CAPITULO 42 -"UNA DULCE TENTACIÓN"

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SCARLETT POV'S


La familia Brown jamás se ensuciaba las manos con el trabajo, pero si era muy buena para dar órdenes, siendo esta suficiente razón para sentirme culpable.

Nuestras huellas no podían ser encontradas en los cuerpos de aquellas personas, sería toda una catástrofe ver como la familia más importante de Manhattan lucha en un estrado por no ser metida a la cárcel por homicidio.

Él sólo ordenaba quien perdería la cabeza y sería colgada como un trofeo en las paredes tapizadas de su oficina, él elegía quien moría ese día, creyendo que el papel de Dios le quedaba muy bien. Y ese día no fue diferente, él haría pagar a alguien, pero yo no sabía quién, ni siquiera de que se trataba, ni como lo había hecho..., pero yo había terminado involucrada en eso, viendo como la culpa me carcomía entera, sintiendo mi mundo desmoronarse al saberlo todo.

Aquel día estaba nevando, estábamos en aquella época del año, donde los bosques se teñían de blanco al igual que toda la ciudad. Su voz era estridente y se dejaba escuchar por todo el lugar. Mamá dormía, sumida en un profundo sueño de paz, Jasper estaba fuera, acrecentando así mi preocupación por la demora de su llegada y más aún por lo que Brown le haría. Mas este último parecía tan absorto hablando por teléfono, gritando órdenes aquí y allá que pensé que lo dejaría pasar.

Y en medio de mi curiosidad por saber qué hacía..., cometí el error más grande de mi vida. Tan sólo tenía diecisiete años, era una niña en busca de respuesta, quería saberlo todo, quería quitarme aquel peso de la intriga. ¡Dios! ¿Por qué no me quede en mi cama? Debí haberlo hecho, debí dejar de lado mis dudas. Eran patéticas, sin sentido, tan absurdas que no caben en la lógica que hoy tengo.

Sólo recuerdo jamás haberle hecho caso a mi razón, dejando que mis pasos recorrieran a su antojo el pasillo de la casa, que se deslizaran hasta llegar al despacho de Brown. Y aun lo recuerdo. Aún recuerdo su mirada cuando me vio espiando por la pequeña abertura que había en su puerta. Fría, burlona y llena de una brillante admiración, como si hubiera esperado que lo hiciera, como si hubiera anticipado mis silenciosos pasos.

Estaba espantada, pero lo supe controlar. Después de haber sido el alfiler principal para las redes que tenía que tejer para que sus socios cayeran, había aprendido a manejar lo que necesitaba, había tenido las agallas para pararme de frente y mirarlo a los ojos, sin que viera la niña asustadiza que se resbalaba cada noche por su puerta una vez estaba cerrada, que no viera las lágrimas acumuladas y los gritos jamás exclamados.

Recuerdo sentir un frío contacto en mis hombros. Eran sus manos. Deslizándose allí, hasta quedar en mi antebrazo, volviendo a subir y empujándome bruscamente hasta caer sentada en el asiento detrás de su escritorio. Su teléfono apoyado en este, con el incesante pitido de la llamada terminada, resonando en toda la habitación.

No pregunte nada, solamente observe.

Pero él no estaba ahí para observar ni apreciar el silencio que se había instalado repentinamente en el lugar.

Aun puedo palpar sus palabras, endulzándome el oído, dejando una estela de amenaza en cada pausa que daba. Eran tan tentativas esas palabras.

"-Mi pequeña niña –su escalofriante sonrisa haciendo de las suyas en mi cuerpo –¿Sabes? Siempre he esperado mucho de ti, pequeña. Lo más grande es para ti...Esta empresa es para ti –dijo, con sus brazos extendidos abarcando todo la habitación, siendo esta una insignificante representación y ejemplo de lo grande e imponente que es la empresa de verdad –Así que como futura heredera...quiero que lo aprendas todo. Quiero que lo sepas todo –un clic tan intenso retumbo en mi cabeza que me encogí en el asiento, sintiendo el peso de la culpa y la curiosidad navegar en mis hombros, soltando carcajadas deliberadas por ser tan transparente, por mostrar lo que quería –Pero aún no es tiempo, pequeña –un tembloroso suspiro sale de mi boca, dejando una estela del aliento bailando en la habitación. El frío colándose en la aquel lugar. –Sólo te mostrare una parte."

Juro que me negué, que me negué rotundamente a ser partícipe de ello.

Él me lo explico todo.

Kurt Robinson debía pagar por lo que había hecho, debía saber que era atacar una de las más sagradas propiedades de los Brown, él debía saber lo que le costaría su estadía en la Mafia, el tenía que entender que nadie se metía con Brown, que toda acción tenía una consecuencia.

Sí, lo admito, yo lo conocía mucho antes de si quiera poder caer en esto de la Mafia, pero yo me negaba a creer que era él, que aquel chico de aspecto roto, era mi víctima.

Pero luego el tablero cambio y el peón no era Kurt...era yo. El me manejo a su antojo, endulzo mi oído con las palabras más acarameladas que yo había escuchado.

"-Serás libre –dijo de repente, sacándome de mi negación. Ni siquiera pude preguntarle a que se refería, él ya estaba explicándolo todo –No más prostitución, no más trabajos sucios para ti, pequeña. Ni más obligación con la empresa –mis manos sudan y la tentación esta tan cerca que temo moverme, porque tal vez la toque y si la toco...ya no habrá vuelta atrás –Lo prometo."

¡Él lo había prometido! Pero yo fui una ingenua. Pensé que un hombre como él, cumpliría su palabra, pero así no fue como paso todo. Yo me deje vencer, caí en la tentación más grande que me habían propuesto.

El me extendió el teléfono que antes sostenía en sus frías manos. Una voz al otro lado preguntaba con tono urgente lo que debía hacer. Que diera mi orden. Y así lo hice.

"–Maten a la niña –."

Esas habían sido mis palabras. Esa era mi orden.

Meses después yo seguía carcomiéndome por la culpa, pero sintiéndome un poco más ligera.

Era libre.

Pero aquella libertad no me duro mucho, no duro nada mejor dicho.

La empresa aun recaía en mí. Yo era responsable de matar a la gente, yo era la sucesora de la matanza más hábil que había en Manhattan, encubierta por una ridícula compañía de empresarios.

Él me había engañado y yo había caído como una pequeña ilusa.

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BUENO, SE QUE TAL VEZ ESTÁN UN POCO CONFUNDIDAS PORQUE AL INICIO SCARLETT NO DEMUESTRA NADA DE ESTO Y SE EMPEÑA EN QUE DEBE VOLVER CON SU FAMILIA, EN QUE ELLA NO MERECE QUE LA SECUESTREN, LO CUAL HASTA AHORA NO HABÍA CAUSADO NINGÚN PROBLEMA, PERO VIÉNDOLO BIEN, CREO QUE ESTARÉ EDITANDO ESTOS CAPÍTULOS, PARA QUE SEA MÁS CLARO TODO ESTO, ASÍ QUE ESTÉN PENDIENTES, PORQUE LOS ESTARÉ SUBIENDO EN EL TRANSCURSO DE ESTAS SEMANAS. DÍGANME SI LES PARECES BIEN O CREEN QUE DEBO DEJAR ASÍ LOS PRIMEROS CAPÍTULOS.

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