Capítulo N°32

218 10 0
                                    

POV Malú.

Joder con Olivia. Estaba ansiosa por veros. Mi madre me miró con recelo cuando entré a la cocina y revolví todo en la estantería.

-¿Qué haces, tía?- me preguntó frunciendo el ceño.

-Necesito preparar algo rico, pero...- sonreí con triunfo cuando encontré algo que seguro me serviría.- No tengo tiempo para hacer compras.

-Ala, seguro es alguien especial.- dijo viendo a sus manos. Yo la miré y reí con ganas, siempre hacia eso cuando quería conseguir información de algún tipo.

-Malú.- escuché la voz chillona de Carla desde algún lugar de la casa y luego la entrar bajo el umbral de la puerta. Mí madre la miró, miró el paquete en sus manos, Carla la miró de vuelta y yo estaba allí, entre las dos, recibiendo también sus puñeteras miradas.

-¿Y vosotras qué? ¿Por qué tanto misterio?- mi madre habló viéndome con desconfianza. Carla había enmudecido, cuando necesitaba que hablase no lo hacía, joder con Carla. Tomé lo que había dejado sobre la encimera y salí de la cocina tomando a mí cuñada del brazo.

-No me esperéis para cenar.- informé a mí madre con un grito desde el salón. Sonreí al subirme al coche y tomé el móvil para llamar a Liv.

-Hola cariño.- joder con su voz.

-¿Qué tal va tú día?- tardó algunos instantes en responder y cuando lo hizo su respuesta fué indecisa también.- ¿Ocurre algo?- pregunté nuevamente al escuchar los gritos de Noah.

-No, cariño. Está todo bien, pero Larissa no ha podido regresar y he traído a Noah a la Unidad.

-Vale, vale tía.- frené el coche en un semáforo y nuevamente sonreí. Miré el reloj en el salpicadero del auto, faltaban algunas horas hasta que Liv volviera al departamento, horas perfectas para preparar la mesa y la habitación.

-¿Tú cómo estás, cariño?- traté de controlar mis risitas y sonar seria.

-Agotada amor.- arranqué el coche.- En estos momentos voy camino a un evento.

-Te deseo éxitos, cariño.- sentí morir de alegría, estaba próxima a poder veros.- ¿Regresarás está semana?- me preguntó con suspicacia.

-Ya no estoy segura, han salido algunas cosillas sobre la marcha.

-¿Cosas buenas o malas?- preguntó y yo me encogí de hombros sin saber que decir. No sabía que estaba diciendo solo estaba tratando de llevar la corriente.

-Depende del cristal con que lo veáis.

-¿Y tú cómo lo ves?- reí con nerviosismo. -Oye guapa, ya no puedo hablar. Lo siento, estoy próxima a llegar.

Me había tomado algunos días libres y no dudé un instante en venir de nuevo al centro de Manhattan, aquí estaba lo que últimamente me había estado volviendo loca, la mujer que me hacía estremecer, la que me hacía delirar de placer y deseo. Conduje algunos minutos más y me encontré frente al edificio de Olivia, pero mi sonrisa se desdibujó y los puñeteros nervios afloraron en mi interior. Miré alrededor y en efecto se trataba del mismo edificio, no me había equivocado. Tomé mis llaves y bajé del coche haciéndome espacio entre los jodidos oficiales que no me dejaban entrar.

-Las visitas a este edificio están restringidas.- uno de los oficiales de policía me habló, se veía realmente calmado dispuesto a lidiar con mi poca paciencia.- Antes de entrar al edificio deberá identificarse primero.- nuevamente su voz pronunciando algo, yo sonreí con sorna y seguí mi camino. Su rostro se descompuso cuando mostré mis llaves y entré al portal sin llamar al intercomunicador.- Por favor no insista, solo los propietarios pueden acceder al portal.- su cuerpo estaba muy cerca del mío, impidiendo que me moviera. Los chicos de seguridad se encontraban detrás de mí, atentos a cualquier movimiento en falso que se pudiera dar.

Pasión en peligro.Where stories live. Discover now