CAPITULO 54 -"UNA SENTENCIA SIN PALABRAS"

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SCARLETT POV'S

El agua corre por mi cuerpo con suavidad, parece ser un perfecto día para dejar el agua correr a gusto. Se desliza como aquella pomada que mamá solía poner en mis heridas cuando caía en casa de la abuela.

Era un lugar grande, lleno de pasto y olores penetrantes como las naranjas que el abuelo bajaba de aquel árbol. Las risas se grabaron a fuego en mi memoria, mi piel aun siente el cosquilleo que provocaban las plumas de las gallinas mientras corrían libres y Jasper las perseguía.

Éramos libres.

Pero las risas se tornan en llantos, unos desgarradores llantos que parecen partir mi alma.

Que pare, por favor.

Tapo mis oídos, con la vana esperanza de dejar de escuchar los gritos. Los sucios trucos de papá me están jugando una mala pasada.

Los recuerdos me torturan una vez más.

Tomo la llave con fuerza y la cierro de un tirón. Abro los ojos, mirando con temor a todos lados. Mi cabeza mojada termina entre mis húmedas manos, rogando por un descanso. Una punzada llega de repente en la parte trasera; necesito terminar con esto. Salgo de la ducha, tomando en mi camino la toalla, tan sólo para cubrirme, no tomo cuidado del agua que se escurre por las puntas de mi cabello, ni las gotas que aún se deslizan tímidas por mi cuerpo y las huellas que dejo a mi paso.

No hay nadie en la habitación.

Suelto la toalla.

Camino hacía el tocador y me miro en el espejo.

La cicatriz rosácea en mi vientre, es lo primero que veo. Hace casi un mes que estoy cayendo a pedazos; tal vez llevo toda una vida de la misma manera. Mi piel está más pálida, de un tono igual al de la nieve que nos ha abandonado; no estaría mal si me voy con ella. Tal vez perdí peso; tal vez eh perdido más que eso. No quiero ver más esto.

Quito mi mirada de un tirón y corro hacía el armario, tirando toda la ropa que veo en la maleta que se acomoda con burla en la cama que comparto con el enemigo.

Mis ojos se humedecen y mis labios comienzan a temblar. Golpeo la ropa y grito, una vez más. Muevo el cierre en sentido contrario a las manecillas del reloj, cerrando así la maleta.

Este es el comienzo.

Tomo una profunda respiración, dando mi último suspiro antes de partir, respirando una vez más el aire ligero que proporciona Francia. Miro al espejo y sonrío, con mis labios flaqueando, con mis mejillas aun temblando ante el sollozo que se atasca en mí ser.

Camino al armario de nuevo, poniéndome tan sólo un jean, unas botas; las necesitare y una blusa sencilla. Cojo la chaqueta, sólo por ser algo precavida.

Tan sólo hace falta una cosa.

Camino hacía mi almohada, rasgo la sabana que cubre el relleno, llevada completamente por mi inconsciencia ante la situación. Palpo el relleno hasta encontrar los papeles, los tomo con prisa, metiéndolos en los bolsillos de la chaqueta y tomando esta en mano igual que la maleta, salgo de la habitación, dándole un último vistazo a mi legado.

Mi nombre grabado en una esquina de la cabecera de la cama, con la funda de mi cuchillo favorito; vacía.

Bajo los escalones y una vez fuera de esa casa, respiro hondo.

Diviso el auto de Kurt y a él con su radiante sonrisa.

Aun cree que soy ingenua, aún cree en mi inocencia de no saber que no sólo me aleja del caos que esta por desatar, sino que también me esconde de mi padre.

Le dedico mi sonrisa más sincera, planto con firmeza mis pies en el pavimento libre de nieve, dándome la seguridad de empinarme sin caer, para así darle un pequeño beso en la mejilla al hombre que odio.

— ¿Lista? —Su voz es suave y una caricia delicada en mi mejilla, ya que no me he alejado de su rostro, aún hay un fuego que arde en mi interior cuando estoy a su lado.

No soy capaz de abrir mi boca para dejar salir mi sentencia, pero no necesito decirlo para que entienda, tan sólo necesito dar un paso atrás, con una sonrisa que delata el desafío que quiero plantarle, corro hacía la puerta del copiloto, entrando en el auto con una sonrisa de chiquilla picara, dejando mi maleta en la acera, junto a Kurt.

<<Entonces nos vamos.

Y así firmo mi sentencia.

Sin decir ni una palabra.

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Un mes, lo sé. Pero...cosas han pasado, problemas han llegado y...Sólo puedo decirles que esta vez no me disculpo, esta vez mi ausencia fue ...necesaria. Amo hacer esto, no me mal entiendan, pero necesitaba un descanso; de todo.

Les digo que...Sólo falta un capitulo y esto termina, pero la historia estará en constantes reparaciones, así que agregaré capítulos y modificaré otros, por lo que tal vez se quieran dar una pasada después de que este lista. Entenderán más cosas.

Las amo. 

Besos.


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