Mafia In Love (#1 de Bilogía)

CAPITULO 33- "UNA LAGRIMA PARA TI MISMA...,UNA SONRISA PARA EL PÚBLICO"

SCARLETT POV'S

Y ahí estaban ellos de nuevo, irrumpiendo mis sueños, abriéndose paso cual gélido aire por una ventana abierta. Estaban de nuevo acechando, olfateando mi miedo, mi soledad, mi encubierto dolor, dándose cuenta de que mi fachada de chica ruda cayó. Que aun soy débil en las noches, que aun lloro sin consuelo, que aun los gritos silenciosos se posan en la parte posterior de mi irritada garganta, aun ciento el escozor de un fuerte corrientazo de electricidad pasando en mi cuerpo y en mis manos, sintiendo como todo se esparce como una plaga sin remedio ni cura.

Los recuerdos siempre hicieron parte de mi mente, arremolinando se de forma abrupta, sin pedir permiso..., nunca lo hacen, nunca piden entrar.

<<Saldrás adelante>>

Los gritos internos que me dedico de forma mimosa no funcionan. Aún las fuertes voces de la negatividad se cuelan de forma impetuosa sin dejar que por una vez las voces positivas dominen en esta fuerte lucha en contra del mal..., donde siempre gana el mal. Esta no es una típica película de princesas, donde los buenos triunfan..., esto es la realidad, la que te golpea sin piedad, dejando secuelas en ti, dejando que tu futuro se vea afectado por un tormentoso pasado.

Puede que esto parezca tan cliché como cualquier novela que una vez leí para distraerme de mis problemas..., pero no lo es. A pesar de que siempre el malo sufre y tiene un frío pasado, el mío aún no se convierte en uno...,sigue siendo el frío presente, y creo jamás dejará de serlo, seguirá siendo eso..., un tormentoso presente.

Como lo he hecho por dos meses, miró fijamente el techo de aquella habitación en penumbra. Sin fijarme de que Kurt duerme a mi lado, en la cama auxiliar de abajo. Hemos vuelto a donde antes me tenían secuestrada, donde aún soy prisionera, pero con condiciones diferentes.

A pesar de que Kurt aun me debe vigilar, él le ha informado a su jefe que trabajare para ellos, que les ayudare a encontrar a ese bastardo.

Los garabatos de unas difuminadas letras se posan en mi cabeza, haciéndome recordar aquella carta.

Mi debilidad se dejó ver por un momento, pero luego de llorar por unos minutos volví a ser igual, la fría y dura Scarlett que me propuse ser.

Mas mi elaborado plan se ve afectado una vez la noche llega, una vez todos duermen y todo oscurece.

Como una vez lo dije, esto es como un teatro. De día finges que eres fuerte, pero de noche te rompes..., es algo sencillo, es algo con lo que he vivido día a día.

Me las he sabido arreglar con aquel sistema tan tétrico y cruel.

Dejo los recuerdos de lado, pero como ya he dicho, es algo que me persigue, que se ha colado de forma permanente en mi mente.

Aun siento la bilis subiendo de forma repulsiva, por mi garganta, dejando una estela de una repugnante sensación y cosquilleo.

Las grasosas y callosas manos de aquel hombre aún son un recuerdo vivo pasándose con suprema libertad por mi cuerpo, por el cuerpo de aquella pequeña de dieciséis años.

Los recuerdos golpean de forma violenta detrás de mis parpados, sacando una arcada de lo más profundo de mi, haciéndome parar de aquella cama de un salto, corro de forma apresurada hacía el baño, llegando allí a trompicones, casi trastabillando una vez llego al inodoro, levanto al tapa de este y suelto todo el contenido que puede albergar mi estómago, en aquel inodoro.

Una vez termino, me apoyo en el mueble que hay al lado de este, sintiendo como algo más que la bilis quiere salir de mi garganta. Un potente grito de histeria se cuela de entre mis labios, mas es reprimido por mis dientes, los cuales muerden de forma dolorosa mi labios inferior, atrapando entre ellos algo más que carne, atrapando allí el dolor y la pena que quiere escapar en aquel potente grito, lleno de aquello que he callado por años.