CAPITULO 34 -" TODO VA MÁS ALLÁ...MUCHO MÁS"

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SCARLETT POV'S

Los paneles son como múltiples farolas brillando en una penumbra. Los gritos de órdenes se escuchan por toda la escalofriante habitación. Todos se equipan, listos para acabar con alguna mente corrupta, tan corrupta como lo pueden estar ellos, llenos de mierda por dentro, porque créanme que aunque digan querer un bien mayor, bajando del poder a aquellas personas con una vida social tan estratificada que ya no saben dónde meterse el dinero, sólo tienen envidia, sólo quieren aquel poder destructor que termina por dañar el "correcto" sistema que hace parte de este mundo.

Me quedo plasmada en la entrada de aquel cuartel lleno de hedor a sudor y un fuerte olor a alcohol, junto con el metálico olor y sabor de la sangre, flotando cual mota de suciedad en todo el ambiente, dando a entender que esto no es un negocio inocente.

<< ¡¿Qué carajos estás haciendo?!>>

Mi subconsciente me grita una y otra vez que esto no es correcto, me pregunta una y otra vez que me pasa, porque acepte ser parte de este juego de ajedrez, donde la reina saldrá invicta y cada peón será sacrificado en su beneficio.

Limpio disimuladamente las palmas de mis manos en el jean que Kurt me tiro en la cara esta mañana, gritando ordenes cual general de lo que debía y no hacer, de a qué horas me levantaría de ahora en adelante, regañándome y replicándome mi delgadez, avisándome de la clase de entrenamiento que recibiría para estar lista, para poder cobrar mi tan preciada venganza, para poder ver sangre correr sin inmutarme, sin sentir lastima alguna por aquella persona, para ser tan insensible como él.

-Camina –me apremia el oji-azul, pasándome por el lado, rozando ligeramente mi hombro, haciendo que mi chaqueta de cuero se desacomode, dejándola caer ligeramente por aquel hombro.

Ruedo mis ojos, bufo y casi hago pataleta. Detesto que me den órdenes, detesto sentirme como el títere de una obra, sin tener un dominio propio, sin poder tomar las riendas de mis decisiones o si quiera de mis problemas.

En contra de mi voluntad y el pesado dolor de cuello que se posa de forma fastuosa, camino detrás de Kurt, siguiendo con lentitud el sonoro paso de sus botas militares.

Todos en la sala se voltean al verlo, haciendo casi una reverencia como si fuera la maldita realeza. ¿Qué les pasa? Es sólo un irritante oji-azul que no sabe nada más que gritar, ¿Por qué le tendrían respeto a alguien así?

El fastidioso cuchicheo que se extiende por la sala, mientras clavan sus frívolas miradas en mí, es todo lo que necesito para irme calentando, para dejar correr una incontrolable cólera. Cierro mis manos en puños, clavándome las uñas en la sensible carne de las palmas de mis manos. Aprieto la mandíbula, al igual que mis labios en una fina línea, buscando morderme la lengua para no dejar salir una impropiedad de mi boca, para no despotricar en contra de esta manada de insensibles asesinos.

-Les presento a Scarlett...-antes de que el siquiera terminara un pequeño grupo de asesinos gruñen cual perro mi apellido, mi desafortunado apellido.

-Brown, ¿me equivoco? –masculla un chico con cabello rubio cenizo y unos protuberantes músculos y pómulos, con labios pequeños y ojos tan negros como la noche.

-No, no te equivocas –responde Kurt, esperando a que alguien interrumpa, pero nadie lo hace, así que el oji- azul prosigue –Pero eso no significa que este de su parte –espeta esta, poniendo su mirada más fría y casi atemorizante.

-Y ¿Quién nos asegura eso? –grita un chico, apoyado en una de las paredes junto a los paneles de control.

-Porque ella sabe justamente lo que pasará si nos traiciona, ¿cierto, preciosa? –la cínica sonrisa que Kurt me dedica es un encendedor predispuesto para el mechero que soy en este momento, listo para estar en llamas y explotar si hacen que tenga una mala reacción.

Mafia In Love (#1 de Bilogía) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora