Capítulo N°14

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Luego de unos minutos, mientras Malú observaba un recuadro que se encontraba sobre el escritorio de Liv, escuchó su teléfono sonar, lo miró para saber quién era y presionó el botón "encendido" para colgar la llamada, no le apetecía en lo absoluto hablar con alguien, además no quería despertar a Noah, tomó de nuevo el retrato y sonrió al ver a Liv en algún lugar al aire libre, mientras sostenía a Noah en sus brazos y éste colocaba sus pequeñas manos sobre el rostro de su madre, admiró el fondo de la imagen, era precioso, además notó la sonrisa y la mirada pura de Olivia en el instante cuándo fué capturada la imagen, se notaba que era una gran mujer, valiente sobre todas las cosas, criar a su propio hijo enfrentándose todos los días al temor de volver o no a casa, dejó el portaretratos en su lugar y se encaminó hasta la puerta, solo para saber si había alguien más en la unidad y sintió un gran alivio al darse cuenta que habían otras personas con sus uniformes, recibiendo llamadas o mirando algo en sus portátiles, se volvió hacía Noah y vió como éste se despertaba mientras miraba a su alrededor. Malú se acercó a él rogando entre sí que no extrañara a su madre y comenzara a llorar.

-¡Hola!- dijo mientras se acercaba.- por favor no llores, no te haré daño.- dijo Malú tratando de verse amigable, pero falló en su intento.- No, no llores. No te preocupes, voy a cuidar de mientras regresa tú mamá. Cuándo lo tomó en brazos para intentar calmarlo alguien entró a la oficina haciendo que girara nerviosa.

-¡Que susto!- dijo Malú mientras se movía de un lado con Noah.

-Por favor, discúlpeme.- dijo un hombre al cuál se le podía ver la placa policiaca en la cintura.- la capitán Benson me ha encargado que cuide de usted y de Noah mientras regresa.

-No os preocupéis, no pasa nada.- Malú trató de sonar amable pero sinceramente el llanto de Noah ya la empezaba a desesperar, siempre era ella quién hacía de niñera, los bebés la amaban pero al parecer Noah era diferente.

-Si necesita algo no dude en decírmelo.- Malú asintió agradecida y cuando estuvo a solas en la oficina caminó de un lado a otro, tomaba asiento y se colocaba de pie, se asomaba a la puerta y volvía al sofá, se estaba volviendo loca, ¿tendría apetito? ¿el pañal estaría muy lleno? ¿se sentiría mal? recordó cuándo Liv le había comentado sobre el malestar de Noah, de hecho ese fué el motivo por el cuál había rechazado su invitación, pero... ¿que tipo de malestar era?

Malú seguía moviéndose, pensando en algo para tranquilizarlo, hasta que una idea surgió en ella, ¿por qué no se le había ocurrido antes? tomó su móvil y buscó una de esas caricaturas que entretenían a los bebés y afortunadamente Noah al ver la pantalla se tranquilizó poco a poco hasta dejar de llorar, Malú sintió el silencio de inmediato en la oficina y mostró una sonrisa triunfante, no había nada que un poco de tecnología no resolviera, después de todo tenía una conexión especial con los niños y Noah no sería la excepción.

-Eres un niño hermoso.- dijo mientras le besaba la mejilla, miró la hora; eran pasadas las 14:15pm. Se puso cómoda en el sofá y acomodo sobre ella a Noah quién trataba de sostener el celular con sus pequeñas manos.
Noah de ves en cuando le regalaba una mirada tierna a Malú, cómo si con ella tratase de recompensarla por el mal rato que había pasado unos minutos antes, cuando se cansó de mirar el celular, Malú aprovechó para cambiarlo, ya su pañal se sentía cargado. Había revisado el bolso de Olivia, no fué algo apropiado pero lo tenía que hacer para serciorarce que estuviesen los implementos necesarios.

-Un poquito más y te irritas.- dijo Malú cuando retiró el pañal. Tomó el paquete y sacó una toalla para limpiarlo, luego destapó un bote de crema y se la aplicó para evitar la irritez.

Pasión en peligro.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz