Pasión en peligro.

Capítulo N°12

Luego de un largo baño, salió a la habitación y se encontró con Noah sentado en la cama, cómo si esperara a que alguien fuera en su busca.
Liv sonrió y caminó hacia él, donde lo tomó entre sus brazos y lo llenó de besos.

-¡Tú eres un dormilón!- Noah le respondió con una sonrisa, aún medio dormido.

-¿Quien quiere ir a dar un paseo?

Liv se colocó algo de ropa, algo distinto a lo que usualmente se ponía para ir a la Unidad, luego se encargó de Noah, le colocó loción y peinó su cabello lacio.
Bajaron en el ascensor del edificio y una ves en el coche, Liv dejó a Noah en su pequeña silla color gris que estaba en la parte trasera del auto.

-¿Quieres algo de música?- Liv preguntó al entrar al auto.

Olivia encendió el coche, y condujo aproximadamente 15min, hasta llegar a un restaurante con un interior que Noah reconoció de inmediato.
Habían muchas figuras de personajes de caricaturas, y una gran zona de juegos, dónde ya algunos niños se encontraban saltando de un lado a otro.
Al entrar Liv vió a muchas parejas con sus pequeños bebés, algunas de hecho la saludaron, frecuentaba mucho ese lugar para llevar a Noah a divertirse.
Liv tomó asiento en una de las mesas de colores y Noah enseguida señaló el área de juegos.

-¡Hagamos un trato! Primero comes lo que pida para tí y luego te llevo a jugar. ¿Está bien?- Noah ya empezaba a poner caras, casi rogando que lo dejara jugar, pero ya pronto se le había pasado cuándo llegó el menú que Liv había pedido para él.

-Muy bien, ¡abre la boca!- Liv dijo fingiendo el sonido de un avión, Noah abrió la boca y sonrió ante el ruido que hacía Liv con su boca, así duraron un rato, Liv haciendo sonidos con su boca y Noah riendo cada ves que lo hacía, hasta que el móvil de Olivia sonó:

-¡Mike Dodds!

-¡Capitán Olivia Benson!- Cada uno sintió la risa al otro lado de la línea.

-¿Que tal tu hermana?

-Pues, me ha dado una niña hermosa como sobrina. ¡Es tan tierna!- se podía sentir la emoción en la voz de Mike.

-¡Que bueno! Me alegra saber que todo marcha bien.

-¡Oye! ¿Dónde te encuentras? ¡Hay mucho ruido allí?

-Lo siento, salí con Noah a dar un paseo.

-¡Oh Noah! Dile que el tío Mike pronto lo visitará.- Liv sonrió- ¡Volveré la semana próxima!

-No te preocupes, toma el tiempo necesario para disfrutar de tu nueva sobrina.

-¡Es una cosa increíble! Y sus mejillas tan rosadas, ¡oh, y sus pequeñas manos!- Liv logró sentir la sonrisa de Mike. -Aunque ya extraño la Unidad, ya sabes la acción.- Olivia sonrió mientras miraba atenta a Noah.

-Por cierto, ¿cuál es su nombre?- preguntó Liv mientras ponía un poco de comida en la boca de Noah.

-Agnes, le ha puesto Agnes.

-¡Oh! Que nombre más hermoso.

-Oye Liv, me tengo que ir. Ya pronto volveré y por favor; saluda a todos de mi parte.

-¡Claro que sí! ¡Cuídate mucho, por favor!

-Igual tú, y cuida a Noah también.

Liv colgó la llamada, y colocó el móvil en su bolso, luego tomó una servilleta de papel y limpió sobre la boca de Noah para quitar los restos de comida que habían quedado en ella.
Mientras Noah gastaba un poco de energía en el área de juegos, Liv comía un poco de su helado de vainilla, sin quitarle la mirada mientras jugaba.
Tomó algunas fotos con su celular, cómo hacía siempre.

