CAPITULO 35 -" PRUEBA TRAS PRUEBA"

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SCARLETT POV'S

Me paseo en silencio por la habitación, buscando el arma perfecta para matar.

Una semana y dos días no han ayudado a que sepa cuál es el arma perfecta. Todas parecen tan precisas y eficaces para cumplir su función, que aún no me decido, lo cual irrita al gruñón Félix, porque dice que cada mafioso debe tener su propia arma, debe identificarse por manejar tan bien aquella cosa que resalte entre los demás por manejar aquella arma. Cosa que lastimosamente no va conmigo. O son todas las armas o no es nada.

-Ya elige –gruñe Félix.

-Déjala –le resta importancia Xadiel, el cual ha demostrado ser el más amable conmigo, aunque Maxis tampoco se queda atrás.

Esta semana ha sido lo más genial que puede pasar en este maldito mundo lleno de miseria.

Creo que ahora lo comprendo. Ahora lo entiendo tan bien que temo por lo que haré después, por como reaccionare ante este aprendizaje tan valioso y refrescante a la mierda de vida y problemas que he llevado en la espalda por años.

Ahora comprendo porque sienten esa sed, porque matar es algo que se vuelve adictivo, algo tan jubiloso para algunas personas.

En este pequeño lapso de tiempo me he dado cuenta de algo de lo que antes era una completa ignorante...La satisfactoria sensación de clavar cuchillos a la perfección, de asestar golpes con precisión, de poder vencer a alguien en un combate cuerpo a cuerpo. Todas y cada una de esas cosas te hacen sentir tan libre que te sorprende como algo dañino para otras personas, tan compulsivo y agresivo..., te puede liberar, te deja en un estado de éxtasis al hacerlo.

Cada golpe y cada resonante eco sordo que dejan los cuchillos al cortar el aire y clavarse en uno de los tableros, es algo que me ayudo a algo que pensé no tener tan reprimido.

La ira.

Aquel patético sentimiento que me empeñe en esconder, para darle solamente un pase libre al dolor, está haciendo acto de presencia en esta semana, y aún sigue presente.

Se me hace un fuerte nudo en el estómago de sólo pensar lo que se siente sólo sentir dolor. Mas el pensar en que descargare esa ira contenida, hace que no suene tan mal.

Todo deja de dar esas absurdas vueltas. Ya no hay presión oprimente en el pecho, ni lágrimas y mucho menos recuerdos aterradores acechando en la noche, sólo pienso en cómo le clavaré un cuchillo en la cabeza a todas y cada una de las personas que me hicieron sufrir, como vengare lo que alguna vez arrancaron de mí sin escrúpulo alguno. Tomare sin pedir permiso..., justo como ellos lo hicieron.

-Pásame el más grueso –señalo aquel cuchillo con empuñadura grotesca, pero creativa. El hierro se expande por está formando diferentes figuras tan espontaneas como la punta curveada y sus finos dibujos en la hoja de este.

-Hasta que por fin –susurra el castaño gruñón.

Ruedo mis ojos y bufo exasperada por su actitud.

-Ya dame el bendito cuchillo –espeto, haciendo que el ruede sus ojos y me entregue el arma de mala gana.

Me volteo en un brusco movimiento, haciendo que ágilmente mi mano retroceda, coja impulso, y la lleve hacia delante de un sopetón, dejando que el cuchillo vuele hasta la diana del tablero de "tiro al blanco".

-Justo en la diana –digo, satisfactoriamente, con una sonrisa de autosuficiencia colgando con egocentrismo en mi rostro de forma disparatada, y casi burlona.

-¿Cómo demonios aprendiste tan rápido a hacer todo esto? –me recrimina Félix, luciendo con una furibunda cara de enojo y celos, brillando bajo la fluorescente luz de aquel lugar.

Mafia In Love (#1 de Bilogía) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora