla pasado. No quiero que me rompa el corazón, claro que no quiero. Una gota cae en mi cabeza y miro al cielo, genial, ahora te pones a llover. Mierda.

Intento correr hacia el hotel, ya que aunque no os lo creáis, me he enrollado pensando y me he alejado. La gente abre sus paraguas mientras que yo corro hasta llegar al vestíbulo. Jesús discute con luna y la recepcionista, y cuando esta me mira, luna y Jesús hacen lo mismo.

-¿Donde te habías metido? Estas empapada, ¿Estás bien?- dice seguido el gemelo mayor asustado.

-Estoy bien, solo había ido a dar una vuelta.

-¿Sola?, ¿En Italia?- alza la voz molesto. Me fijo en que tiene una caja pequeña en la mano rectangular.

Me encojo de hombros y suspiro quitándome la chaqueta.

-Sube y pegate una ducha anda- acaricia mi hombro y pide disculpas a luna y a la recepcionista. Me doy la vuelta y entro en el ascensor.

Jesús

Estaba tan preocupado, había salido a comprarle un móvil, exactamente un IPhone 5, ya que del seis plus no quedaban. De todas formas, al llegar no la encontré a su habitación y fui a la mía y a la de mamá a buscarla. Pero no estaba, entonces bajé al vestíbulo y me encontré a Luna, la avisé de que no encontraba a Ainhoa y ya al borde de la desesperación la vi entrar a la sala. En esos momentos iba a matarla del susto, pero estaba empapada y me dió pena. Ahora se está duchando y le he dicho que venga a nuestra habitación que tengo que hablar con ella.

Justo tocan a la puerta. Abro y ahí esta ella, tan guapa como siempre.

-Pasa- le abro camino y se sienta en la cama.

-¿De qué querías hablar?- dice cortante, y eso duele.

-Mas bien te quería dar esto- saco la caja y bajo su atenta mirada se la entrego para que la abra.- es un móvil, siento haberte tirado el tuyo- me disculpo, ella sonríe y me lo da.

-No puedo aceptarlo, es un IPhone, y encima cinco- ríe y se levanta.

-Lo vas a aceptar, encima que te lo compro, ya te vale- sonrío y se lo vuelvo a entregar, chasquea la lengua y deja la caja en la cama.

-Gracias.

-De nada - me froto la nuca nervioso por su acercamiento.

-Siento lo de antes, no quería ponerme así.- pasa su mano por su brazo con la cabeza agachas.- solo que, tengo miedo por lo que las fans piensen de mi.- ríe irónica- ya sabes, los insultos, la privacidad, las situaciones incomodas.- enumera triste.

Mi mano levanta su mentón inconscientemente. Verla triste me rompe el alma, es como ver a tu madre llorar. No sé, es algo raro. Siento que todo esto es culpa mía, si no hubiera dicho aquello, esto no hubiera pasado. Y si le tiré el móvil por la ventana fue por que no quería que viera esos comentarios horribles hacía ella. Es tan grande pero tan débil, que no puedo hacer que le hagan daño, y menos mis propias fans que son unas celosas, con amor.

Me acerco a ella dispuesto a volver a besarla y se echa para atrás tropezando con una mochila, la cual la tira y yo caigo con ella encima suya. Los dos reímos e intento echarme el flequillo para arriba ya que la laca no ha sido lo suficientemente fuerte como para dejarme el tupé recto. Tras cinco segundos de silencio, me coge de la cadena y tira para ella, fundiéndonos en un largo beso.

Siento no haber subido pero es que no tenia tiempo por lo de los exámenes y eso, además de que tampoco tenia imaginación para este capitulo. Por cierto, la canción que os he puesto es preciosa, y si que os pondré en algunos capitulos canciones para que la escuchéis mientras leéis. Besos churras.

Te Necesito [Jesús Oviedo]Where stories live. Discover now