-¡Oye Noah, mirá a la cámara!- Noah al escuchar la voz de su madre, sonrió a la cámara mientras hacía alguna gracia.
Un rato más tarde, cuándo Liv había terminado su helado y Noah estaba totalmente exhausto, Liv canceló la cuenta, tomó sus cosas y se dirigió a la salida mientras sostenía a su pequeño de una mano.

-¿Qué tal el paseo?- preguntó Liv mientras miraba a Noah en la parte trasera del coche.

Noah sonrió y dió un pequeño grito cómo si comprendiera lo que su madre intentaba decirle. Liv sonrió y encendió el auto.

-Ahora es mi turno de dar un paseo ¿que dices?- Liv dijo sonriendo, y condujo hasta el súper mercado más cercano, al entrar tomó uno de esos carros de compras y colocó a Noah dentro.
Mientras Liv tomaba las cosas y las ponía en el carro, Noah jugueteaba con las llaves del coche en sus manos.

-¿Cuál te gusta más cariño?- preguntó Liv mostrando a Noah dos tipos de cereales. Noah la miró y enseguida señaló sonriendo el que tenía en la mano izquierda.

-¡Buena elección pequeño!
Liv tomó algunas cosas más de las estanterías y luego fué a una de las cajas para cancelar. Luego de algunos minutos, mientras la chica que la atendía jugueteaba con Noah y este sonreía, alguien ayudó a Liv con la compra, dejando las cosas en el coche.
Olivia agradeció el gesto dando algo de propina al chico, antes de que éste se marcharse.
Cuando llegaron al edificio, Liv se las ingenio para subir hasta el departamento, tomó las bolsas de la parte de atrás del coche, mientras Noah caminaba delante de ella llevando el bolso de su madre y las llaves del coche.
Luego de una larga travesía entraron al departamento y Noah fué corriendo en busca de sus juguetes a la habitación, mientras tanto Liv ordenó las compras en los estantes de madera que se encontraban en la parte superior de las paredes de la cocina, una ves terminó y tomó asiento en uno de los sofá de la sala, sus pensamientos se fueron por un instante, mientras algo cruzaba por su mente, algo que no sería muy bien visto, algo que va contra su ética profesional, por otro lado tambien pensaba en las consecuencias: ¿estaría eso bien? ¿se enfadaría con ella?
Sus pensamientos fueron interrumpidos por Noah, quien venía corriendo desde la habitación con sus juguetes, Liv lo dejó a solas mientras jugaba cerca de la alfombra que estaba en la sala y luego de pensarlo nuevamente, llegó a la conclusión de que no tenía nada que perder, tal ves pierda más si no ponía en marcha su plan, así que decidió marcar un número en su móvil.
Luego de unos segundos, alguien pareció contestar al otro lado de la línea, Liv habló aproximadamente 10min, al parecer tenían una relación de amistad, era una plática amistosa dónde Liv le pedía un favor a alguien.

-Me parece bien, esperaré tu llamada- Liv murmuró y colgó.

-¡Noah! Creo que es hora de dormir- dijo Liv tomando a Noah en brazos, al tocarlo sintió de nuevo que tenía fiebre.
Le colocó el pijama verde que ya pronto no le quedaría y luego le dió el medicamento que le había recetado el médico.

-Ya mañana sabremos que tienes, pequeño- Liv cubrió a Noah con su cobija de colores, acaricio su mejilla y se quedó a su lado admirandolo hasta que el pequeño se durmiera.

Liv se encontraba en la cocina, con su laptop puesta en la encimera, cuando su teléfono sonó:

-¡Dime!- dijo Liv contestando su móvil.
Escuchaba atenta a lo que decía la otra persona, cómo si fuese algo muy importante.

-Cómo agradecerte. ¡Muchas gracias!- Liv esperó que la otra persona dijera algo y luego sonrió.

-¡Adiós!

Instantes después que Liv pusiera fin a la conversación, sonó de nuevo el celular haciéndola sonreír ampliamente al ver el mensaje de texto.