Capítulo N°4

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Al día siguiente Olivia se levantó y fué a la cocina a preparar el desayuno de Noah

-Buenos días querido, ¿cómo amanece el príncipe más guapo? -Dijo Liv tomando a Noah en sus brazos.

Noah le plantó un beso a su mamá en la mejilla, estaba feliz por verla, le dió de desayunar y jugó un rato con él antes de que llegara la niñera. Liv fué hasta su habitación, tomó una ducha, se colocó algo de ropa y fué a la cocina para despedirse de su pequeño. Al salir de casa no sabia si dirigirse al trabajo o ir al hospital donde estaba María Lucia para intentar arreglarlo todo, aunque luego de pensarlo y preguntarse que sería lo más adecuado decidió ir al hospital.
Cuando llegó, decidió ir directamente a la habitación de María Lucía. Entró sin tocar, pero al pasar la camilla estaba vacía. El teléfono de Olivia sonó:

-Buenos días Carisi.

-Buenos días capitán Benson.

-Quería comentarte que iré con Rollins a tomar la declaración de la chica que fué violada ayer.

-No recordaba eso, pero me parece bien. Por favor llámame si se presenta alguna emergencia.

-Como digas, hasta luego.

-Buenos días Olivia. -Murmuró María Lucía, mientras Olivia colocaba el celular en su bolso.

-Buenos dias. ¿Cómo estás hoy? -Preguntó Liv.

-Pues, no tan bién como quisiera. El médico me recomendó que estuviera algunos días más en observación. -Murmuró caminando con dificultad hasta la camilla, para sentarse en ella. Liv no tenía muy claro si debía ayudarla.
Luego de esas palabras hubo un intenso silencio.

-Olivia, siento lo de ayer. -Dijo María Lucía.
Liv realmente estaba confundida. -Lo que ocurrió fué un accidente, no te culpo, aunque no voy a negar que siento un dolor inmenso. -Dijo la joven mirando fijamente a Olivia. -En lo absoluto estoy enfadada contigo, simplemente no quiero que ésto llegue a más, quiero estar sola y olvidar todo este dolor.

-Te comprendo, pero por favor déjame ayudarte un poco. Dime algo sobre ti para saber quién eres, o por lo menos dame el número celular de algún familiar para avisar, no quiero dejarte acá sola.

María Lucía pensó, necesitaba comunicarse con alguien, seguro estarían preocupados por ella.

-¿Podrías prestarme tu teléfono? Necesito llamar para avisar.

Olivia sin pensarlo le tendió su celular.
María Lucía tomó el teléfono y marco un número, pero nadie contestó.

-Esta bien, puedes marcar cuántas veces desees. -Murmuró Liv.

-No te preocupes, está bien. No quiero molestar. -Dijo la mujer, cediendole el celular de vuelta a Olivia.

-Como desees. -Liv tomó su celular y lo guardo en uno de los bolsillos de su abrigo.

-Estaré bien, no es necesario que estés acá todo el día. -María se recostó en la camilla, tocando su cabeza con un gesto de dolor.

-Tienes razón, me iré. En recepción están mis datos. -Dijo Liv colocando su mano en la perilla de la puerta. -Es solo por si necesitas ayuda, adiós.

Olivia salió de la habitación apenada y decepcionada de sí misma.

Pasión en peligro.Место, где живут истории. Откройте их для себя